Coqueto y llamativo este pequeño volumen de cuentos publicado por la editorial argentina Blatt & Ríos, y que me ha servido para descubrir a Sergio Bizzio, autor con una interesante carrera a cuestas que no ha terminado de llegar al mercado español. La pirámide alberga tres cuentos en apenas sesenta páginas, un formato poco común que ya habla de la particularidad de la obra.

El primer cuento, «La mancha», supone todo un golpe para el lector. Su trama no puede ser más extravagante, original y surrealista: una de las manchitas que revolotean por nuestros ojos como si fueran moscas se revela como un objeto de naturaleza insospechada: un diminuto platillo volante. A partir de ahí, Bizzio hila una serie de situaciones delirantes en las que vemos el desparpajo del autor a la hora de contraponer la cotidianidad con el elemento fantástico. Si bien hay algún momento que, en mi opinión, no aporta mucho, el cuento sorprende y desconcierta por igual.

El segundo cuento, «Mini», representa una improbable mezcla entre los tonos de un capítulo de En los límites de la realidad y un relato de Raymond Carver. Un hombre se encuentra de pronto convertido en el marido de una vecina, e intenta sobreponerse a la situación mientras trata de averiguar cómo regresar a su vida anterior. Estamos ante un texto raro porque, lejos de recoger un tratamiento humorístico, se impone una pátina oscura que coquetea, sobre todo al final, con el terror. Bizzio maneja muy bien la tensión y la estructura del cuento, que de nuevo impacta. No me quedó muy claro el desenlace, hecho este que valoro positivamente.

Con la tercera y última historia nos ponemos en la piel (quizá mejor en el pellejo) de un faraón egipcio que despierta en el interior de una pirámide después de haber muerto. «La pirámide» es un cuento de curiosa premisa y peculiar desarrollo, aunque quizá sea el más convencional de los tres. Está muy trabajada la sensorialidad y la claustrofobia que envuelve al personaje. Nuevamente albergo dudas respecto al final, que parece hacer referencia a algún tipo de fábula mitológica que no reconozco.

No puede negarse la originalidad de las propuestas de Sergio Bizzio, que de algún modo logra encontrar nuevas vías para el fantástico apartándose de la imitación repetitiva que suele darse. Si bien hay algo que me impide ver los cuentos como redondos, reconozco la calidad de la prosa sencilla del autor y su intención por ofrecer cosas nuevas e imprevisibles.