Después de leer la reseña que Franky hizo a Carlos Sisi, y habiendo chateado con los compañeros del Monolito largo y tendido sobre todas estas críticas que hacemos, navegando entre grandes clásicos y obras modernas que ahondan sin miramientos en la psique humana, me veo en la obligación de hacer una crítica algo menos positiva de Aniquilación. Con esto no quiero desmerecer al autor o a la editorial, por supuesto. Simplemente me he sentido algo engañado por mi propia ambición. Puede que esperase más, probablemente, y al no cubrir las expectativas me he sentido algo decepcionado.

La historia se presenta con un estilo sobrio y sin aristas personales. Los personajes se sitúan en la acción de un modo introspectivo, incluso algo cruel. Como bien dice el autor, su escritura carece de estilo. Escribe de una manera en la que el propio narrador está tres veces más fuera de la historia que un narrador convencional en tercera persona. Para algunas personas esto puede parecer frío, sin embargo para otras es positivo porque les permite leer sin llegar a involucrarse del todo.

La destaco como una historia reivindicativa en la que el autor no deja de hacer crítica continua, incluso cuando no la hace, cosa que me parece bien. El Sr. Michel afila su hacha y empieza cortar cabezas en cuanto se pone a escribir. Alejado de la exuberancia, reconcentrado, profundo, sensible, nos muestra un retrato de la Europa en la que vivimos, de la Europa que él ve a diario. En sus seiscientas páginas nos muestra cómo son, sin tapujos, las relaciones sentimentales y familiares. Nos habla de la enfermedad y cómo se asimila en este mundo cambiante que pisan nuestros cansados pies. Es una obra que puede llegar a deprimir, en el buen sentido. Todo esto me parece positivo, cuidado.

Quizás por la edad, no lo sé, pero en esta novela el autor se aleja de su nihilismo habitual y enseña una cara menos derrotista, lo cual me aleja como lector, de forma inevitable. No se puede decir que la novela sea mala, al contrario, solo que me esperaba algo mucho más underground y cañero. Más pesimista. 

Bajo mi criterio es más un best seller disfrazado de obra de culto, que esa maravilla que todos se esperan leer cuando cae en sus manos una obra firmada por este autor, con este título y esa forma fulminante de entrar en el mercado.