XV CLUB DE LECTURA DE TERROR: UN VERANO TENEBROSO (Dan Simmons)

por José Luis Pascual

Terminamos agosto con los últimos coletazos del verano, y tras los dos meses que le hemos dedicado a Un verano tenebroso toca hacer recapitulación de lo que nos ha parecido la novela de Dan Simmons. Pese a ser una novela que ha obtenido gran reconocimiento desde su publicación, en el Club ha generado opiniones muy diversas y, como comprobaréis a continuación, no a todo el mundo le ha satisfecho la obra de Simmons.

Sin más dilación, os dejo con mi reseña de Un verano tenebroso seguida de las opiniones de algunos de los miembros del Club.



UN VERANO TENEBROSO (Dan Simmons)

“Envuelto en el coro de los insectos y en el croar lejano de cien especies de ranas, llegó el sonido imaginado de predadores moviéndose silenciosos en la noche e iniciando su acecho de carne fresca.
Los muchachos se envolvieron en camisas gruesas y viejos suéteres, arrojaron más leña al fuego y se sentaron más juntos hasta que casi se tocaron sus hombros. El fuego crepitaba y chisporroteaba, transformando sus caras en máscaras diabólicas hasta que pronto el resplandor anaranjado fue la única luz de su mundo”.

Cuando eres niño, el último día de clase es el anticipo de unas vacaciones interminables, la dulce promesa de unos meses irrepetibles en los que los deberes del colegio son sustituidos por paseos en bicicleta, juegos en la calle a todas horas, y reuniones con tu grupo de amigos para ir en busca de todo tipo de aventuras. Cada día es una eternidad, un tesoro misterioso que alberga el fulgor del sol ardiente, las noches de cine al aire libre y las voces de tus amigos sonando a través de un walkie talkie.
Al menos, así era en 1960.

Un verano tenebroso (Summer of night) es un canto de amor a esa época y a un modo de entender la infancia que se ha perdido irremisiblemente. Y también es una historia de terror. Dan Simmons crea una trama canónica dentro del género, y nos proporciona el punto de vista de un grupo de chiquillos que rondan los 12 años de edad con todo lo que esto conlleva respecto al tono de una mirada infantil. Planteando una amenaza algo etérea y muy kingiana (no será la última vez que mencione al de Maine en esta reseña), Un verano tenebroso se convierte en el retrato de una población, Elm Haven, que contiene mucho de autobiográfico en cuanto a personajes, lugares y ciertos acontecimientos.

Comenzaré con algunos de los aspectos más positivos de la novela. Dan Simmons emplea un considerable esfuerzo en ahondar en un costumbrismo bastante trabajado, aspecto este apreciable en multitud de pasajes que describen la cotidianidad de los quehaceres diarios de los niños protagonistas. Con ello logra trasladarnos a una época y un lugar, el Elm Haven de 1960. De hecho, si hay algo destacable en la sencilla y funcional prosa de Simmons es su capacidad para envolver al lector y hacerle sentir uno más de la “Patrulla de la Bici”, consiguiendo transmitir una fuerte sensación de nostalgia y añoranza por la infancia y preadolescencia perdidas. Hay mucho de entrañable en ello, en especial durante la primera mitad de novela, en la que Simmons dibuja con detalle a sus personajes, facilitando la empatía del lector hacia ellos.

Aunque la trama parezca sencilla, encontramos en segundo plano cierta crítica a algunos aspectos lúgubres de nuestra sociedad, como el abandono infantil en los estratos más pobres de las ciudades. Esto, que podría ser un dato anecdótico, cobra importancia al quedar reflejado en las relaciones maternofiliales de varios personajes como Jim Harlen —con una madre prostituta—, Duane McBride —su padre pasa más tiempo bebido que sobrio— o Cordie Cooke —la suya es la típica familia redneck desestructurada—. Eso les convierte en personajes solitarios y con problemas de comunicación con los demás, en contraposición a la despreocupada actitud del resto de sus compañeros, provenientes de entornos familiares más pudientes.

Estructuralmente, el autor sigue un modelo bastante clásico, comenzando fuerte y tomándose su tiempo después para desgranar todo lo concerniente a los personajes, el entorno en el que residen, y la propia trama en sí, que avanza despacio pero sin dejar de hacerlo. Entiendo que el ritmo puede resultar excesivamente pausado para muchos lectores, pero aparte de cierta repetición descriptiva, lo encontré bastante adecuado. Y lo digo desde mi escepticismo previo a una lectura tan larga. Bajo mi parecer, los capítulos tienen la extensión justa para engancharte y hacerte querer continuar con el siguiente.
Una de los mayores toques de genialidad lo encuentro en el recurso de utilizar las notas de Duane (el niño que quiere ser escritor) para definir a sus amigos a través de una serie de apuntes que prácticamente valen por una masterclass de creación de personajes. No es que este tipo de técnicas abunde en la novela, pero puede ser un buen indicador del talento de Simmons como escritor descriptivo.

