SWEET HOME (Rafa Martínez, 2015)

por José Luis Pascual

Alicia aprovecha su condición de asesora inmobiliaria para darle una sorpresa a su novio y celebrar su cumpleaños en un piso abandonado. Pero durante la velada, se darán cuenta de que hay alguien más en el edificio.

Gracias a la buena gente de Aullidos pudimos disfrutar del preestreno de esta película que supone una buena carta de presentación para su director Rafa Martínez. Tras unas simpáticas palabras del propio director y algunos de los actores, comenzó la proyección de Sweet Home. Acudí al pase totalmente vírgen, sin saber absolutamente nada de la película y sin haber visto más imágenes que la del póster. Digo esto porque el ir sin ningún tipo de expectativas a una proyección puede influir sobre el resultado, y en este caso me llevé una agradable sorpresa.

“Sweet Home” es una cinta de terror que, sin inventar nada nuevo, está rodada con buen pulso y consigue momentos de atmósfera bastante logrados. Podríamos decir que estamos ante un Rec (2007) sin zombies, ya que toda la acción transcurre dentro de un edificio de viviendas localizado en Barcelona y muy similar al de la película de Balagueró y Plaza
El desarrollo de la trama es totalmente típico y aporta pocas sorpresas, pero está muy bien contado. Te mete en situación desde el principio, pero arranca de verdad cuando hace su aparición el personaje del exterminador. A partir de ahí toda la intensidad se va incrementando hasta llegar a un clímax tan predecible como agradecido. Los momentos de tensión se suceden, estando unos más logrados que otros. La carga de violencia y sangre es bastante generosa pero sin llegar a saturar ni molestar.
Técnicamente la película no desentona, y los momentos más truculentos están bastante bien resueltos. Incluso aporta alguna buena idea en cuanto al modo de deshacerse de esos desagradables restos que hay que limpiar.

Del corto reparto hay que destacar sin duda el trabajo de Ingrid García Jonsson, convertida aquí en una scream queen en toda regla y que aguanta sin problemas todo el peso de la película. Junto a ella aparece el veterano José María Blanco en un pequeño papel, y otros actores poco conocidos como Bruno Sevilla u Oriol Tarrida.

Para terminar, hay que apuntar que “Sweet Home” tiene un ligero fondo de crítica social, tocando el tema de los deshaucios y la especulación inmobiliaria de un modo similar a como hacía la hongkonesa Dream Home (2010) aunque sin llegar a sus excesos.
Pese a ser predecible y poco original, “Sweet Home” luce orgullosa su espíritu de serie B rodada con mucho mimo. Para ser una ópera prima, a Rafa Martínez le ha quedado una película simpática y resultona, y eso, hablando de cine de género en España, ya es mucho decir.

Mi nota: 6,5

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