Título: Gothic
Autor: Philip Fracassi
Traductor: José Ángel de Dios
Editorial: Dilatando Mentes
Nº páginas: 384
Género: Terror
Precio: 21,95 €
SINOPSIS
El día de su cumpleaños, Tyson Parks —un escritor de terror famoso en horas bajas— recibe como regalo un escritorio antiguo con la esperanza de que reavive su creatividad. Tal vez le inspire para escribir otro superventas y demostrar que sus mejores años no han quedado atrás…
A medida que Tyson empieza a utilizar el nuevo escritorio, se encuentra redactando textos a una velocidad imposible; se concentra tanto en la escritura que teclea horas y horas sin parar, lo que repercute en su salud física y mental.
Pronto, Tyson comienza a actuar de forma extraña.
A medida que una serie de fuerzas extrañas convergen en el mundo de Tyson, este debe enfrentarse a la decisión más difícil de su vida: ¿Debe dejar ir a su nueva musa? ¿O seguirá viviendo como portavoz del escritorio, no solo recuperando sus días de gloria como escritor, sino alcanzando niveles de éxito con los que ni tan siquiera había soñado?
Tyson se ve en la tesitura de tener que elegir antes de que sea demasiado tarde.
RITUAL
Me encanta la nueva novela de Fracassi. De verdad. Un autor de terror descastado de su propia ilusión por escribir. Un artefacto o reliquia antigua con vida propia. Una musa. Una mujer atemporal que protege antiguos ritos y cultos con gran herencia. Un detective moderno con miles de caras. Combinación ganadora. Pero voy a comenzar por algo que no ha congeniado con mi gusto sobre el personaje principal, el escritor. Tyson Paks triunfó, en su género, dentro de la literatura. Lo vendió todo. Fue admirado y copiado. Envejeció con una mujer más joven a la que ama tanto como a su hija. Le siguen pidiendo obras. Pero no disfruta de la escritura, del arte de creación de una historia. Por su personalidad, parece querer el éxito inmediato, la admiración, el dinero, el contrato. No encuentro en él ese placer inherente por inventar, por descifrar una idea, por desarrollar un miedo contagioso más allá del resultado. Escribe para vender. Le falta pasión e ilusión. Y por eso lo encontramos en dicha decadencia, confundiendo los pasos, fracasando a su percepción y pesar. El detalle, no vacuo, lo convierte y lo transforma, lo reduce a maleable a lo que acontecerá, el escritorio, la maldición, la violencia. El nuevo éxito con novelas que no recuerda haber escrito y de las que no conoce nada del argumento. Como digo, atajos, lo que tanto anhelaba. Pero ¿a qué coste?
Fracassi ofrece aquí una obra seductora y adictiva (sí, cierto, no obvio el tema, la maquetación me gusta, pero existen muchas reiteraciones, sobre todo verbales). Se devora, al estilo de las de King, sin tener comparación posible, bueno cada uno en lo suyo.
Un manuscrito de amor, de amor del escritor por sí mismo y su figura reconocida, de su mujer por él y por su obra y todo lo que conforma, de la hija por ambos hasta que se descorre el velo. Entonces, con eso en mente, ¿quién sacrifica a quién o qué y para qué? Evidente. La excusa deviene en forma de regalo de cumpleaños, un escritorio, reverente, impresionante. Como ningún otro. Poseedor de una leyenda que no conoce la familia del escritor. Sí otros, que lo buscan con desesperación y llegarán hasta él. Esta es la trama. Vayamos a por la trinidad santa:
Personajes: para cualquier escritor, pese a lo comentado de inicio y esa falta de pasión por el verdadero proceso, se entiende la dependencia de la musa cuando te regala lo que has perdido o a lo que jamás has llegado. Te entregas, sin dilaciones o condición. El escritor es una víctima voluntaria, egoísta, que quiere lo mejor para sí. Eso afecta. Su mujer, el papel no reside en rica que solo quiere hacer feliz a su marido, quien, a raíz del presente de aniversario y del primer incidente, lucha contra el amor y el odio, lo que siente y lo que quiere sentir. Realista, sumisa, lesiva. Su hija, complemento de contexto. Bien. Y el detective, una grata sorpresa. O la mujer de abolengo clan que rastrea ese escritorio que supone mucho más, lo averiguaremos a través de ella. Sin mácula.
La historia es vertiginosa, mezcladas ambas sendas hasta que confluyen. Quizá con exceso de gasto emocional, de daño, para las pocas consecuencias que tiene el culpable. A un codicioso con éxito y máscara se le puede llegar a perdonar casi todo. Funciona como un reloj. No puedes soltar el agradecido tocho.
La atmósfera son esas escenas de intimidad y bipolaridad de marido y mujer. Sus encuentros con el escritorio, lo que son y lo que les hacen ser o se dejan ser. Intenso. Mucho. El maldito escritorio y su contenido.
El estilo deviene en un Fracassi diferente, casi experimental, buceando en otros horizontes. Sin perder su esencia (duro y contundente con la maldad y con la conducta del ser humano, sin ahorrarse escenas), pero a capítulos más breves, menos contexto, menos desarrollo, más acción nefasta a la par que pensamiento íntimo. Un narrador diverso. Eso sí, para lo que le conozco, añoro algo de otredad.
Sobre el cierre, acontece doble. El brutal clímax. La vuelta a la calma con el devenir del tiempo. Ahora sí, consecuencias. Evolución. Con toques, en su cuasi epílogo, lovecraftianos, de pura esencia.
En conclusión, la novela es rauda, porque arranca con bestialidad a las pocas páginas. El componente místico ayuda. El tono es brillante con ritmo favorecedor, sorprendente, sin cocción pausada. Para golpearte a cada capítulo. Terror dentro del terror, homenaje a la literatura de horror, aunque, como digo, añoro ese componente de las historias que escribe, una chispa más de metaliteratura que nos hiciere partícipes. Salvaje.
Para los aficionados a Philip Fracassi, imprescindible. Para quien no, es la novela que los introducirá, porque mezcla su talento en el relato (donde creo brilla aún más) y la novela tradicional del género. Así que, ¡a leer!
Pd: Fracassi, grande. Y sí, conocedor de Robert McCammon. Bien por usted, promocionando clásicos.
Román Sanz Mouta
Redactor
4 comentarios
No será un fracasso esta obra.
Cuán fino, profesor!
¿Qué tal la edición/traducción?
Lo digo por la última crítica de José Luis Pascual sobre “Los chicos del valle” de Fracassi…
Un saludo.
No la veo mal, y no dificulta la lectura, aunque te digo que lo que más podría adolecer son las reiteraciones, que afean el estilo. Teniendo esto en cuenta, las disfruté.