Seis personajes dotados con superpoderes recluídos en una granja. Por algún motivo, no son capaces de traspasar la frontera del pueblo en el que está situada la granja. Estas dos frases resumen la premisa de Black Hammer, obra que el guionista canadiense Jeff Lemire llevaba años intentando publicar hasta que Dark Horse le permitió hacerlo. Tras una serie de imprevistos y retrasos, «Black Hammer» comenzó a publicarse como serie regular en 2016, y Astiberri ha tenido a bien ponerla a disposición de los lectores españoles.
Es «Black Hammer», por tanto, una obra de personajes. Pero también es un cariñoso homenaje a los tebeos superheroicos de la Golden Age, en el que Lemire rinde tributo a aquella época con multitud de guiños hacia personajes tan icónicos como el Capitán América, Shazam o el Detective Marciano.
El otro gran motivo por el que «Black Hammer» debe aparecer en las listas de lo mejor del año es la dupla formada por Dean Ormston y Dave Stewart. Dibujante y colorista se refuerzan entre sí, dotando al guion de calidez en los momentos más costumbristas, de inocencia en las miradas al pasado, y de opacidad en los tramos más intrigantes (ojo al capítulo dedicado a Lady Libélula, delicioso tributo a las añejas historias de terror de EC Comics). Tanto los diseños de los personajes como la gran construcción del entorno por el que se mueven logran el objetivo de trasladarnos desde el inicio al corazón de la historia.