Ofrendas (Ana Martínez Castillo)

por José Luis Pascual

Título: Ofrendas

Autora: Ana Martínez Castillo

Editorial: Eolas

Nº de páginas: 120

Género: Colección de cuentos inquietantes

Precio: 13€

SINOPSIS

Ana Martínez Castillo lo ha vuelto a hacer. Tras su excelente primer libro Reliquias (2019), un auténtico descubrimiento en el proceloso mundo de la narrativa fantástica y terrorífica española, la autora nos entrega en estas Ofrendas un nuevo cargamento de horrores y delirios.

Quien se haya asomado a sus Reliquias (si no es así, que Zghoehsssgha le castigue), reconocerá algunas de las armas que allí utilizó con excelentes resultados: la exploración de nuestros horrores (y monstruos) más próximos, la siempre difícil combinación de lo fantástico, la ironía y la parodia sin que las historias pierdan (o atenúen) su efecto inquietante, los juegos con el humor negro y lo grotesco, la maestría en el uso de la oralidad…

En un juego de títulos nada azaroso, aquellas reliquias —objetos del pasado con propiedades mágicas— se han convertido ahora en ofrendas, es decir, dones y sacrificios que se ofrecen a los seres sobrenaturales por un beneficio recibido o solicitado o en señal de rendimiento y adoración. Junto a esos monstruos que exigen ser adorados, este carromato de seres y fenómenos imposibles que tan diestramente conduce la autora explora otros tipos de ofrendas, pues también hay sitio para formulaciones de lo inquietante con la exploración del revenant, del tema de la crueldad infantil y del juego con la religión pasando por la oscura distopía, sin olvidar los homenajes literarios.

RESEÑA

Abanderada de la narrativa de lo extraño y la chispa chunga, Ana Martínez Castillo lleva ya unos cuantos años al servicio de la magna oscuridad. Como editora, nos ha regalado algunas de las mejores propuestas del género insólito de la última década, apostando por la renovación del fondo y la forma y por la integración de la prosa poética como vehículo para apagar la luz que nos orienta. A ese esfuerzo hay que sumar una parca, pero creciente, obra propia que empezamos a desgranar con Ofrendas, colección de cuentos aparecida en 2021 bajo el maravilloso sello Las puertas de lo posible de Eolas Ediciones. Dado el gran nivel del conjunto, comentamos a continuación los relatos incluidos en el volumen, uno por uno.

Hay que buscar en los Huecos. Escudriñar hasta encontrar la figura que sabes que está por ahí, escondida en alguna parte. En los huecos. La autora nos somete a un aislamiento atroz, torturador, conduciéndonos a una situación tensa y cada vez más desesperada, en una primera persona que se habla a sí misma o que, en realidad, te habla a ti. Lejos de conformarse con eso añade una silueta de hombre raro, la que recuerdas de cuando apenas eras adolescente. Te acuerdas, ¿verdad? O rezas o te oprimirá para los restos. Menos mal que es un relato, menos mal.

Alicia entró a través del espejo, sí, eso lo sabemos todos. Pero nunca se nos dijo que su madre la vio desaparecer en el cristal, que intentó que no sucediera pero llegó tarde. Para traerla de vuelta, confía en una mujer que practica la Catoptromancia. Pero parece que no funciona. Magnífica la reinterpretación del mito de Carroll y muy bien pensada esta segunda ofrenda o petición.

Como hemos dicho, Ana Martínez Castillo es la editora de InLimbo, y el cuento Madre Larva bien puede tomarse como la perfecta definición de la editorial. Este relato es un canto al poder de la oscuridad, a la fe que tenemos y mantenemos todos los adeptos de lo inquietante y perturbador, al modo en que observamos lo terrible por encima, muy por encima, de lo racional y cuadriculado que la sociedad nos dice que es el mundo. Sublime reivindicación de las sombras ante la luz, de la magia oscura ante la ciencia.

Lejos de toda ominosidad, Ofrendas es una verdadera delicia que viene a sembrar toda la fanfarria lovecraftiana en un pueblo lleno de paletos. El resultado es grandioso, desternillante, original. Un conejo gigante ha aparecido en los sembrados del Mariano, trapiñándose a todas las gallinas. Y pide más. He aquí un ejemplo de cómo renovar el género.

De puro escalofrío es Cinco, uno de esos cuentos que se te mete en la piel para dejarla fría. La mirada infantil enfrentada a lo inconcebible siempre es un camino muy estimulante a la hora de causar pavor, y la autora lo sabe muy bien. Lo mejor es la manera en que nos obliga a meternos en el pellejo de la niña y ver (sentir) lo que está pasando en su casa. La ofrenda está en la cabeza, y lo peor es que podemos ver su coherencia. Estremecedor.

No hay mayor ofrenda que la que se hace a un Santo. Cántico es una burrada maravillosa, un homenaje a lo delirante y terrible que se vale, una vez más, de una voz infantil para «relativizar» las barbaridades que se comenten en el relato. Macabro sentido del humor, surrealismo a tope y universo propio e irresistible. Pues eso, irresistible.

Especialista en convertir lo sagrado en tenebroso, la autora se recrea en un milagro tan llamativo como es el de las apariciones marianas. Llena eres de gracia nos cuenta cómo, a partir de un encuentro —posiblemente basado en un testimonio real—, el aura de santidad cae sobre un manto sobre una familia y, poco a poco, se va tornando en otra cosa. Se perciben algunas obsesiones como la fe exacerbada, la ingenuidad curiosa de la mirada de una niña y la transfiguración de esa misma fe exacerbada en miedo. Los misterios sacramentales puestos al servicio del terror. Magia pura.

El broche al volumen es La danza, una pieza breve que conjuga muchos de los detalles anteriores para reivindicar al monstruo clásico, tapizado, eso sí, bajo los especiales criterios de su creadora.

En definitiva, Ofrendas es un canto que clama a la subversión desde lo tradicional, un mordisco a la yugular de los dogmas que pinta el habitualmente gris panorama literio de rojo y negro. La unicidad de los textos incluidos se evidencia en cierta insistencia temática de la religión vista como generadora de traumas y retorcida hasta convertirse en lo antisagrado, una sugerente herejía. Además, y esto es algo que siempre ha gustado en esta casa, es un grito a favor del cuento, formato que siempre se ha cultivado pero que últimamente no ostenta el reconocimiento que merece.

Descubrimos aquí a la Ana autora, cuyo nombre debería incluirse entre las imprescindibles del panorama nacional. Hacednos caso. Tributad ofrendas a Ana Martínez Castillo.

2 comentarios

Vicente marzo 21, 2023 - 4:14 pm

Gran reseña.

Responder
José Luis Pascual marzo 21, 2023 - 9:57 pm

Gracias, brother!

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