Título: Operación Amanecer
Guion: Henry Zebrowski, Marcus Parks
Dibujo: David Rubín
Editorial: Astiberri
Nº páginas: 120
Género: Humor, vampiros
Precio: 16 €
SINOPSIS
Un grupo de jóvenes vampiros alienados conocidos como “Bichos” planea robar un objeto mágico a los vampiros originales para volver a convertirse en humanos. Por el camino descubrirán que un enorme submundo de monstruos, un plan secreto orquestado por las criaturas antiguas, unos cazavampiros militares de élite y otras locuras inimaginables se interponen en su camino para recuperar la humanidad.
RITUAL
Reconozco que me lancé a por este primer volumen de Operación Amanecer gracias a la figura de David Rubín, de quien he podido disfrutar sus últimas obras, tanto dibujadas como totales. Garantía de calidad, de entretenimiento, de buenas historias. No hubo duda.
Alguna más me generó ver que trataba sobre vampiros. Un subgénero sobreexplotado, como tantos otros, agostado, vencido, aburrido en su mayoría de vertientes. ¿Qué esperar entonces?
Diversión. A raudales.
Dentro de un estilo de dibujo gamberro y caricaturesco, la historia nos lleva de la mano de la descastada Hex, quien, en su vida de deambulares, se encuentra con el freak Steve, destacando que ambos son bichos, vampiros menos que menores. Excrementos de vampiros que son cazados también por sus supremos. Dentro de esta peculiar no conexión que establecen, son contactados por un VO, vampiro original, Anwar Gobin, quien los requiere para un plan que nunca termina de explicar, que requerirá de no se sabe qué habilidades que puedan tener Hex y Steve, y que acarrea un peligro constante junto a una traición subyacente. Y no es que acepten, exactamente, pero si no entrasen al juego, no tendríamos comic, así que, a la aventura.
Me gusta. Mucho. La historia quiere reinventar con humor y humor negro el mundo de los chupasangres, sus castas, lo especialitos que son, evolucionando (o involucionando) a medias esa génesis, sin terminar de atisbar en esta primera entrega hasta dónde llegaremos. Diálogos frescos, agilidad en el ritmo tanto visual como narrativo, ese vandalismo de trazo que aporta Rubín, y, tachán, tenemos una muy buena novela gráfica, de trama atractiva y lectura vertiginosa, con mucho carmesí. Conociendo los estratos, el mundo subterráneo, las fuerzas que operan y ordenan por encima de nosotros, los humanos (en caso de que tú lo seas) y de los bichos. Una guerra en ciernes que se desatará por completo en la continuación, que ya aguardo con ganas.
Una estupenda novela gráfica con buenas sensaciones para todo aquel y aquella que guste de acción ,risas, sorpresas, y una pizca de atmósfera tenebrosa. Ah, sí, y vampiros. Muchos vampiros, clásicos, nuevos, cutres o todopoderosos, en pos de un artefacto que… (ups, escucho ruidos, tengo que dejar el ritual aquí, lo siento…).
Recuerda, lee Operación Amanecer. Para pasar un muy buen rato.
PD: Me persiguen. Hablé demasiado. No contemplaré otro ocaso como ya nunca disfrutaré del sabor del amanecer…
Román Sanz Mouta
Redactor