ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS (Kenneth Branagh, 2017)
La verdad es que estoy bastante sorprendido por las malas críticas que ha recibido Asesinato en el Orient Express, ya que me encontré con una película bastante cuidada en sus detalles y, sobre todo, muy respetuosa a la hora de adaptar la novela y no variar demasiado respecto a la versión de 1974 que dirigió Sidney Lumet.
Es cierto que tal vez pueda achacársele algún problema de ritmo ya bastante avanzado el metraje, pero encuentro que en general la película se defiende bastante bien y logra cautivar al espectador gracias a su marcado espíritu clásico y a la universalidad de su trama. Kenneth Branagh está más que correcto en labores de dirección, logrando algún plano-secuencia muy vistoso, y para mi gusto está brillante en su encarnación de Poirot (imprescindible verla en versión original para apreciar los matices de acento que adopta el Branagh actor). El resto del amplio reparto, pese a que ninguno tiene un protagonismo extenso, cumple en su papel.
Lo peor puede ser la serie de escenas en las que se nos muestra el tren desde el exterior, y en las que los efectos infográficos no están a la altura. Lo mejor, el alma teatral de la función y su fidelidad con el original. No sé qué esperaba la gente, pero bajo mi punto de vista esta versión aprueba con nota.
EL AUTOR (Manuel Martín Cuenca, 2017)
Actualmente estoy apuntado a un taller de escritura creativa, por lo que la premisa de El Autor me cautivó desde que vi sus primeros tráilers. Convendrán conmigo en que la idea de un aspirante a escritor que se ve impelido a involucrarse en la vida de sus vecinos para lograr la inspiración resulta bastante llamativa a priori. El problema viene cuando la cinta de Manuel Martín Cuenca no logra encontrar un tono satisfactorio y se pierde en ciertas ramificaciones y subtramas que restan contundencia al conjunto. Otro de los problemas es lo mal que llegan a caer TODOS los personajes, protagonista incluído, por lo que no tenemos un personaje-asidero al que agarrarnos.
Aún así, la película se sustenta gracias a la portentosa interpretación de un inmenso Javier Gutiérrez y a un elenco de secundarios encabezado por Antonio de la Torre que cumple bastante bien. A esto hay que sumar unas cuantas secuencias de arriesgados desnudos en pantalla que sin duda dan fe de la intención rompedora que trata de poner en juego esta producción.
Llevándome la historia a mi terreno, considero que es una pena que el director no se haya decidido a tirar sin remilgos hacia el thriller, o incluso hacia el terror, ya que la historia ofrecía muchas posibilidades en ambas vertientes. Sin embargo, esto tiene su lógica, ya que la película adapta la novela El móvil de Javier Cercas y posiblemente se haya decidido respetar su trama y su tono. Aunque muestra buenas intenciones, considero que finalmente «El Autor» queda algo coja.
LIGA DE LA JUSTICIA (Zack Snyder, 2017)
Todos sabemos que Marvel lo está haciendo muy bien con las adaptaciones de sus cómics al cine, mientras que DC viene mostrándose algo más irregular. Esta Liga de la Justicia es, en esencia, un cómic clásico en cuanto a que busca el entretenimiento sin mayores pretensiones. Siempre he pensado que hay que saber separar este tipo de películas de sus versiones en papel, y con «Liga de la Justicia» hay que hacerlo aún más. De otro modo nos chirriará sobremanera este Batman, nos llevaremos las manos a la cabeza con este Aquaman y nos rasgaremos las vestiduras con este Superman. Si conseguimos hacer la mencionada separación, tendremos ante nosotros un divertimento tan olvidable como disfrutable.
Las comparaciones son odiosas, pero pese a contar con algunos de los personajes de más peso del universo DC, la entidad del grupo queda bastante por debajo a lo que muestran las películas de Los Vengadores, en una clara demostración de que estos personajes están aún por trabajar. Pese a ello, se adivinan jugosas posibilidades en un aprovechado Cyborg y en un Flash que puede dar mucho juego en el futuro. Y hay que decirlo aquí y ahora: el Aquaman de Momoa mola.
Parece que DC se ha olvidado un poco de la oscuridad para traer al fin una película luminosa en la línea de la reciente y exitosa Wonder Woman, logrando al menos un pasatiempo correcto y entretenido. Una queja: Amber Heard sale muy poco.
WONDER (Stephen Chbosky, 2017)
La verdad es que no esperaba nada de esta película y me encontré con una recompensa con la que no contaba a priori. Wonder es una comedia dramática que nos cuenta el difícil día a día de un niño enfermo que tiene el rostro desfigurado. Con tal premisa, la película no ofrece nada que no hayamos visto antes, pero el cariño y la delicadeza a la hora de afrontar una historia trillada consiguen que uno salga del cine con muy buen cuerpo.
Lo más original viene en la acertada decisión de no contar únicamente la historia del niño protagonista, sino en profundizar en todos los que le rodean, aportando diferentes puntos de vista. Esto sin duda enriquece la historia y le da una profundidad de la que carecen producciones similares. El precio a pagar es que alguna de las subtramas da sensación de relleno innecesario.
Una de las sorpresas más positivas está en la magnífica interpretación de los actores más jóvenes (ojo a la naturalidad de Noah Jupe y al talento de Izabela Vidovic), que dan un recital de frescura y de inusitada intensidad. También es apreciable la buena mano del escritor Stephen Chbosky (Las ventajas de ser un marginado) a la hora de mostrar conflictos e interioridades de la edad adolescente.
En fin, que «Wonder» es uno de esos cuentos con mensaje positivo que apelan a la sensibilidad del espectador, pero haciéndolo de un modo muy acertado.