El gran problema de Un verano tenebroso es la existencia de IT. La novela de Stephen King, publicada 5 años antes que la obra de Dan Simmons, contiene en su interior un germen del que muchas historias posteriores han bebido. Cuando uno lee Un verano tenebroso, es imposible que el nombre de King no acuda automáticamente a la cabeza. Las similitudes son muchas y evidentes, y aun cuando estas se deban a la casualidad —los personajes de Dale y Duane son en realidad trasuntos del propio Simmons y de otras dos personas a las que conoció—, la sensación de déjà vu se hace muy patente durante varios tramos. De igual manera, la naturaleza del elemento fantástico o sobrenatural admite también una clara inspiración en algunas de las ideas plasmadas por King tanto en IT como en otras de sus obras.

Dejando esto de lado, encuentro un segundo problema, este relacionado con la consideración de Un verano tenebroso como novela de terror. Y es que el contraste entre el mencionado costumbrismo y lo fantástico no me termina de funcionar. Para ilustrar esto, me remito a un pasaje en el que un numeroso grupo de niños juega al “Rey de la colina”. Simmons intenta en ese capítulo generar un clima inquietante a través de distintos elementos, pero tal empeño termina siendo absorbido por el encanto de un momento entrañable. Es como si el autor reconociera que lo verdaderamente importante radica en esa sensación de inocencia e inmediatez propia de la juventud, y acabara relegando el terror a un segundo plano.
Por suerte, durante la segunda mitad de la novela esta sensación se diluye ligeramente gracias al impactante giro que la historia pega en sus páginas centrales, y a la gradual introducción de más y mayores momentos de terror. Aunque se trata de un terror que, a día de hoy, puede parecernos trillado y poco original, me gusta la manera en que el autor introduce un tono tenebroso (lo siento, no he podido evitarlo) y profundamente pesimista, cargando el tono hacia una oscuridad tanto física como psicológica.

Al final, la verdadera intención de Simmons con esta novela es hablarnos de la infancia y de cómo, con el paso de los años, se ha ido perdiendo la confianza y la libertad. Como bien explica el autor en el aconsejable prólogo que se ha incluido en la edición de Penguin Random House – Ediciones B (y que recomiendo encarecidamente leer DESPUÉS de la novela, por la abundante presencia de spoilers), el “radio de libertad” que se dejaba a los niños ha ido disminuyendo alarmantemente en los últimos años, hasta quedar reducido a un pequeño espacio siempre cercano al edificio donde residen. Es por ello que Dan Simmons, nacido en 1948 y poseedor de una infancia en la que podía correr libre a través de kilómetros, edifica en la novela toda una reivindicación de una forma de vida menos basada en el control y el miedo, y que ante otras visiones más macabras o violentas, prefiere el destello de la mirada infantil y la luz de la sencillez. Y a mí me parece bien. Desde esta reflexión, creo que Un verano tenebroso es un texto vigente y perfectamente recomendable como metáfora de un tiempo perdido no hace tanto.

Posdata: Señores editores, ¡queremos un mapa de Elm Haven!


Los miembros del Club hablan:

Asen Ahab (@Asen_Ahab en twitter):
“Simmons es el elegido por el club esta vez. Nos trae una novela de terror y misterio que ha resultado bastante convencional en sus planteamientos, usando estrategias comunes y poco arriesgadas. Con un inicio, nudo y desenlace, todo muy marcado y típico. Es decir, que conforme uno va leyendo y termina el libro, le da la sensación de que ha leído algo así mil veces. No arriesga. Muy blockbuster.
El bien contra el mal. Para maximizar la amenaza que es “el mal” Simmons nos sitúa en los años de la juventud pura y sana de unos muchachos al tiempo que nos plantea una serie de sucesos “descorazonadores”, que al chocar con esa pureza, busca que el terror provocado sea lo más grande posible. El bien es muy, muy bueno y el mal muy, muy malo. Blanco y negro, sin grises.
Y como colofón, la paja en sus más de 600 páginas no falta, frenando constantemente el ritmo y desquiciando al lector experimentado. Esperaba a otro Simmons“.

