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El recién electo presidente de los Estados Unidos recibe una carta en la que se le informa del descubrimiento de una estructura no humana en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Una misión tripulada ha sido enviada en secreto para recabar más información.
La carta 44 es una historia de ciencia ficción creada por Charles Soule y el dibujante español Alberto Jiménez Alburquerque que retoma los esquemas de los relatos de la época dorada del género. El espíritu de nombres como Isaac Asimov o, sobre todo, Arthur C. Clarke, sobrevuelan la obra en todo momento. La admiración de Soule hacia estos escritores queda patente en numerosos homenajes (el proyecto Monolito, la USS Clarke, la nave de exploración Bowman, el cilindro perfecto que recuerda a la saga de Rama). Ver plasmado en un cómic el clásico planteamiento de la aparición de un artefacto alienígena y las repercusiones de ello en nuestro planeta resulta un gustazo para los que crecimos leyendo sagas como Cita con Rama, 2001 o Fundación.
El guión de los primeros 6 números que componen este primer volumen es de esos que te enganchan desde el principio, proponiendo un misterio que irá desvelándose poco a poco. Formalmente, la obra se desarrolla alternando continuamente dos tramas: la del presidente de los USA (un claro trasunto de Barack Obama, por cierto) por una parte, y la de los astronautas que han de intentar tomar contacto con el objeto extraterrestre por otra. Además del tema principal, tenemos grandes dosis de conspiraciones políticas y del día a día de unos cosmonautas que han de pasar mucho tiempo en una pequeña nave sin mucho que hacer. Lo cual, aunque parezca lo contrario, termina resultando de gran interés para el lector y complementa perfectamente la trama esencial.
Si bien el arte de Alberto Jiménez Alburquerque puede parecer poco llamativo de primeras, no tarda en conquistarnos revelándose como un dibujo con un estilo propio y original. Los personajes están perfectamente caracterizados y son plenamente reconocibles. Además el diseño de toda la ingeniería, ya sea terrestre o extraterrestre, está muy conseguido.
Norma Editorial ha puesto su granito de arena dotando a la edición española con una portada especial que tiene unos tonos brillantes que llaman poderosamente la atención. Como únicos extras se adjuntan un par de “expedientes” que nos ayudarán a identificar mejor a los personajes.
Con “La Carta 44”, Soule y Alburquerque nos regalan un cómic tremendamente entretenido que nos tendrá pegados a sus viñetas y hará que deseemos tener en nuestras manos el siguiente volumen. El cariño con que está hecho, con gran influencia de la ciencia ficción clásica, es muy de agradecer hoy día. Sólo puedo recomendaros que vayáis a la tienda más cercana y os hagáis con un ejemplar. ¿A qué esperáis?
Mi nota: 8