Voy con una pequeña reseña sobre este ensayo. Y digo ensayo por llamarlo de alguna manera. Pues se trata de un hecho novedoso leer algo tan extraño, al menos para mí. Por un lado, nos ponen en situación y muestran la realidad —novelada— de un personaje, a la postre, desconocido. Una vez te enseñan su cara, lanzan ciertos capítulos, o apartados, o como lo queramos llamar, donde explican ciertas cosas muy interesantes, en un principio ajenas al personaje principal. Se trata del vicio de las letras. Todo esto de un modo descolocado y anárquico, como a mí me gusta.  

La realidad es que cuando apilas toda la información y dejas que pasen unos días, te das cuenta de que acabas de leer algo muy bueno en infinidad de sentidos. Sobre todo por la experimentación y el juego mental al que te llevan. Uno está acostumbrado a leer ensayos que se hacen pesados, son repetitivos, usan una misma voz y están cargados de palabras. Mucha paja y poco contenido. En este caso te colocan dentro de la historia como si fueses un personaje vinculado con Libri. Te hacen pensar en tu enfermedad como lector y coleccionista. Te obligan a enfermar, si no lo estás ya.

¿Eres de los que almacenan libros sin parar? ¿Qué dirías si te digo que el mayor ladrón de libros de la historia no era en realidad el mayor de libros de la historia? ¿Crees en el revisionismo? ¿Te gustan esos editores que buscan al autor perfecto, o el libro perfecto, o ese manuscrito especial, sea falso o no? La literatura y los mitos. Las leyendas, todo aquello que chorrea alrededor del jodido mainstream, recopilado en una rareza. ¿Quién mierda era el Conde Libri? ¿Te interesa saber si eres el único imbécil aficionado a los libros? ¿Te han acusado alguna vez de robar siendo una verdad a medias? Por supuesto, la subjetividad es algo a lo que todos tenemos derecho.

A modo de conclusión, quiero añadir que este ensayo es muy ameno, divertido y, en cierto modo, filosófico. Para mi gusto, arañando flecos a la realidad que se muestra, que nos muestran. Si digo más, estaré rompiendo mis normas básicas. Comprad, leed, quedad con Bighead… jajajaja.