CREED: LA LEYENDA DE ROCKY (Ryan Coogler, 2015)

por José Luis Pascual

Nunca me ha atraído el mundo pugilístico, lo reconozco. Pero, como cualquier chavalín de mi época, disfruté en su momento de las cuatro primeras películas de la saga Rocky, alucinando al ver al potro italiano partirse la cara ya fuera contra aquella mole humana llamada Ivan Drago o contra el mismísimo Mr. T. Curiosamente, recuerdo con menos claridad los enfrentamientos ante Apollo Creed, que es la figura que conecta esas primeras películas con esta Creed.

La estructura de “Creed: La leyenda de Rocky” la convierte en una especie de remake/homenaje de la primera “Rocky”, ya que repite el esquema básico de aquella aunque aportando un punto de vista moderno y actual que le sienta muy bien a la película. Ryan Coogler consigue que los espectadores nos retrotraigamos a las peliculas originales aportando un evidente punto nostálgico, sin que ello reste importancia a la historia que nos cuenta, que no es otra que la de Adonis Creed, el hijo de Apollo. Como decía, el desarrollo del film bebe mucho de toda la saga, alternando los momentos más puramente boxísticos con la inevitable trama dramática. Aunque la película acusa en algún momento pequeños valles en el ritmo, el esquema sigue funcionando como un reloj. El único pero que pongo es la elección del contrincante, que aunque resulta creíble como un boxeador actual, carece de la grandeza y el carisma que siempre han tenido los “villanos” en la saga.

Aunque no vamos a tener grandes alardes técnicos, quiero destacar el magnífico primer combate, rodado en un plano secuencia en el que Coogler coloca la cámara pegada a los boxeadores para que el espectador casi pueda sentir los golpes en sus propias carnes. Otro aspecto reseñable es la música, que es una vuelta de tuerca del tema original de “Rocky” y que, en mi opinión, constituye un buen ejemplo de la filosofía de “Creed”: homenajear y modernizar.

El gran atractivo de la cinta es ver de nuevo a Sylvester Stallone en la piel del personaje que le dio fama, y como no podía ser de otra forma el actor sale más que airoso, ya que queda claro que Stallone no interpreta a Rocky, sino que ES Rocky. La nominación al Oscar para él es un justo reconocimiento para un Stallone que de alguna manera logra cerrar el círculo de su carrera interpretativa.
Tras verle en ese inmenso fiasco que fue Cuatro Fantásticos (Josh Trank, 2015), poco esperaba del soso Michael B. Jordan. Sin embargo, el actor no sólo consigue recuperarse de ese gran borrón, sino que logra un sorprendente mimetismo con su personaje, resultando en algunos momentos bastante parecido a su padre en la ficción. Magnífica interpretación de Michael B. Jordan que debería haber acompañado a Stallone a la ceremonia de los Oscar como nominado.

Poco más que decir, “Creed” resulta un buen golpe en la mandíbula que, aunque no logra noquear, supone un emotivo regreso y homenaje para una saga que, queramos o no, está entre las más famosas de la historia del cine.

Mi nota: 7

3 comentarios

Patrick Bateman febrero 16, 2016 - 5:14 pm

Pues a mí hay un par de escenas que sí me noquearon. Parecía que ya no se podía alargar la sombra de Rocky después de la sexta entrega, me equivoqué. Stallone lo hace fenomenal.

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José Luis Pascual febrero 16, 2016 - 6:26 pm

La verdad es que pensaba que sería la típica peli de ver y olvidar, pero según pasan los días sigo acordándome de ella, y eso es una gran señal. Stallone for the win!Gracias por tu comentario!

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Patrick Bateman febrero 20, 2016 - 9:48 pm

Eso es por la intensidad que aporta Stallone con su personaje en la trama. ;)Saludos

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