Contrition (Carlos Portela, Keko)

«Cómo hacer amigos en el limbo».

Hay personas que tienen el mal en su interior. Personas para las que no cabe la redención.
Existen pulsiones que llevan a transgredir todas las normas, a cruzar las líneas que nunca debieran cruzarse. Contrition habla de pulsiones. Algunas muy humanas, otras monstruosas, pero todas capaces de dominar y subyugar a quien las padece. Pulsiones que arrastran a los personajes de esta magnífica novela gráfica a relegar a sus familias a un segundo plano en pos de perseguir una noticia, a entablar amistad con el monstruo que te lo arrebató todo, a abusar de menores.

Carlos Portela y Keko firman un cómic fascinante que arranca con la muerte de un individuo en Contrition, comunidad americana destinada a albergar a depredadores sexuales convictos una vez que finaliza su pena en prisión. En los Estados Unidos, estas personas están obligadas a residir a una distancia prudencial de cualquier centro urbano, lo que los fuerza a vivir en reductos apartados de todo. Uno de los personajes lo explica muy bien en pocas líneas: «Si cometes un delito sexual en este país, quedas marcado de por vida. No hay perdón». ¿Debería existir el perdón para quien comete un crimen tan atroz? Cuestiones de esta índole son las que Contrition pone sobre la mesa.

Más allá de las diatribas morales que la obra propone, estamos ante una de esas historias que se enmarcan dentro del thriller gracias a su desarrollo plagado de minuciosa investigación. La trama avanza bajo el punto de vista de dos personajes: una periodista que investiga la muerte de un hombre en Contrition, y el padre de un niño víctima de abusos. Bajo la tutela de ambos, se irá destejiendo una historia que guarda sorpresas y un alto grado de inmersión. Tan es así, que la obra cuenta con algunos momentos que ponen la piel de gallina no por lo que muestran, sino por lo que implican. No es sencillo hoy en día crear historias que nos alteren en ese sentido, pero aquí Portela y Keko lo consiguen con pasmosa facilidad.

El guion se beneficia de un afinadísimo ritmo que alterna el uso de la elipsis con la demora en las escenas más importantes. No resulta fácil describir el efecto que esto produce en el lector, pero sin duda funciona de maravilla. El dibujo de Keko se revela como el elemento más importante dentro del tono, pues su trazo realista tratado con un sucio blanco y negro consigue generar un microuniverso viciado y perturbador.

Estamos ante un tebeo relevante, una de esas obras de las que, estoy seguro, se seguirá hablando durante mucho tiempo. El tratamiento frío pero a la vez intenso que hace Contrition de una temática tan delicada eleva este thriller por encima de tanta historia repetida y convencional. Imaginen un True Detective en el que la parte fantástica se sustituye por la peor de las monstruosidades humanas. Esto es lo que algunos llaman clásico moderno.