Título: Poemario para un domingo lluvioso
Autor: Francisco Santos Muñoz Rico
Editorial: Open City
Nº de páginas: 58
Género: Poesía
Precio: 7,50 €
SINOPSIS
El poeta concibe la misión, en un domingo de septiembre tormentoso, glorioso, de escribir, durante la jornada, este poemario.
Podría tratarse de la Historia del Hombre, o de la Historia de la Nada, que a veces es lo mismo.
Después de pasearse desde los infiernos tremebundos hasta las cimas nietzscheanas más próximas a la mentira de los cielos, no llega a ninguna parte, nos dice, se muere, se descubre inconcluso y se sabe incongruente.
No hay lector capaz, no lo hay… claudica sin renuencia.
RESEÑA
Insinúa Francisco Santos Muñoz Rico que este Poemario para un domingo lluvioso nació en un día así, escrito del tirón y creado para que el lector penetre en ese estado de cómoda lobreguez que ofrecen las tardes de invierno. Conociéndolo, sé que su capacidad de trasladar esas emociones a una serie de poemas le permitió tal proeza, reservada quizá solo para genios o locos.
Si bien comienza el poemario con piezas de estructura desatada, la querencia del autor hacia el soneto nos va llevando, poco a poco, hacia el clasicismo mezclado con la cotidianidad moderna. Así, tan pronto tenemos un poema dedicado al viento que se interna en la mitología griega, como un soneto acerca de la paliza sufrida por el poeta al ir contracorriente, o una pieza filosófica que nos explica cómo alcanzar la iluminación.
La naturaleza adquiere un papel importante en la obra, así como otros aspectos como el oficio de escritor o la mirada al pasado, sea este cercano o muy lejano en el tiempo. Dentro de lo heterogéneo del conjunto, encontramos algunos hilos narrativos que conectan unos poemas con otros. Uno de ellos es la propia mirada del poeta al mundo, no desencantada ni resignada sino, más bien, de una objetiva aceptación (o negación, según se mire). Mitología, el padre, filosofía, motivación para escribir… son otros de los temas que se posan sobre el lector durante la lectura. Un universo tan particular como reconocible, tan extraño como familiar.
A modo de ilustración, se permite el poeta el lujo de afirmar, cual inventor eurekaante, que la rata comprende de manera natural conceptos filosóficos, que es cauta cual madre protectora, ¡que es poeta por intuición pura! Incluso, en una muestra de sarcástica metaliteratura, se atreve a anunciar que su inspiración ha terminado, que se acaba el poemario, para seguir unas líneas después y finalizar afirmando que se recuperó, que las musas regresaron, que la poesía no termina.
Con esto queda claro la intención de Poemario para un domingo lluvioso, que no es otra que hablar de lo diminuto y lo universal, de lo divino y lo humano, de la vida y la muerte. Lo que hace toda buena poesía desde que se inventó, vamos, pero pasada por el filtro cáustico y peculiar de Francisco Santos Muñoz Rico.

José Luis Pascual
Administrador
2 comentarios
Me ha encantado la reseña. Es un gusto saber que tengo lectores que desgranan mis profundidades. Un fuerte abrazo
Para leer y releer, amigo. Enhorabuena.