Club de Lectura #42: Duración de un fantasma

por José Luis Pascual

Reseña (por José Luis Pascual)

El placer del viaje. Una sensación de movimiento tan reconfortante que, al mismo tiempo que nos hace avanzar, nos permite disfrutar del paisaje desde el asiento de un tren, de un coche, de un avión. Esa impronta que, de algún modo, representa nuestro propio devenir, es la que da vida durante gran parte de sus páginas a Duración de un fantasma, la nueva novela de Ismael Martínez Biurrun. Uno se sumerge en la obra como quien viaja, paladeando el trayecto con sus lugares soleados y la oscuridad de algunos túneles. Lograr eso no está al alcance de cualquiera. 

A raíz de la muerte de su padre, Romana emprende un viaje para encontrar a Amador, su hermano desaparecido. Su acompañante será Said, un joven interesado en las capacidades sanadoras de Amador. A lo largo del trayecto, esta extraña pareja se verá inmersa en situaciones que pondrán a prueba sus límites.

Con una prosa ágil y un manejo del ritmo ejemplar, Ismael Martínez Biurrun demuestra por qué es uno de los autores de género (aunque aquí hemos dicho en repetidas ocasiones que los géneros no existen) más importantes de nuestro país. En esta novela de ecos kingianos, carpenterianos y barkerianos, el autor logra ese anhelado equilibrio entre la forma y el fondo, involucrando al lector a ser parte del viaje en todo momento. Su querencia hacia lo extraño se reviste aquí de un cierto costumbrismo que nos desarma, consiguiendo con ello que todo en la trama fluya de manera natural. 

Esa nota sostenida que es el ritmo de Duración de un fantasma alcanza sus niveles más altos en dos o tres escenas que se quedan en el recuerdo por méritos propios. En la actualidad, no se encuentran muchos autores que se aventuren a traspasar ciertas líneas, pero Ismael no solo se arroja a ello con valentía, sino que sale airoso por su honesto tratamiento, recordándonos por el camino que el terror y el horror son hermanos, y que esta es una novela de terror con todas las de la ley. La profundidad psicológica, unida a la explicitud descriptiva, nos agarra de las solapas para introducirnos en las páginas y llevarnos a sufrir lo mismo que los protagonistas. De nuevo, esto es un logro nada desdeñable.

El corazón de la novela late en la relación entre los dos protagonistas. Tan distintos, pero a la vez tan parecidos, Romana y Said se complementan para conformar un personaje doble creado a partir de dudas, miedos y secretos que se nos irán desvelando a lo largo de la trama. Más desdibujados quedan Luz, cuya aparición se centra en la parte final de la obra, y Amador, personaje fantasmagórico y muy misterioso cuya sombra planea durante toda la novela. Cuando finalmente aparece ante el lector, el misterio se difumina un tanto, dejando a Amador como alguien cuyo pasado deseamos conocer en detalle (¿hay ahí otra novela, Ismael?).

Los temas que desfilan durante la lectura son las relaciones familiares acabadas y convertidas en fantasma, el trauma de eventos capaces de configurar la vida de las personas para siempre, el dolor físico e incluso cierta crítica desencantada al hastío que provoca el modo de vida moderno. Todo ello, entreverado en una trama ascendente.

Las mayores virtudes de Duración de un fantasma se asientan en la fenomenal simbiosis entre el ritmo y el manejo de la prosa sencilla. Lo hemos dicho en alguna ocasión: el dominio de la narrativa sin estridencias es un arte difícil de alcanzar, e Ismael Martínez Biurrun lo logra sin aparente esfuerzo. Cierto es que el desenlace rompe un poco el ritmo al acelerarse, quizá como metahomenaje al cine ochentero de terror. Remite mucho este desenlace a esas producciones tan disfrutables en la época. No en vano, muchas de ellas han generado un imaginario propio cuya influencia sigue marcando a los aficionados al género.

En definitiva, estamos ante una novela de género muy recomendable, entretenida y adictiva que, si bien no inventa nada nuevo, sí que introduce algunos elementos originales y proporciona un disfrute lector sin concesiones. Esto, unido a la audacia del autor a la hora de introducir escenas resonantes y polémicas, alza la novela hasta convertirla en una de esas obras de las que se hablará en el futuro.

Debate

Os dejamos con el debate realizado en directo el pasado 19 de mayo, que contó con la participación de JL Pascual, Bernard J. Leman, Caridad (Smooky). Daniel Piniella e Ismael Martínez Biurrun. Esperamos que os guste.

2 comentarios

Daniel Aragonés mayo 23, 2024 - 3:28 pm

Tengo que leerla sí o sí. Una reseña muy guapa. Buen análisis.

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José Luis Pascual mayo 23, 2024 - 9:44 pm

Muchas gracias. Creo que te puede gustar la novela.

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