“Desde el exorcismo, es Mae la que no ha podido dormir. Las luces, que ya no parpadean ni zumban en la noche, se han apagado. Su esposo se alarga cerca del centro de la cama, libre de preocupaciones y sin adentrarse en el espacio que le corresponde a ella. Ellis había roncado cada una de las noches de los veintiocho años que llevaban juntos, hasta que el Padre Darcy expulsó al diablo que cobijaba en su boca. Ahora reina la tranquilidad, y con ella el interrogante de qué hacer con la misma.”
Nuestra querida Dilatando Mentes Editorial amplió su catálogo recientemente con Un lugar mejor, colección de relatos que nos acerca al particular universo de Michael Wehunt, escritor inédito hasta ahora en nuestro país. Wehunt escribe terror, pero no el terror al que estamos acostumbrados sino un terror nuevo que apunta a la naturaleza como escenario tenebroso y a la pérdida como causa del mayor horror al que podemos enfrentarnos. Buen exponente de ese nuevo género bautizado como weird, «Un lugar mejor» explora rincones poco tratados en la literatura de terror y, pese a contar con numerosos elementos sobrenaturales, se ancla con firmeza a la intención de inquietar a base de percepciones y sutilezas muy humanas. Paso a desgranar, uno por uno, los relatos que componen el volumen.
Junto a mí, cantando en las tierras salvajes
Historia de dos hermanas aquejadas de un mal ancestral (posiblemente una variación del vampirismo). Narrada en primera persona y con un elemento terrorífico sobrevolando el relato con maestría, nos regala una imaginería poderosa: una montaña que derrama sangre y que parece encerrar a un ente maligno en su interior aunque en ningún momento se nos dice qué es. El relato supone un sublime inicio para el volumen y ya nos demuestra cómo Wehunt narra con delicadeza y sutilidad pero utilizando la explicitud cuando es necesario.
Onanon
Intrincado texto en el que se adivina cierta intención de jugar con el lenguaje, cosa que inevitablemente se pierde en parte en la traducción. El relato chorrea todo tipo de obsesiones, poniendo énfasis en la figura materna, la musa inspiradora a la hora de crear, la tensión sexual, los sueños y la naturaleza como metáfora de la propia existencia. Una existencia, por supuesto, extraña.
Un lugar mejor
Tremendo cuento en el que Wehunt juega hábilmente con la oscuridad, logrando enganchar e inquietar al lector con una premisa sencilla que funciona a la perfección. Es un relato más asequible y literal que los anteriores, por lo que su impacto es más inmediato pero no por ello menos duradero. La intención de este relato era crear una historia que funcionara al nivel de cosas como The Twilight zone o Alfred Hitchcock presenta. Wehunt clava el espíritu de estas series pero, además, lleva su historia un paso más allá.
Una música discreta
Tal vez sea este relato, tributo a Robert Aickman, el que menos me convence. Probablemente ello se deba a que apenas encontramos terror en él. Se trata de un cuento de aceptación tardía y melancolía ante la pérdida, que se apoya en una transformación surrealista que no me pega demasiado con el tono del libro. Eso sí, la frase final me parece digna de aplauso.
El diablo bajo la Maison Blue
Otro relato que se aleja del tono general aunque con un resultado más satisfactorio que el anterior. Con un homenaje al mundo del jazz de trasfondo, este cuento no es sino la demostración del horror más humano y destructivo, ese del que es más difícil escapar: la propia sangre.
La quedada fílmica de octubre: Bajo la casa
Gran idea la de este metarrelato en el que un grupo de frikis del terror visitan la casa que aparece en una misteriosa película que alguien subió a YouTube. La narración alterna entre la descripción de lo que se ve en la película y el diario de lo que los personajes van encontrando en su aventura. Aunque me encanta este formato, por algún motivo encuentro el relato algo confuso, sin que me terminen de resultar claras algunas cuestiones. Pese a ello, es un cuento plagado de momentos escalofriantes y una demostración de que el found footage puede trasladarse a la literatura.
Descontado de vuestro tiempo en el paraíso
Interesante y original relato sobre unas mujeres que caen del cielo para trastocar la existencia de los habitantes de un pequeño parque de caravanas. Aquí Wehunt nos ofrece una curiosa metáfora y una original visión del infierno, en una mitología que deja con ganas de saber más.
El inconsolable
Tremendo. Relato que, no sin cierta ambigüedad, parece hablar del suicidio y de la búsqueda de la esperanza cuando no parece haber ninguna. Su ambientación es magistral, y su mezcla de imágenes de pura oscuridad con el mundo religioso resulta muy potente. El desenlace me parece estremecedor, inquietante y sublime.
Bailarines
Otro buen ejemplo de lo bien que Wehunt mezcla lo más humano con lo extraño. «Bailarines» propone buenas reflexiones sobre la edad madura y dos imágenes poderosas: los árboles como los hijos que no pudieron nacer y el demonio contenido en un tarro. Me sorprende leer en las notas del autor que el relato transita por senderos del horror cósmico lovecraftiano, cosa que le da un nuevo e interesante prisma al texto. Fascinante.
Cientos de miles de años
Tal vez sea este uno de los relatos que mejor reflejan la esencia del estilo de Wehunt. Pocas cosas habrá más inquietantes que la desaparición de un hijo, y el autor toma aquí esa premisa para ofrecer un cuento que mezcla sensaciones con maestría. La desesperación y la fe anclada a lo extraño empastan a la perfección aquí. La potencia de la última frase te deja con la boca abierta.
Acotación
Otra vez Wehunt indaga en la pérdida, y lo hace con una historia en la que un hombre ha perdido al amor de su vida durante el parto en el que nace su hijo. El negrísimo estado de ánimo del protagonista se traslada al lector con sus pensamientos referentes al bebé, y ahí es donde el autor vuelve a incomodarnos con un horror muy diferente al habitual pero, si cabe, más real y terrorífico. La poesía macabra que impregna el relato es otra de las grandes virtudes de este escritor.
Como viene siendo habitual con Dilatando Mentes, la edición no escasea en detalles, incluyendo en esta ocasión un prólogo del escritor Simon Strantzas, un postfacio firmado por Felix García, y una serie de ilustraciones interiores creadas por Miguel Angel Martín, autor también de la portada (Miguel Angel ya colaboró con sus dibujos en otro libro de la editorial, Babilonia).
En conjunto, podemos decir que «Un lugar mejor» es un compendio de terrores y obsesiones diferentes a lo que viene ofreciendo el género. Ya en su título original Greener Pastures se sugería una particular utilización de la naturaleza, que juega un papel importante en varios de los relatos. Además de eso, está claro que Michael Wehunt tiene predilección por las mentes torturadas de gente que ha sufrido pérdidas importantes a varios niveles, aspecto este que podría emparentarle de manera extraña con autoras actuales como Mariana Enríquez o Samanta Schweblin. Estamos ante un terror nuevo, fascinante en muchas de sus formas y muy estimulante para los que buscan refugio en penumbras situadas en lugares poco explorados.