PROFESOR EN GROENLANDIA (Samuel Collardey, 2018)
Curiosa producción que opta por ficcionar la historia de un profesor que decide aventurarse a ejercer en un remoto y aislado poblado de Groenlandia. Para ello, el director ha optado por trabajar con los auténticos protagonistas de la historia, prescindiendo de actores profesionales. Profesor en Groenlandia es prácticamente un documental que sigue a los habitantes de la pequeña comunidad en su día a día. Y ahí es donde radica la magia de la película, en convertirse en un vehículo para mostrar la idiosincrasia y las costumbres de una microsociedad muy diferente al mundo occidental en unas cosas, pero extraordinariamente cercana en otras. Aunque la parte ficcionada puede resultar un tanto plana, solo por la espectacular fotografía natural de la película, su visionado ya merece la pena.
CAPITANA MARVEL (Anna Boden, Ryan Fleck, 2019)
Episodio pensado para servir de transición entre Infinity War y Endgame —pese a que la única conexión real está en la primera escena postcréditos—, Capitana Marvel es una película de presentación y origen de personaje que demuestra la inercia actual del subgénero. Esto es, todo lo importante queda reservado para los macroeventos, mientras que las películas de personajes en solitario son cada vez más mediocres. Estamos ante un claro ejemplo de que hay algo peor que la nostalgia ochentera, y es intentar colar la década de los 90 como algo entrañable. Nada bueno puede salir de ello. Trama ramplona, personaje principal sin carisma, villanos sin presencia, diálogos muy poco inspirados y humor insulso son los ingredientes de la, para mí, peor película de cuantas componen el nuevo universo cinemático Marvel.
MULA (Clint Eastwood, 2018)
Cuando pensábamos que no le volveríamos a ver delante y detrás de las cámaras, Mula nos devuelve al Clint Eastwood actor y director en su faceta de autor todoterreno. Además, y contrariamente a lo que pueda parecer, el casi nonagenario Eastwood se aparta de su imagen impertérrita para componer un personaje más dimensional, con un importante componente humorístico que le aporta un aire entrañable. La película transita entre momentos buenos y otros más telefílmicos, consiguiendo pasajes muy interesantes siempre en la trama de thriller pero flojeando cuando se detiene a explorar las relaciones del personaje con su familia. En conjunto, creo que Eastwood logra mantener un nivel más que aceptable, en este caso mejor como actor que dirigiendo. Pero, en líneas generales, creo que «Mula» es una película con los suficientes atractivos para resultar satisfactoria.
DOLOR Y GLORIA (Pedro Almodóvar, 2019)
La nueva propuesta de Pedro Almodóvar contiene momentos de buen cine en su interior, esta vez además con un marcado componente autobiográfico y un poco de eso que se ha dado en llamar autoficción. Con un Antonio Banderas contenido pero inmenso, y bien rodeado por un elenco de secundarios, Dolor y gloria explora la nostalgia por el pasado y la incertidumbre por el futuro con el particular estilo del director manchego, tal vez algo más sobrio que en anteriores producciones.
De nuevo encontramos un desarrollado sentido estético que cobra suma importancia, y una mirada acertada a momentos pretéritos con los que la película alcanza altas cotas de emotividad. He de decir que tuve la impresión de que algunos pasajes están insertados de manera poco orgánica, cosa que le da un efecto raro a la fluidez de la trama. Por lo demás, película muy recomendable.