Este ejemplar me sedujo desde webs y estanterías, gritando mi nombre del cuasi Maine (agradezco el regalo, amada). Henchido de curiosidad por el contenido, pues no me paré ni en la sinopsis de contraportada. Y vaya sorpresa me he llevado. Para bien.

Se desmenuza en este ensayo didáctico al señor, al artista Stephen King, su catálogo literario y sus adaptaciones al cine, a televisión y demás curiosidades, como sus Dollar Babies, joyas a encontrar. No parece un trabajo menor, ni poco arduo. ¿Qué tal les habrá quedado a los autores franceses?

Empecemos.

Este recorrido literario y audiovisual es cronográfico, llevándonos desde sus inicios, sus primeros manuscritos y sus primigenias versiones en la gran y pequeña pantalla, explicadas con mimo y conocimiento, además de tener un toque de fan y un sentido del humor y de la crítica que no contrarresta ese amor por la obra del Rey (el homenaje no choca con los juicios severos, certeros y veraces, reconocidos por el propio interesado). Pues no es oro todo lo que reluce, ni miedo todo lo que publica, así que se debate sinceramente de cada novela o compilación de cuentos y su reverso tenebroso en manos de funestos (o excelsos) productores, directores o actores ( y viceversa en femenino).

Además, se agrupa por lo que los redactores, expertos en cine, entienden por sagas de King, por sus lugares de preferencia en los textos, por sus obsesiones y la intrarrelación del que debiera ser llamado multiverso King. Lo que hace que podamos adentrarnos, todavía más, en esos vínculos, junto con las propias relaciones del escritor con el séptimo arte, cualesquiera que sea su función (y ha hecho de todo, guion, dirección, actuación, producción…).  

Encima, añadimos las propias sensaciones que tuvo el propio King de cada una de esas versiones de sus niños y niñas de letra. Y no obviemos que, dentro del análisis de cada novela, se nos vislumbra el estado de adicciones y motivaciones del propio Stephen al redactarlas, una oportunidad para conocerlo aún mejor, si ello es posible para la fanaticada.

He de reconocer que, incluso siendo yo un voraz devorador de todo lo relacionado con Sai King, existen películas que no recordaba o series que en su momento me pasaron desapercibidas (algunas para bien, por lo que intuyo y leo), lo que le aporta mucho valor al contenido de este ensayo.

Objetivamente, este producto está perpetrado por aficionados y para aficionados al autor, al cine de terror en general, y a la misma literatura. Pero no carece de puntos de interés, tanto sociales como humanos y artísticos, para cualquier profano que se acerque (y que tendrá una buena disección de lo que debe devorar o no de King, de novela o de pantalla). El formato, edición ilustrada, un libro grande con tapa blanda, resulta muy atractiva, y su interior no desmerece, con una única pega: hay veces que son incompatibles el color de algunos párrafos anotados con el fondo de esa página (cosa de la alternancia de colores), y eso hace que la lectura de dichas partes, pocas, sea muy muy dificultosa y costosa para el ojo.

En resumen, porque es un producto que habla y se vende por sí mismo. El recorrido que hace este ensayo por las novelas y sus adaptaciones, sin escatimar detalles, merece la pena para cualquier tipo de consumidor que mezcle cine y lectura. Adquirimos nuevas informaciones sobre el amo y señor King, su vida, su evolución como persona y autor, su implicación en los diferentes medios que abarcan su extensa obra (ciento detalles, guiños y anécdotas mediante), que son agradecidos. Y se lee, con interés, en un par de sentadas. Saliendo enriquecido. Tengo que recomendarlo, sobre todo para los acólitos y adláteres de Sai King, el señor Rey, que lo disfrutarán a palmas llenas. Así que, bienvenido a este ensayo ilustrado. Haya más y mejores.

Pd: ese proyecto maravilloso y altruista que son (eran) los Dollar Babies, que me encanta, y aquí se desarrolla largo, ha sido cortado de raíz a finales de este 2023, debido al fallecimiento de la secretaria de King que se ocupaba de los contratos y aprobación de cada guion o proyecto. Una verdadera lástima. Esperemos que retome, pues ofrece oportunidades ignotas para cualquier cineasta que quiera abrirse camino y homenajear al autor. ¡Queremos ese proyecto de regreso!