Tras el baño de realidad que, en contra de la “crítica especializada”, supuso Un monstruo viene a dormirme verme, no puedo negar que tenía cierta curiosidad por ver lo que Juan Antonio Bayona era capaz de hacer metiéndose en una franquicia tan comercial como la de «Jurassic Park». Jurassic World: El Reino Caído es la continuación de ese reinicio de saga que fue Jurassic World (Colin Trevorrow, 2015), situándonos un par de años después de los acontecimientos que tuvieron lugar en ella.
Para ser una película de gran presupuesto, los efectos visuales no están a la altura, notándose el “cartón piedra” en momentos que no debería. Ya sé que en este tipo de productos el guion no es lo más importante, pero hay que decir que aquí el libreto me resulta francamente lamentable, siendo capaz de utilizar algunos recursos que dan vergënza ajena (sin soltar spoilers, lo que han inventado para justificar cierto comportamiento del personaje de la niña es de traca) que nos harán preguntarnos en más de una ocasión si estamos viendo una entrega de la saga creada por Spielberg o su explotación por parte de Asylum.
En favor del director español diré que no creo que el resultado final sea en gran parte culpa suya. En una superproducción de este tipo supongo que los márgenes para que el director juegue sus bazas han de ser bastante limitados y que cualquier amago de introducir un toque de autor se va a ver reducido a la nada. Eso sí, algo de culpa hay que achacarle, y cierto es que Bayona intenta acoplarse a la labor de “artesano” y no termina de salirle, quedando su trabajo en algo muy irregular.
En la parte actoral, da la sensación de que el personaje de Chris Pratt ha cedido unas cuantas dosis de carisma y protagonismo a su partenaire femenino, una Bryce Dallas Howard que le supera en presencia (tal vez el público femenino no esté de acuerdo con esta apreciación, todo hay que decirlo).
En definitiva, estamos ante un claro paso atrás en la franquicia, que solo queda taimado por la promesa implícita dentro del epílogo de la película, que muestra algo que muchos llevamos años queriendo ver. Espero que merezca la pena.