Comunicado: Cambio de órbita
A veces nos quedamos sin combustible. Es lo que tienen los viajes interestelares, que exigen décadas para alcanzar rincones de galaxia inexplorados y, no cabe duda, no todas las naves están preparadas para continuar ad aeternum en las mejores condiciones. Es por ello que he decidido, como responsable de este espacio, cambiar la órbita y seguir adelante, sí, pero de una manera muy distinta.
A partir de ahora, Dentro del Monolito vuelve a sus inicios y se convierte en un proyecto unipersonal, una bitácora que seguirá ocupándose de la cultura popular y especialmente de la literatura y el cine, aunque quizá no tan centrada en los géneros fantásticos como hasta ahora.
Aunque es probable que sigáis leyendo a algunos de los nombres que han alimentado a esta revista digital durante los últimos años, hoy toca despedir a una tripulación que considero hermana y amiga. No voy a nombrarlos uno por uno (ahí tenéis la sección «Quiénes somos», que quedará fijada por siempre), pero diré que su aportación me ha proporcionado los mejores años de mi vida a nivel de creador de contenido y me ha enseñado cómo dirigir un proyecto multitudinario, además de hacerme sentir como un editor con todas las letras. Más allá de eso, me queda su amistad, ese tesoro tan poco frecuente en nuestros días, y mi agradecimiento eterno. Os quiero, muchach@s.
Dentro del Monolito lleva diez años en los insondables espacios de internet, y las cosas han cambiado mucho en todos los sentidos, especialmente a nivel personal. Como editor, mi tarea ha consistido en recoger los textos de mis redactores y darles forma en la web (corregirlos, maquetarlos, agendarlos, programar los posts en las distintas redes sociales…). En los últimos años hemos sido, de largo, la revista digital con más contenido de cuantas conforman el panorama literario de género. Publicar entre tres y cuatro entradas semanales no es moco de pavo, tanto que se acerca peligrosamente a la mecánica de un diario digital. He hecho cuanto he podido, invirtiendo horas y horas y horas de mi tiempo libre. Quizá mi perfeccionismo no me ha permitido delegar cuando se me ha ofrecido esa posibilidad, pero entiendo el trabajo de editor como responsable último de todo cuanto se publica. Cae sobre mi responsabilidad, por tanto, el no haber sabido llevar este proyecto a un nivel más alto, el no haber sabido monetizar para continuar, el no haber sido lo suficientemente competitivo como para que el público general (y el lector de géneros fantásticos en particular) nos haya conocido. Pero no se puede estar a todo.
Ha llegado un momento en el que esta web me demanda tanta atención que, por un lado, se ha convertido en una carga que me exige mucho más de lo que me aporta; y, por otro, me imposibilita dedicarme a escribir, que es en lo que quiero centrarme, y poco ayuda a mi carrera como asistente editorial (por cierto, si necesitáis un editor o un corrector, echad un ojo a mi web de servicios editoriales, creo que la labor en el Monolito ya es indicativa de cómo trabajo).
A todo esto hay que sumarle el signo de los tiempos. La inmediatez a la que nos hemos habituado provoca que cada vez menos gente se siente a leer una reseña escrita o un artículo de opinión. Todo se orienta hoy a lo audiovisual (algo que tampoco he sabido explotar, viendo el escaso éxito de nuestro canal de YouTube).
Por todo ello, a partir de ahora Dentro del Monolito pasa a ser una web en la que seguiré volcando mis inquietudes en forma de reseñas, artículos o cualquier otra cosa que se me ocurra. Eso sí, la regularidad pasará a ser discontinua. Habrá temporadas en las que pueda publicar un artículo a la semana, otras en que lo haga cada quince días, y otras en las que tarde más. No importa. El contenido seguirá manteniendo la calidad habitual, y estará disponible para quienes deseen seguir leyéndome.
Quiero aclarar que el podcast Territorio Extrañer va a continuar vivo y ligado a la página gracias a mi querido y admirado Vicente Ortiz, quien ha sabido tomar las riendas de un proyecto tan exigente, y al que ha sabido dotar de una entidad propia muy especial. De la misma manera, seguiremos dando guerra en MonoliTOC, el programa que realizo junto a mi hermano Juan Carlos de TOC Libros.
En fin. Gracias de nuevo a mi equipo de redactores por la dedicación y el cariño vertidos a lo largo de los últimos años, a todas las editoriales que han confiado en este proyecto, a los autores que han querido que sus obras obtuvieran un hueco, a los lectores que nos habéis apoyado. Ha sido todo un placer y espero que siga siéndolo. Seguimos en contacto, aunque sea desde una órbita distinta.
José Luis Pascual
Administrador