Tengo el inmenso placer de producir esta reseña, lejos de lo habitual, con un tema central que debe afectarnos a todos y todas, y en ocasiones obviamos, la vida y sus momentos. Porque si algo logra el autor con su prosa, con sus intenciones, con su estilo refinado, con su sinceridad descarnada, es afectar al lector y a la lectora con historias comunes desde el punto de vista de C, alter ego (intuyo) del escritor que firma.

C como persona, como ciudadano del mundo y de ese sur que tanto conocemos. C como marido y como padre, afectado y preocupado. C como escritor, siempre humilde, relatando la realidad inesperada. C como lector insaciable. Y C como fabulador, desatando su imaginación, dando pábulo a los diferentes desenlaces que cada evento que se produce ante sus ojos, y cada decisión que toma (y es tomada), puedan provocar, cambiando no solo su pequeño mundo, sino la concepción del mismo.

Y es que el título de la obra no deviene baladí; el protagonista, el narrador, es un buen hombre, un hombre bueno. Y hombre noble, implicado, inteligente, tímido, respetuoso y afable. Que ama contar, comunicar, inventar, vivir, ayudar, sentir.

Se despliega este manuscrito lleno de emociones a través de una serie de relatos de diferentes extensiones que narran esos días comunes y a la vez especiales, esos momentos, esos detalles que nos hacen pensar, nos colocan en la tesitura de tomar decisiones (difíciles, incómodas, desagradables, decisiones de todo tipo, para bien y para mal). Créeme cuando te digo que te formularás las mismas cuestiones que se elucubra C, sin saber muchas veces cómo, hacia qué bifurcación vital definirte. Complejo asunto.  

Tiene además toques de surrealismo, de filosofía, de contemporáneo, de un realismo tan crudo como sensible y tierno. Las capas de la vida, jornada a jornada, desmontadas, desbrozadas para entender el porqué de cada quién y cada cosa. No resulta tarea menor.

Se compone además de varias partes complementarias pero bien diferenciadas; por un lado, la infancia de C, la inspiración, sus orígenes, vistos desde la edad adulta, lejos de disociaciones, para saber del antes que provoca el ahora, para mirar con nostalgia y aprendizaje. Y ese presente, donde la vida abruma, donde sufre el trabajo, donde disfruta la familia creciente, donde sueña con leerlo todo y escribir una buena parte de cosecha propia. Donde, repito, analiza desde su privilegiada visión la fría humanidad que hemos creado, resaltando su lado negativo, y a la vez alabando cómo podemos ser, todas y cada uno, maravillosos y maravillosas.

Los textos, lejos de ser sinopsiados (debes descubrirlos tú), son los siguientes (atentos a los títulos, el índice habla mucho sobre un texto, y para bien):

SAN JULIÁN, MI CIUDAD IRREPETIBLE

EL BALCÓN DE MI INFANCIA

• El balcón
• La caja de galletas
• La estatua de mi abuelo
• La capacha
• Relatos de ayer, historia de mi pueblo
• Mi primer libro
• Aprendí a leer en el campo
• El carnaval
• Mi padre, mi pueblo
• Un minuto y treinta y siete segundos
• La visión espacial

C Y LA UTOPÍA DE LAS PALABRAS

• Diles que tienes un cajón lleno de historias
• C y la utopía de las palabras
• C y el valor de unas monedas
• Dos alas blancas
• C y el efecto dominó
• La tarde que quiso ser Arturo Belano
• Un semáforo y dos sonrisas
• C y la metamorfosis
• C y el muro ciego de la guerra
• Un mísero café
• C y la presentación
• Bienvenida a nuestro pequeño País de las Maravillas.
• Literalmente loco
• El grito de un pueblo
• Verde frontera
• Soñaba con cambiar el mundo
• Sobre bailes y camaleones
• C y el jardín de las delicias

LA METÁFORA PERFECTA

Esta novela, compendio de varias vidas, va a resultarte inolvidable. Te sacará sonrisas, lágrimas algunas (es el único autor que ha conseguido hacerme llorar en edad adulta). Te hará situarte en el lugar de C, alegrarte y sufrir con él (nostalgia, amor, pena, tristeza, felicidad, injusticia, impotencia, miedo, emotividad, guerra, euforia…). Te trasladará a un mundo real y tangible desde el análisis sentido y crítico para con cualquier tema que puedas imaginar, sin eludir la imaginación, motor maestro de este prodigio de realismo sensible. Todo por medio de textos cortos, directos, tremebundos, empáticos.

Pueda parecer lejos de mis gustos y preferencias habituales, pero es que se descubren tesoros leyendo de todo, a todas y a todos, dando oportunidades, tomando riesgos, esas decisiones a las que alude C y el propio Cecilio Gamaza (observadores y escritores del mundo, vividores). Además, siempre con un homenaje y una referencia y reverencia a la literatura. Qué más, qué mejor. Enhorabuena a Cecilio y a Niña Loba, porque apuestan, y lo hacen con gran acierto.

Tengo que recomendar este libro para todos y todas que gusten de la literatura, independientemente de géneros. Bienvenido, bienvenida. Acabarás por agradecerlo tras la lectura.

Pd: espero que Cecilio siga escribiendo, y no solo eso, sino que haya valientes que lo continúen publicando. Bravo.