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Últimamente no paro de descubrir autoras ligadas al género de terror y fantástico, cosa que me parece tan llamativa como maravillosa. Nunca he creído en la distinción entre escritores y escritoras, más bien soy de la opinión de que cada persona tiene su propia voz y solo tenemos que encontrar aquellas que nos causan algún tipo de emoción. De Elia Barceló no había leído nada anteriormente, y de nuevo es una modesta editorial la que me ha llevado a conocerla. La labor que está llevando a cabo la small press en los últimos tiempos me parece digna de aplauso y reconocimiento.
Otros cuentos crueles se engloba en la colección “Pequeño formato” de la editorial Cazador de ratas, y parece ser que sirve de complemento a un volumen anterior de la autora llamado La Maga y otros cuentos crueles. Estamos ante un libro pequeño en tamaño y en extensión, con apenas 60 páginas en las que se han seleccionado tres cuentos.
Objetivamente hablando, el mejor es el tercero, Una comida en el campo, donde Elia Barceló demuestra un extraordinario manejo de la descripción para narrar el regreso de un anciano escritor de éxito a la tierra donde nació. Es un cuento bucólico que desprende nostalgia pura por las raíces más profundas que a menudo quedan sepultadas en nuestra memoria, y es sin duda de ese tipo de relatos que se leen con una sonrisa en los labios. El problema es que no le encuentro mucho sentido dentro de una selección llamada “Otros cuentos crueles”, ya que su conexión temática con los dos relatos que le preceden es nula.
Subjetivamente, mis preferidos son los esos dos primeros relatos, llamados La luz de las noches y La belle dame sans merci. Aquí sí que encontramos una inequívoca semejanza entre ellos, y una unicidad que queda rota por el mencionado tercer relato. Y aquí es donde la autora se ancla al terror para contar historias que no dejan de tener una base clásica, pero en las que se aporta un punto de vista bastante original. Son dos cuentos muy breves, pero constituyen una suficiente muestra del talento de Barceló para revertir algunos mitos gracias a una narración que desplaza el ángulo habitual de una manera muy efectiva, más sutil que visceral. Siendo dos relatos tan escuetos, creo que lo mejor es no contar nada de sus tramas y dejar que sorprendan por sí solos.
Lo único que me queda es aplaudir este tipo de iniciativas que editoriales como Cazador de ratas están llevando a cabo con ejemplares como este, muy asequibles tanto en precio como en lectura, y que son un modo inmejorable de enganchar a lectores que cuentan con poco tiempo para leer, y sobre todo de dar a conocer a autores que merecen la pena.
2 comentarios
Lo tengo en casa junto con la nueva edición de La Maga…., es uno de los que caerán en este mes por el #LeoAutorasOct
Pues cuéntame qué te ha parecido una vez lo hayas leído. Gracias por comentar, un saludo!