Bajo el dolmen 30: Unas disquisiciones sobre el “Rey del Terror”

por Francisco Santos Muñoz Rico

No suelo, como bien saben vuesas mercedes, hablar –en público sobre todo- del Rey; así que no voy a mencionar su nombre, solo para evitar los radares abstrusos de la internet. Pero sí que voy a dejar aquí algunas cosillas que creo que, para sus verdaderos Lectores Constantes (y esto de verdadero ahorita lo explico), pueden resultar si no valiosas, sí al menos de cierto interés.

Pero insultemos necios primero: me he referido a falsos Lectores Constantes. El tito, el Rey, lleva años poniendo esa expresión en sus agradecimientos, “a ti, Lector Constante”, de manera que incluso debe llevar ya esas mayúsculas iniciales; lo que sucede es que he observado una corriente vacua de humanos que se autodenominan, por moda o tontuna, no sé, LC; pero se ve que no conocen la obra del Rey (esto se ve enseguida). Entonces: ¿a qué unirse a este club? La idiocia nunca se acaba y nunca deja de molestarme. Sí, me molesta que se metan en mi club, de la misma manera que si voy a un concierto de Manowar y veo a un imbécil allí que no es un “true metal people”, entonces, allí en el concierto, cuando los verdaderos “brothers of metal” formamos una turbamulta asesina o melé, o pogo, o círculo de la muerte: le agrediré, así lo advierto: acabará en el suelo pisoteado por nuestras sagradas botas negras… ¡Ah, miserable!

Pero ¿no iba usted a hablar de Steph… del Rey del Terror? ¿Por qué se hace ahora mala sangre con los impíos de la música?

Gracias por interrumpirme, en primer lugar. En segundo, respondo: a esos impíos, que me los encuentro en la arena, puedo agredirles, puedo empujarles, puedo incluso sermonearles, insultar, escupir. Sé que está muy mal visto, pero es lo que debe hacerse (oh, Violencia pura y redentora), y los hijos del metal me entienden. Pero en el caso de topar un falso Lector Constante no puedo ni tocarlo, está agazapado en internet como un mono famélico y ruin… pero ya termino con esto.

El Rey ha afirmado en muchas ocasiones que su Salem´s Lot era una “revisión del Drácula de Stoker”, y esto es cierto, sin duda. Pero hay algo que no le he escuchado decir y que sucede: la novela que le dio su primer checazo, Carrie, también forma parte de esa revisión.

—¿Pero qué dice usted, vampiros, ataúdes, come bichos…? Parece que ahí se ha colado, ¡nada tiene que ver Carrie con Drácula!

Ay, pobrecito, que no lo ve, deje que le explique. Salem´s Lot es una novela a la manera del Rey, y su fondo, la historia, la trama, y otras cosas, nos dejan ver perfectamente esa revisión de la que habla; pero ¿su forma? En absoluto. Su forma es sobria, una narración sencilla a su manera. Pero recordemos que, más allá de la propia historia, Drácula fue rompedora por su forma: diarios, discos fonográficos (¿o eran cilindros de cera? no recuerdo), etcétera; más que cartas. Una reunión de documentos a través de los cuales vemos la sucesión de acontecimientos, más que una historia, digamos, contada de “forma clásica”. Esto le da ese toque realista, hace que nos lo creamos, y además que participemos casi activamente en la narración.

Y Carrie está escrita exactamente igual: una serie de documentos reunidos que nos permiten conocer la historia de esta niña de cara grasienta (a ver cuándo hacen una peli interpretada por una fea, por favor…). He aquí la segunda parte de su famosa revisión. Creo que son juegos de Steve, simplemente. Es juguetón, como yo.

Y ahora hablemos de Billy Summers. Esta es una de esas novelas que poco o nada tienen que ver con el Terror, recordad: él escribe de todo, no solo historias de miedo… (este es un lugar común molesto también, cuando te topas con un pontificador que dice “es que no me gustan las historias de terror”. Ya que estoy dentro de un paréntesis a propósito de los pontificadores, diré que no soporto cuando dicen —también lo hacen con Clive Barker— con su puta suficiencia algo como “es que los primeros libros eran mejores.” Malditos idiotas).

En fin, solo quería decir que Billy Summers es un libro sobre dos temas fundamentalmente: la venganza morigerada y la creación literaria. El libro se puede traducir fácimente a una guía de escritura y colocarla anexa a Mientras escribo. Y luego tenemos eso de la venganza morigerada, el justo castigo, o acaso el justo castigo que podamos, sin caer en un pozo nosotros mismos, ejercer contra nuestros viles enemigos. Yo veo esto muy claro, pero después de leerlo atisbé aquí y allá algunas “reseñas” del libro y se limitaban a soltar paparruchas. ¿Estaré loco y veo cosas que no existen en la literatura ajena?

De su Cuento de Hadas podemos decir que es otro juego: se lo dedica a tres genios que le han precedido y en ciertos momentos de la narración se divierte imitando, o inmiscuyéndose en sus imaginaciones, nos transforma el ambiente, o nos coloca un personaje propio de uno de esos tres… En este sentido el personaje howardiano que inventa es absolutamente magnífico, además de divertido cuando leemos su primera descripción y vemos ahí a Robert Howard como el fantasma que es… El Rey es un maestro, pero no del terror, es un maestro de la Literatura. Y se agradecen estos juegos, estos interminables guiños divertidos.

Solo quería apuntar un par de disquisiciones, tengo muchas más sobre el Rey, pero tampoco hay que pasarse. (Además, tengo que salir a por los niños).

¡Viva el Rey!

3 comentarios

Daniel Aragonés diciembre 20, 2022 - 2:10 pm

No siendo yo uno de esos lectores constantes del Master, pero habiendo leído mucho de él, estoy de acuerdo en eso tan mágico que hace: diluirse en sus obras. Si le apetece hablar de baseball, lo hace, si quiere hacernos llorar, lo hace. Esa diversidad que tanto amo de sus letras, en parte, me ha llevado a escribir y hacer con las letras lo que me da la gana.

Muy buen artículo.

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estela diciembre 21, 2022 - 10:59 pm

Soy lectora constante gracias a tí y sabes que siempre te estaré eternamente agradecida, para mi, Sai King, como me gusta llamarlo es mi Dios, tal y como entiende la gente a su Dios (mucho más aburrido sea cual sea por cierto).
Creo que sus historias tienen de todo, te hacen llorar como en Joyland o Elevación, solo de pensar en ellos se me hace un nudo en el estómago, hacen que te cabrees como con Carretera maldita o con la insufrible Reah de Coos (a la que tanto odio) , que sufras (Tak), que sonrías ( mi querido Roland), que te rías (maldito blanquito joeputa) , y podría seguir así días y días porque para mí es mi paz y mi tranquilidad. Así que gracias por darme ese ejemplar de Rabia, gracias por hablar conmigo de todos sus libros cuando los leo, ya que solo tú me entiendes.Seguiremos siendo lectores constantes y seguiré escribiéndole en Twitter como una loca jajajaja sabes que si algún día me contesta lloraré mucho. Pues eso que es el Puto Rey y que te echo de menos asqueroso. Largos días y placenteras noches!

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FRANKY diciembre 22, 2022 - 1:20 pm

TAK
Can De Lah, también, y sabes que we are ka-tet

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