Kike Mollá:
“Difícil papeleta la de reseñar un libro que me marco hace mas de 20 años, uno de esos momentos que se te quedan guardados en la memoria en mis inicios en la lectura pero que por circunstancias de la vida hemos tenido que leer en nuestro club para que ese momento que tenía yo tan buen recuerdo se me desmorone como un castillo de naipes. No solo el hecho de ser hoy en día un lector mucho más maduro y experimentado es suficiente motivo para que este libro me haya parecido muy irregular, sino que tanto el ritmo, como la descripción de personajes y sus relaciones mas las descripciones excesivamente alargadas y recargadas me han hecho que no solo deje de ser uno de esos libros que yo continuaba recomendando a mucha gente continuamente, sino que ha dejado de ser un libro que estaba en mi top 10 de preferidos y se queda a bastante distancia de Muerte al alba de Robert McCammon y a años luz de IT del Tito King que son dos novelas del mismo palo y que soportan mucho mejor el paso del tiempo. A veces el pasado no hay que removerlo y quedarse con el recuerdo…este es mi caso. Una pena.”

Sergio (@SergioMscmsl en twitter):
“No es la historia más original, ni los personajes más carismáticos, y sobre todo no es la novela más ágil de leer pero aún así Un verano tenebroso me consiguió enganchar con el tiempo.
La atmósfera que crea el autor entorno al pueblo de Elm Haven me parece que es el fuerte de la novela, más que la propia historia o los personajes que la viven. Me ha resultado un viaje muy largo para todo que la historia ofrecía, pero no he caído en el aburrimiento, supongo que pararse en los detalles del paisaje es lo que le da esa profundidad y me atrapa de la novela. La ambientación, como en un escape room, es clave para engancharme.
Disfruté más del pueblo, los personajes y el misterio que de lo paranormal del asunto. En cuanto a novela de terror puede que haga aguas, (salvando el giro de la mitad, algunos momentos en los sótanos y de noche en las casas), pero prefiero verla como una novela más con tintes de terror.
El final de la novela y las revelaciones del “porqué de todo” podrían haber sido las del autor o cualquier otra, para mí eso es lo de menos. Tiene grandes momentos que al estar perfectamente descritos los visualizo ya como escenas de película. Dudo que ciertos pasajes de la historia se me olviden, al contrario que a veces me ocurre con libros enteros.
En mi opinión, merece la pena darte un paseo por Elm Haven como lectura de verano… pero cubriéndote las espaldas y con paciencia”.

Sergio Requejo (@seresar en twitter):
Un verano tenebroso es mi segundo contacto con el mundo de Dan Simmons (tras Los vampiros de la mente) y confirmo mi sospecha de que “Simmons” y “capacidad de síntesis” son antónimos.
Tengo que reconocer que hay pasajes de este libro en los que se me han puesto los pelos de punta y otros que han llegado a sorprenderme, pero el ritmo irregular de la narración, que mezcla capítulos muy intrigantes con otros lentos y prescindibles, me ha generado, como lector, cierta distancia con la historia que ha derivado en un desinterés inmerecido.
He echado en falta más sobre la “mitología” del mal y me ha sobrado más de una transición que alarga un relato que pretende ser (con cierto descaro) “Eso” que todos conocemos.
Un verano tenebroso se queda en el intento de ser una obra redonda y pasa a ser una descripción de los días de verano de unos amigos, en un pueblo donde ocurren cosas un tanto inverosímiles y donde las acciones parecen no tener reacción directa porque al escritor no le interesa demasiado explicarnos esos entresijos que confieren al final de un cierto caos narrativo.

Vicente Barceló (@venamisteriosa en twitter):
“Lo primero que veremos de la novela es su gran volumen de páginas, casi 800. Puede asustar, pero por mi parte, te puedo decir que no se me ha hecho pesado en ningún momento. Como se puede adivinar por el título, Un verano tenebroso está catalogada como una novela de terror. Personalmente, debido a su extensión, creo que no se centra totalmente en dicho terror, sino más en las relaciones de los protagonistas y su modo de vida. Eso sí, es innegable el misterio y horror en cuanto estalla la trama principal.
Gran parte del libro relata de forma para mi gusto muy entretenida el día a día del grupo de chavales en esos días tan tranquilos. Desde que comienza el día hasta que acaba, veremos cómo se pasean con las bicis, juegan al béisbol y se bañan en la charca del pueblo. Son los sencillos placeres del verano. Poco a poco, el autor empezará a hilvanar la trama principal del libro, con unos sucesos paranormales que carecen de toda razón. Y son el grupo de chavales los que tratarán de investigar qué es lo que está sucediendo hasta llegar al final del asunto.
Tras leerlo, creo que Un verano tenebroso quizá no destaque especialmente entre los libros del género de terror. No termina de aportar nada nuevo, incluso dentro de su época. Pero personalmente me quedo con algo que me gusta mucho de este tipo de relatos, que no es otra cosa que el tremendo desarrollo de los personajes en su contexto.
Al margen de la educación y vida en esa época. Tenemos la parte tenebrosa del libro. La parte terrorífica. De esto hablaré menos para no hacer spoilers, pero es la zona con más «peros» para mi gusto. La argamasa de terrores me ha despistado bastante, y es lo que no me queda del todo lo suficientemente claro como para dar un pedazo de puntuación a esta novela. Se juntan demasiados terrores mundanos y sobrenaturales como para entender bien qué sucede y por qué.
En definitiva, la novela me ha gustado bastante más por la calidad de descripción, ambientación y humanización de sus personajes, que por el terror en sí. Esa mezcla de espíritus, agua bendita y campanas malditas no me convence del todo, pero juntando todo queda un libro resultón”.

