Noir en syfy. Dibujado por David Rubín. En edición de lujo. A por él.

Así empezaría y terminaría el ritual, pero desgranemos.

De entrada, este volumen ya impresiona por su formato fausto y ciclópeo. El tamaño es directamente descomunal, y su peso hace referencia a la tapa dura y a la calidad y grosor de las páginas cargadas de tinta. Con solo ojearlo breve, ya puedes atisbar el preciosismo de color, de alternancia con imágenes gigantescas, de dobles páginas, o la sucesión arrítmica de viñetas para las escenas de acción o reflexión.

Sobre el guion, la perturbadora historia se cuenta más gráficamente que con textos, diálogos, narración o bocadillos, lo cual habla de lo bien creado y estructurado que se concibió. Eso y la compenetración del trío de autores, que comparten un trabajo fantástico. La trama presenta a una suerte de detective de una organización secreta, dentro un mundo futuro hipotético. Este detective, sin nombre, debe investigar la muerte de una criatura cuya naturaleza no pueden mencionar tras la aparición de su extraño cadáver. A partir de aquí, se lanza a descubrir cómo, por qué, quién, y siquiera si existe la posibilidad de que una entidad de ese tipo pueda ser fenecida con violencia. El protagonista es complejo, lleno de emociones y dudas, humanidad en estado puro, empatía retroactiva, determinado, con su familia a cuestas. Así medra y medra y medra la historia hasta írsenos de las manos y reventarnos la cabeza.

El género es una acertada mezcla de ciencia ficción y serie negra, noir violento lleno de sangre, de oscuridades, de un argumento complejo que acabará por desvelar el gran secreto, y te gustará dicho secreto.

Acerca del dibujo hay que alabar el color, la construcción de escenas, el nivel de detalle por completo y a la vez la dispersión de los fondos para que los personajes no pierdan protagonismo pero el lector(a) lo vea todo. Dispone un trazo más grueso que fino, y se asoma algo al cartoon, pero más contundente, serio, grave, plegado al realismo. Combinan magníficamente en el dibujo la acción, el humor negro y la investigación, que no deja respiro con revelaciones y saltos en la sucesión de páginas. Las ilustraciones tienen un ritmo excepcional, componiendo un cómic muy a valorar por forma, fondo, autores, cuidado editorial. De lujo.  

En resumen, tenía grandes referencias de esta novela gráfica y de sus perpetradores, y desde luego, no decepciona. A la par que digo no me extrañaría que los derechos pasasen raudos a una productora para su metamorfosis al cine. Así de visual, así de poderosa es la novela. Hazte con ella, ya seas asiduo al cómic, o lector severo de novelas de los géneros hablados. Pasarás un gran rato. Ya sabes.

Pd: Por ser nostálgico, tiene alguna reminiscencia, positiva, con el magnífico Powers, gran referencia.