Ritual Román 138: TIDEPOOL

por Román Sanz Mouta

Título: Tidepool

Autora: Nicole Willson

Editorial: Dilatando Mentes

Nº páginas: 328

Género: Terror ligero

Precio: 22,95 € 

SINOPSIS

1913.

Henry Hamilton ha desaparecido durante un viaje de negocios, y su hermana, Tristeza, no descansará hasta averiguar qué le ha sucedido. Desafiando las órdenes de su padre, decide viajar a Tidepool, el último lugar del que tiene constancia que visitó Henry. La pequeña y decadente ciudad asentada junto al mar parece teñida de un halo de desasosiego, los residentes parecen ocultar algo, y las reservas que Tristeza alberga sobre Tidepool se acrecientan cuando una sucesión de cadáveres llega hasta la orilla presentando señales de haber sido mancillados por algo que no es del todo humano… Cuando Tristeza conozca a Ada Oliver, una adinerada viuda, y el secreto que acarrea a sus espaldas, sus problemas no habrán hecho sino comenzar, y será consciente de que abandonar Tidepool con vida se convertirá en una misión prácticamente imposible.

RITUAL

Le tenía muchas ganas a esta novela de Nicole Willson, me venía bien recomendada, con críticas de colegas reseñadoras de alto nivel, y con curiosidad por su aportación a la cosmogonía lovecraftiana. Y me he quedado a medias.

Tristeza Wilson va en busca de su hermano, desaparecido en el poblado de Tidepool donde marchó a hacer negocios. Allí lo busca sin éxito, comprendiendo primero el secreto de Ada Oliver y después la realidad de la villa y su maldición que mucho tiene que ver con la mar y lo que en ella mora reclamando su sacrificio. Dentro de Tidepool viviremos una historia ligera de terror y cierto sentido del humor en el que Tristeza, personaje singular y adelantando a su época en aquel 1913, lleva las riendas de la trama.

La novela es ágil, dotada de buen ritmo, mezclando acción, visiones nefastas y la historia que transcurre cuasi lineal (revelaciones mediante) hasta ese final explosivo con vuelta a la calma. El personaje protagonista es la verdadera estrella del manuscrito, Tristeza deviene en bien definida, resolutiva, fuerte, valiente y mucho más, cargando con el peso del argumento a sus espaldas, sin menospreciar a algunos secundarios también esbozados en forma correcta, como Ada o su hermano, o algunos habituales del pueblo. Dicha trama se presenta con acierto y siguiendo las fases habituales, con ese clímax antes de la paz y una suerte de epílogo. Y la atmósfera, aquí es donde quizá yo hubiere hecho más hincapié, pues resulta muy ligera, puede que debido al lenguaje también ligero o a las expectativas, y eso le arrebata el componente de terror que promete.

Pero más allá de esto, dos factores. Primero, hemos hablado aquí largo y ciento veces sobre la literatura lovecraftiana, la insignificancia ante algo mayor que ni tan siquiera nos considera una molestia. Junto a la desesperación de lo inevitable y la caída a la locura. Esto último lo consigue la obra en parte, pero no la majestuosidad de un adversario improbable, de algo mayor, maligno, más antiguo, de esa herencia cósmica que nos legó el maestro Lovecraft.

El segundo, ya he leído esta historia. Y no solo con La sombra sobre Innsmouth, sino en diversos acercamientos de diferentes talantes o géneros al amparo de la literatura funesta del maestro. Pese a lo ágil, bien escrita, interesante, da todo el tiempo la sensación de ser una historia ya contada, con muchos méritos, con esa protagonista que cambia el panorama por completo, pero aún así, desgastada.

Me ha gustado la obra, pero no he llegado a emocionarme como esperaba (quizá porque no es original en su conjunto, solo alguna de sus partes, aunque eso se podría decir de tantas y tantas novelas…), y creo que la misma etiqueta de referencia lovecraftiana que le da impulso también la frena, porque podría ser una obra, lejos de Lovecraft, de mucho más valor.

Eso sí, la recomiendo como lectura suave, sin las estridencias, el lenguaje o la ominosidad habitual en estos textos. Y sirve como acercamiento al género. Por lo cual, la decisión está en tus manos, lector, lectora. Yo disfruté siendo muy exigente. ¿Y tú? ¿Te vienes a Tidepool para conocer a los Señores de las Profundidades?

 

Pd: sí, repito, soy tremendamente exigente con todo lo que se ampare bajo el maxicosmos de Lovecraft. Y espero lo mejor, consiguiéndolo aquí en parte.

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