LA VERDADERA HISTORIA DE LA BANDA DE KELLY (Justin Kurzel, 2020)
El delicado regreso del director Justin Kurzel tras la magnífica Macbeth y la desastrosa Assassins Creed se salda, afortunadamente, con un regreso al tono de la primera para narrar un potente western. La biografía de Ned Kelly queda retratada de manera cruda e intensa, gracias a un fenomenal trabajo de fotografía, a unas interpretaciones muy logradas por parte de un completo reparto coral (ojo al chaval Orlando Schwerdt) y a una historia con bastante chicha que admite momentos de explicitud e impacto. Muy recomendable.
ALGUNAS BESTIAS (Jorge Riquelme Serrano, 2019)
Modesta producción chilena que compensa sus carestías prepupuestarias con una propuesta que por momentos puede emparentarse con el cine de Yorgos Lanthimos o con El ángel exterminador de Buñuel. Un núcleo familiar queda atrapado en una isla de su propiedad después de que el guardián del lugar desaparezca. Esto provoca una escalada de tensión entre los protagonistas que explota en un enfrentamiento inmoral. La sutil turbiedad de algunos planteamientos de Algunas bestias culmina en una escena brutal, de las que resultan difíciles de soportar por cómo se alarga y lo que supone. No puedo contar más, me parece una película interesante para los que no temen adentrarse en los baremos de extremismo moral que ofrecen algunos de los títulos mencionados.
RELIC (Natalie Erika James, 2020)
Cinta de terror que sabe mezclar en tono y concepto la crueldad de una enfermedad como el alzheimer y la terrorífica ambigüedad derivada de la soledad y el aislamiento. Aprovechando un casting de tres actrices de distinta generación, la película de Natalie Erika James consigue generar una atmósfera densa y pesada a través de un desarrollo pausado que solo en la parte final cede al efectismo del terror moderno. Con ecos de La visita pero en un tono más sobrio, lo más destacable de Relic es la metáfora de su desenlace, que si bien rompe con la coherencia argumental, sirve para elevar la película por encima de sua aparentes intenciones. Echenle un ojo.
SHE DIES TOMORROW (Amy Seimetz, 2020)
El segundo largometraje como directora de Amy Seimetz (a la que hemos podido ver en su faceta de actriz en películas como Upstream Color o Cementerio de animales) es una inclasificable historia en la que, literalmente, la sensación de que uno va a morir al día siguiente se extiende entre los personajes como un virus. Este original planteamiento se desarrolla a un ritmo extremadamente pausado que puede exasperar a cierto público, pero al mismo tiempo despliega un negrísimo y delirante sentido del humor que acerca la película a propuestas todavía más arriesgadas. La potencia visual y experimental es influencia reconocida del cine de Nicolas Winding Refn, pero She dies tomorrow contiene suficiente personalidad propia como para ser tenida en cuenta a la hora de valorar las películas revelación de este aciago 2020.
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El delicado regreso del director Justin Kurzel tras la magnífica Macbeth y la desastrosa Assassins Creed se salda, afortunadamente, con un regreso al tono de la primera para narrar un potente western. La biografía de Ned Kelly queda retratada de manera cruda e intensa, gracias a un fenomenal trabajo de fotografía, a unas interpretaciones muy logradas por parte de un completo reparto coral (ojo al chaval Orlando Schwerdt) y a una historia con bastante chicha que admite momentos de explicitud e impacto. Muy recomendable.
Modesta producción chilena que compensa sus carestías prepupuestarias con una propuesta que por momentos puede emparentarse con el cine de Yorgos Lanthimos o con El ángel exterminador de Buñuel. Un núcleo familiar queda atrapado en una isla de su propiedad después de que el guardián del lugar desaparezca. Esto provoca una escalada de tensión entre los protagonistas que explota en un enfrentamiento inmoral. La sutil turbiedad de algunos planteamientos de Algunas bestias culmina en una escena brutal, de las que resultan difíciles de soportar por cómo se alarga y lo que supone. No puedo contar más, me parece una película interesante para los que no temen adentrarse en los baremos de extremismo moral que ofrecen algunos de los títulos mencionados.
Cinta de terror que sabe mezclar en tono y concepto la crueldad de una enfermedad como el alzheimer y la terrorífica ambigüedad derivada de la soledad y el aislamiento. Aprovechando un casting de tres actrices de distinta generación, la película de Natalie Erika James consigue generar una atmósfera densa y pesada a través de un desarrollo pausado que solo en la parte final cede al efectismo del terror moderno. Con ecos de La visita pero en un tono más sobrio, lo más destacable de Relic es la metáfora de su desenlace, que si bien rompe con la coherencia argumental, sirve para elevar la película por encima de sua aparentes intenciones. Echenle un ojo.
El segundo largometraje como directora de Amy Seimetz (a la que hemos podido ver en su faceta de actriz en películas como Upstream Color o Cementerio de animales) es una inclasificable historia en la que, literalmente, la sensación de que uno va a morir al día siguiente se extiende entre los personajes como un virus. Este original planteamiento se desarrolla a un ritmo extremadamente pausado que puede exasperar a cierto público, pero al mismo tiempo despliega un negrísimo y delirante sentido del humor que acerca la película a propuestas todavía más arriesgadas. La potencia visual y experimental es influencia reconocida del cine de Nicolas Winding Refn, pero She dies tomorrow contiene suficiente personalidad propia como para ser tenida en cuenta a la hora de valorar las películas revelación de este aciago 2020.