(Extracto de la reseña que podéis leer completa en el blog La vena misteriosa)



Olivia:
“La lectura de este verano me ha resultado muy entretenida y me ha gustado. Me ha parecido muy entrañable la parte de la amistad entre los niños protagonistas, la cual refleja muy bien lo que se vive en la infancia: la empatía, el compañerismo… Me gusta cómo Dan Simmons describe la situación personal de cada niño, y cómo enfrentan las situaciones que se van encontrando durante la historia. Esto te hace empatizar con ellos y cogerles cariño.
Aunque no es una historia de terror adulto, sí que hay pasajes de la historia que te producen desasosiego. 
Me ha recordado, salvando las distancias, a Cuenta conmigo, película que vi varias veces siendo niña y que es una de mis favoritas. Para mí, una lectura muy recomendable para quien quiera pasar un rato ameno a la par que escalofriante”.

Jota García Romero (@jotagarcaromero en twitter):
Un verano tenebroso es difícil de calificar. Dan Simmons emplea su habitual prosa, y se puede hacer cuesta arriba tratándose de una aventura de niños enfrentándose al mal. Pero si consigues entrar en la historia, esta te atrapará y ya no te soltará hasta el final. Porque si hay algo común en las novelas de Simmons, es su meticulosidad, creando una atmósfera cada vez más oscura que te envuelve y te hace sentir que estás allí, enfrentando los miedos de estos chicos, y acabas, inevitablemente, sintiéndote uno más del grupo. Novela muy recomendable que, sin ser lo mejor del autor, deja un muy buen sabor de boca”.


Oscar Pico (@oscarpi6 en twitter):
Un verano tenebroso sorprende nada más comenzar a leerla: su prosa altamente elaborada y sus incisivas descripciones de personajes y lugares nos introducen de lleno en Elm Haven, pueblo donde se desarrollan los acontecimientos que en ella leemos.
Conforme nos adentramos en la historia, Simmons nos deja clara su postura de que aquí lo importante son los personajes, y no tanto la trama, dándonos a conocer sus pensamientos y sus inquietudes. También asistimos al desarrollo de sus personalidades conforme los sucesos van despertando el relato, que tarda en arrancar en demasía.
Aunque la novela está bien narrada, y atmosféricamente es excelente, existen discontinuidades durante su desarrollo: las partes donde deberíamos disfrutar con el cambio de tempo de los acontecimientos son cortadas abruptamente para dar paso a la narración de otros hechos que nada tenían que ver con lo anterior. Quizás por ello mi percepción global de la novela sea menor.
Y estando ante una novela de terror sobre niños, que nos evocan inconfundiblemente a otros guiones o novelas muy en boga últimamente, echo en falta más terror. Porque, ciertamente, los pasajes puramente de terror son muy buenos, pero escasísimos. También la leyenda que da pie a los eventos narrados es muy buena, pero como en algunas otras cuestiones referentes a
Un verano tenebroso, deja un sabor agridulce porque no termina de explotar su origen ni detalla más en profundidad el porqué de las situaciones posteriores.
A pesar de ello, si se disfruta de las historias sobre niños, muy al estilo de los 80, y con pinceladas de terror, se hace altamente recomendable por su calidad prosaica y atmosférica.”




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Próxima lectura : Una casa sin reflejos (Sergio Requejo)

2 comentarios

Vicente #LVM septiembre 2, 2019 - 9:33 pm

Has clavado la reseña.Estoy totalmente de acuerdo en todo. Como ya hemos comentado por otros lares, hay sentimientos encontrados en este libro. A unos (entre los que me incluyo), nos encanta. A otros les parece una pérdida de tiempo entre tanta página. Pero mi realidad es que para nada siento haber malgastado ni un segundo leyéndolo. Como dices, la atmósfera y temas que acompañan al argumento principal son de suficiente calado para interesarme.Por otro lado, bien visto el asunto \”It\”. Si ese libro no hubiera salido unos años antes, este libro de Simmons sería una pieza clave en las historias de terror pandilleras.¡Muy buena reseña!

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José Luis Pascual septiembre 3, 2019 - 5:56 am

Gracias, compañero!

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