Ganador genuino & Piti break (Unbrained Comics)

por Daniel Aragonés

SINOPSIS

GANADOR GENUINO:
¡ESTAMOS VIVIENDO LA MAYOR ANIQUILACIÓN DE LA MASCULINIDAD DE LA HISTORIA! ¡Esta puta matrix quiere mantenernos débiles, enchufados a las putas máquinas! ¡ABRE LOS PUTOS OJOS! ¡Tómate la red pill! ¡Deja de ser un jodido simp! Yo antes era un puto beta como tú. Corría detrás de las faldas con la masculinidad totalmente desenfocada. ¿Quieres estatus ¿Mujeres? ¿Game? ¿Libertad financiera? ¿Ser un puto alpha? ¡Pues lee GANADOR GENUINO!

PITI BREAK:
Desde el inicio de los tiempos existe un pacto no escrito entre todos los trabajadores del mundo. Un breve lapso de tiempo en el cual se descansa, se socializa y sobre todo, se fuma. Ese momento sagrado es conocido como Piti Break. Acompaña a una adolescente gótica con un oscuro secreto, a un mutante medio pato medio oso y a un cuarentón porreta por sus surrealistas e hilarantes descansos, mientras intentan escapar de la triste realidad que les toca vivir. Un cómic sobre la amistad, las crisis existenciales, la gentrificación, los trabajos precarios y el tabaco… mucho tabaco.

Reseña

La incursión forzada de este sello en el mundillo editorial me tiene cautivo. No sé si por el recuerdo, que me traslada a mis años adolescentes —lapso que me transformó en un dragón devorador de sátiras—, o por el sabor anárquico que dejan las publicaciones de Unbrained Cómics una vez degustadas. El caso es que me gusta tener a mano sus cómics. Me apasionan las publicidades convertidas en pegatinas, chapas y payasadas por el estilo. Sigo vivo y me gusta mantener despierto a ese chaval que se reía con cualquier gilipollez.  

Lo que voy a decir, inspirado en sus dos últimos lanzamientos, Piti break y Ganador genuino, es todo bueno, solo que lo voy a envolver en basura. «Trash-cómics» podría ser la etiqueta que busco. Adoro esa cosa con dedicación exclusiva a lo cutre. Sobrevolando temáticas de sobremesa, relacionadas con los trabajos de mierda, la precariedad social y los jodidos YouTubers —que nos comen la tostada—. Tener estos trabajos en mi época hubiese sido motivo de conflicto en casa. Por suerte todo ha cambiado, o eso parece.

Voy a profundizar un poco:

Si pienso en Piti break no puedo evitar acordarme de Clerks, puesto que se centra en un descanso para fumar. Momento de mofa. De crítica. De purga. Allí se juntan varios de los trabajadores de un centro comercial, y de una forma directa hacen una crítica a las franquicias, a lo mal que está el mercado laboral, a lo copioso de una sociedad decadente. Me encanta que se caguen en los clichés. Partiendo de esa base, la cosa se convierte en algo surrealista y las historias empiezan a crecer hasta deformarse por completo. Como ya he dicho, Clerks podría ser un buen punto de partida.

Con Ganador genuino ocurre algo similar. Rollo adolescente. Inseguridades. Búsqueda de la identidad. El abandono del verdadero ser. Siempre ocurre igual. Un chaval se siente atraído por una chica y ante la oposición social autoimpuesta acaba haciendo caso a un youtuber que centra su mensaje en la misoginia y el culto al cuerpo. Locura. Violencia. Odio. Una crítica absoluta dirigida al extremismo dominante. El chaval abandona su camino y cambia por completo la forma de su cuerpo y el contenido de su cerebro. Así funciona el mundo.

Podría hacer un desglose profundo y hablar de los estilos, de las técnicas. Pero creo que estas obras solo merecen una cosa: ser leídas. Igual que hacíamos con El Jueves hace un par de décadas, podemos hacer ahora con este rincón de autenticidad. Sin duda, la acidez está servida. Me atrevería decir que son cómics para adolescentes y adultos, pero me expongo a una detención y tres días en el calabozo.

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