Reconozco que me apasiona el mundo de lo paranormal. Desde niño me he sentido atraído por estos temas “rarunos” e incluso he llegado a documentarme bastante acerca de algunas historias de difícil explicación. Sin embargo, soy de esas personas de “si no lo veo no lo creo”, y pese a la fascinación que me producen estos temas, nunca me ha pasado nada fuera de lo normal. Animado por opiniones previas de gente que decía que The Nightmare era una experiencia genuinamente terrorífica, me decidí a echarle un ojo a este documental que prometía darle una vuelta de tuerca a los casos de “visitantes de dormitorio”.
Lo primero que he de decir es que el documental no da miedo. Cierto es que yo estoy acostumbrado a ver todo tipo de películas de terror y soy poco impresionable, pero creo que cualquier persona puede verlo sin temor a pasar la noche en vela. El director basa la estructura del documental en entrevistar a ocho personas que sufren trastornos de parálisis del sueño. En esencia, esto es que cuando se quedan dormidos llega un momento en que parecen despertar pero no son capaces de moverse. Además, en esa fase empiezan a tener visiones generalmente de seres oscuros que se cuelan en su habitación. Lo cierto es que este trastorno es mucho más común de lo que pueda parecer, y no imagino el terror que tiene que sentir alguien que lo sufra. Las entrevistas se complementan con recreaciones de cada testimonio rodadas por actores y metiendo efectos especiales (no muchos) para ilustrarlos.
El problema con “The Nightmare” es el tratamiento que se hace del tema. Este trastorno parece ser bien conocido por la ciencia y tener una explicación racional, hecho que el documental deja bastante de lado y que ya nos da una idea del poco rigor que exhibe. Aparte de esto, las personas entrevistadas dan la sensación de ser demasiado peculiares y, para mí, su credibilidad es dudosa (sobre todo en los que más ahonda el director). Para rematar, las recreaciones no están demasiado trabajadas, y cuando hemos visto la primera el resto se hacen repetitivas y, por qué no decirlo, un tanto cutres.
El director es Rodney Ascher, autor también del controvertido documental Room 237 (2012) que trata sobre El Resplandor de Kubrick y que espero ver y reseñar pronto. Parece que Ascher decidió rodar “The Nightmare” porque él mismo sufre el trastorno de parálisis del sueño, pero es una pena que conociendo tan bien este asunto lo haya desaprovechado tanto.
Aunque el tema que trata es interesante de por sí, la película me ha defraudado sobremanera. Puede que la gente que sufra este trastorno encuentre este documental mucho más atractivo que yo, pero creo que cinematográficamente está muy por debajo de la media, y como documental queda cojo por todos lados y me parece más apropiado para ser emitido en algún canal de televisión tipo Discovery Channel. Me da pena, porque la idea daba para mucho más, pero el resultado es mediocre.
Mi nota: 3