Llega la vigésima entrega de la sección Visionados en breve, en la que me dedico a desgranar cuatro películas en pocas líneas. En este caso tocan dos cintas de terror, un thriller y una película de animación.
IN FEAR (Jeremy Lovering, 2013)
Interesante cinta de terror que juega con los clichés del género de un modo inteligente y, al mismo tiempo, algo tramposo. In fear cuenta una historia con un arranque poco original —una joven pareja intenta llegar a un apartado hotel en coche, pero se ven atrapados en un laberinto boscoso que no parece ir a ningún lado—, para desarrollar una trama que propone una situación de tensión creciente. El acierto de la película es su ambigua articulación, ya que engancha al espectador sin dejarle adivinar qué está pasando realmente. El problema viene dado por el estiramiento de una situación que hubiese funcionado mejor en un cortometraje. Aun así, me parece una película recomendable que cuenta con un puñado de momentos bastante inquietantes.
VIUDAS (Steve McQueen, 2018)
Interesante producción que cuenta con un buen material de base (adapta una añeja miniseria británica y cuenta con el guion de la escritora Gillian Flynn). Pese a lo interesante de su trama y a su potente reparto, que termina siendo lo más positivo, la película termina cayendo víctima de la indefinición de su tono. Sin decidirse a tirar hacia el drama potente o hacia el thriller de atracos, el director Steve McQueen fusiona ambos géneros en un mejunje que, aun siendo bastante disfrutable, para mi gusto acaba siendo algo pastoso. Además, el guion presenta un giro a mitad de película que podría considerarse algo tramposo. Como digo, solo por las interpretaciones del elenco actoral es recomendable su visionado. Lamentable la escena del código numérico que abre la caja de seguridad, por cierto.
CADÁVER (Diederik Van Rooigen, 2018)
Modesta cinta de terror con pocas pretensiones, cuyo título original es The possession of Hannah Grace. Lo que nos propone el director Diederik Van Rooigen es una suerte de mezcla entre El vigilante nocturno (Ole Bornedal, 1994) y La autopsia de Jane Doe (André Ovredal, 2016), dando como resultado sin embargo un producto muy desigual y poco estimulante. Aunque la película arranca de manera correcta y logra crear cierta atmósfera claustrofóbica, los estrambóticos giros de guion que se producen en su segunda mitad terminan lastrando demasiado una producción que al final puede considerarse como un pequeño entretenimiento para un momento en que no tengamos nada mejor que ver, pero poco más.
RALPH ROMPE INTERNET (Phil Johnstone, Rich Moore, 2018)
Sorprendentemente aburrida durante su primer tercio, Ralph Rompe Internet termina superando sus problemas de ritmo iniciales para convertirse en una más que correcta y acertada crítica a la moderna sociedad de consumo. Más adulta que su anterior entrega, esta secuela termina convenciendo gracias a su afilado guion, aunque el componente de moraleja asociado a las películas de animación infantiles continúa estando presente.
A nivel técnico todo está muy bien ajustado, y esta secuela nos regala unas cuantas estampas muy imaginativas (impagable el momento de reunión de princesas Disney). Bastante recomendable.