Quizás su hija tenía razón. Ya eran mayores; sabrían actuar si había una emergencia como que la comida no tuviera la suficiente cantidad de sal o su madre se empeñara en bañarse antes de dormir. ¿Y si no era su teléfono el que sonaba? ¿Y si su padre volvía a llamarla para contarle cómo le había ido en el Más Allá? Entre el borboteo del agua en la que hervían las patatas, se coló otro pensamiento. Un día también se cansarán de ti.

Esa frase. Un día también se cansarán de ti. En ella radica el más profundo terror que encierran las páginas de esta novela en la que los roles familiares cobran una importancia fantasmal. El miedo al futuro es comprensible, humano y natural. Pero comprobar en propias carnes la crueldad del porvenir, a través de un anticipo que entronca con el espectro de las navidades futuras, es lo que resquebraja la concepción que tenemos de nosotros mismos. Si a ello le sumamos el enfrentamiento entre tradición y mentalidad moderna, el conjunto puede dar al traste con cualquier intento de mantener la normalidad, la habitualidad, la cordura.  

Suele decirse que a menudo las grandes historias se guardan en tarros pequeños. Amelia, la protagonista de Quién cuidará de ti, sabe mucho sobre guardar historias, sentimientos y necesidades en cajitas cuyas tapas amenazan con saltar por los aires. La metáfora es sencilla y clara: hay cosas que no pueden ser contenidas. Verónica Cervilla (La bruja de Biertan, Al otro lado del espejo) ha sacado todo lo que tenía guardado y lo expone ante nuestros ojos, a través de una historia y una serie de sentimientos y necesidades.

Quién cuidará de ti, novela ganadora del IV Premio Ripley, afronta una situación delicada que suele obviarse en la ficción: el verse obligado a hacerse cargo de una madre enferma y cuidarla durante sus últimos meses de vida. Amelia y sus dos hijos adolescentes se encuentran de repente en ese trance, que se agravará por dos frentes: la continua confrontación de Amelia con su hermana Elisa, y las extrañas visiones que comienza a experimentar su madre, y que toman la forma de unos hombres vestidos de gris y de una niña con un lazo amarillo en la cabeza.

La obra, pues, ahonda en ese momento al que muchos nos vemos abocados y que puede resultar fuente de miedos y terrores desde temprana edad. Ver el deterioro de tus progenitores en primera persona y enfrentarte a su desaparición es una parte de la vida que ha tenido su repercusión en todo tipo de obras de carácter dramático. Sin embargo, no es tan habitual ver tal situación en una novela que toca el terror. En realidad, Quién cuidará de ti prescinde del terror fantástico para situarnos dentro de un miedo muy real. Es cierto que la mayor parte de la novela transcurre dentro de unos parámetros realistas más cercanos al drama costumbrista, pero a lo largo de sus capítulos se van dispersando pequeñas semillas de terror que germinan en la parte final.

Sin duda, lo más destacable de la obra está en su capacidad para hacernos partícipes del sufrimiento de la protagonista. No es complicado empatizar con su situación, ya que es muy posible que, en mayor o menor medida, todos hayamos pasado por momentos similares o tengamos gente cercana que lo ha hecho. Ahí brilla la sencillez de la narración de Verónica Cervilla, que tiene claros los puntos a los que otorgar mayor fuerza para tocar nuestra fibra. La autora demuestra su capacidad para recrear una historia dotándola de una absoluta autenticidad y, al mismo tiempo, introducir pequeñas píldoras de ambigüedad que puedan hacernos dudar. Todo ello plasmado en una prosa clara que cumple con creces su función de meternos de lleno en la mente de la protagonista.

He disfrutado especialmente el desenlace, ya que es donde todo se difumina y emborrona para lograr un efecto de distorsión de la realidad que se adhiera al lector. No puedo negar que me hubiera gustado ver ese tipo de recursos un poco más integrados en el resto de la novela, pero entiendo que la idea era el impacto rupturista, y ahí funciona a las mil maravillas para que el poso sea mayor.

La historia de Quién cuidará de ti es grande por su universalidad, y viene guardada en la travesía de Amelia y su familia hacia la oscuridad. Los roles familiares tradicionales quedan puestos en tela de juicio, y en una época en la que está de plena actualidad la ejecución de la eutanasia, la novela puede abrirnos los ojos a su realidad. ¿Hemos de hacer caso a las voces que nos hablan desde un teléfono desconectado? Al final, ¿quién decide, si no eres tú?