Niña con monstruo dentro (Rosa Navarro)

por José Luis Pascual

Título: Niña con monstruo dentro

Autora: Rosa Navarro

Editorial: Bala Perdida

Nº de páginas: 128

Género: Relatos

Precio: 17 €

SINOPSIS

Qué se puede decir sobre una escritora que es capaz de amar y maltratar así, a un mismo tiempo, a sus personajes, que los cuida, los mima, los desecha y los humilla, con ternura y con descaro. Y qué elenco de personajes: una mujer triste que anhela ser como Florence Lawrence, un herrero poseído por el espíritu de Ted Bundy, hombres pez, suicidas sastre, monjas manatíes, niñas gordas sin hambre, maridos planta de interior, amantes de la literatura que no entienden las vulgares rutinas de los astros, psicópatas enamorados, niños perturbados por los misterios de la teología, zagalas que comen flores, cojos que compiten en el Tour, ovejas garcilasianas, cosmonautas heterocrómicos, poetas en horas bajas, babosas apáticas y caracoles vocalistas de orquestas ambulantes, quijotescos repartidores de gaseosa, padres que arden por combustión espontánea y huérfanos que se traicionan entre sí, enamorados malheridos a los que no salva el blues ni el rock and roll, niñas que intentan sobrevivir en las ruinas de un hogar. Pero, en el vasto y mágico territorio de las tierras manchegas de la autora, en esa llanura imprevisible, también podrían ser cualquier otra cosa, por qué no. Podrían ser monjas suicidas, gaseoseros en horas bajas, quijotes garcilasianos, roqueros que comen niñas, o borregos sin hambre que comen plantas de interior con apatía. Porque la imaginación de Rosa no tiene límites.

Del prólogo de Juan Jacinto Muñoz-Rengel

RESEÑA

Como decían los inmortales John Belushi y Dan Aykroyd en The Blues Brothers, I’m in a mission from God. Estoy en una misión de Dios, que no es otra que acercar al foco el cuento escrito en español. Tenemos frente a las narices a una generación de autores que abrazan el género del relato sin ningún tipo de complejo, que están redibujando el mapa literario contemporáneo y que, a pesar de ello, son sistemáticamente ignorados por editoriales y lectores. Es hora de poner remedio a eso, we’re putting the band back together.

Rosa Navarro. Apuntad bien fuerte este nombre. Niña con monstruo dentro pone en liza a una autora obstinada en ese noble arte que es la búsqueda incondicional de la palabra adecuada y su puesta al servicio de una mirada esquinada, retorcida y satisfactoriamente despiadada. De este modo, encontramos narradores que se resignan porque son unos perdedores ante las exigencias de la propia Rosa Navarro; hombres pez con más de hombre que de pez y que, aun así (o quizá por ello mismo), son incapaces de encontrar el amor; suicidas de pareceres muy oscilantes, o la historia de Héctor, el primer ratón lanzado al espacio.

La autora conjuga el humor con cierto estilo clásico pero llevado a nuestros tiempos con maestría, siempre desplegando una imaginación imbatible. Abruman el tono, la ironía, las diferentes voces narrativas. Abruma, sobre todo, la sobrenatural elección de palabras, la asombrosa precisión de las frases y lo que se oculta tras ellas. El rutinario reconocimiento del milagro, como esas puestas de sol del cuento. Cosas de prestidigitadores.

Como ejemplo, uno de tantos, «No le saque punta, Alférez», cuento redondísimo que expone la cualidad tonal de una autora en estado de gracia. Los personajes, la trama y el peculiar narrador se amalgaman para enamorar a cualquier amante de la literatura. Y qué decir de la imaginación. Ovejas con rasgos kirduglianos que declaman a Garcilaso, presentadores renegados de premios de poesía, reinterpretaciones lastimosas de Don Quijote, enfrentado ahora a una horda de turistas japoneses… Difícil elegir un favorito entre tanta delicatessen, pero por su ambigüedad y peso triste, me quedo con «Yo maté a Johnny Winter». Un cuento narrado a través de pequeños capítulos que se titulan como canciones de Johnny Cash ya me tiene ganado. Además, hace gala de una madurez narrativa exquisita y esconde, me atrevo a aventurar, mucho de autenticidad. 

Frente a la frescura y cierta impresión de color, el libro deriva sin que nos demos cuenta a un tramo final gris, atardecido, convirtiendo el volumen en un precioso fin de semana que el domingo por la tarde torna nervioso e incierto. El giro es maravilloso, te toma por sorpresa y logra que la sensación final sea de obra importante, de literatura relevante. No es casual su doble nominación a dos de los premios de cuento más importantes del país, logrando ganar el Tigre Juan en 2023.

No dudo que detrás de cada texto existe un minucioso trabajo de selección de la palabra adecuada, pero tampoco dudo del otro aspecto que da fe de un desparpajo y una naturalidad arrebatadores: el puro talento. Sin él, no existiría este libro. Sin él, la niña no albergaría un monstruo dentro.
It’s 106 miles to Chicago, we got a full tank of gas, half a pack of cigarettes, it’s dark… and we’re wearing sunglasses.

1 comentar

Daniel Aragonés marzo 5, 2025 - 10:15 am

Son tantos y tan buenos autores y autoras. Hay una explosión brutal. No doy para más.

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