Ritual Román 144: Donantes de sueño

por Román Sanz Mouta

Título: Donantes de sueño

Autora: Karen Russell

Editorial: Sexto piso

Nº páginas: 180

Género: Ciencia ficción

Precio: 19,90 € 

SINOPSIS

Una epidemia de insomnio sacude Estados Unidos. Miles de personas mueren tras semanas sin lograr conciliar el sueño; caen rendidas, sumidas en la más absoluta desesperación y devoradas por la locura. Trish Edgewater trabaja como captadora para las Brigadas Duermevela, una organización sin ánimo de lucro que busca donantes de sueño: personas dispuestas a ceder algunas de sus horas de descanso y salvar con sus transfusiones las vidas de unos pocos insomnes. Trish es una captadora ejemplar, cuyo talento solo se explica a través de su biografía: su hermana Dori fue una de las primeras víctimas mortales de la crisis del sueño, y el emotivo relato de su agonía y muerte vuelve el discurso de captación de Trish prácticamente infalible.

Sin embargo, cuando entran en escena la Bebé A, primera donante universal de sueño, y el Donante Y, cuyas transfusiones contaminadas desatan una oleada de pesadillas inhumanas, Trish comienza a cuestionarse los límites éticos de una profesión aparentemente altruista.

RITUAL

He concluido una novela sorprendente, no solo por su originalidad, sino también por su estilo. Y a esto quiero referirme primero. La prosa es bella, pulcra, armónica, de vocabulario fluido, de traducción notable, y fluye de manera perfecta en la lectura, lo que ayuda mucho a la obra. Y dicho esto, de justicia, mérito de la autora, ¿sobre qué vamos a hablar?

El insomnio ataca a los EEUU, una pandemia que se acabará por extender, y que provoca muertos por doquiera, ya con sus propias denominaciones de origen. Pero las Brigadas Duermevela apuestan por nosotros, y aceptan donaciones de sueño de aquellos que preservan su onírico para implantarlo en los enfermos. Así se crea un precario equilibrio, pues el sacrifico de esa donación no es vacuo. Y así descubre a la Bebé A, la mayor y mejor donante, lo que crea una discrepancia con los padres y la misma sociedad.

La protagonista, quien nos habla en su primera persona del presente, funciona a modo de cronista, pues deben ponernos en antecedentes, y de hecho la primera parte de la novela es casi un ensayo sobre una enfermedad que no suena tan ajena a la realidad que vivimos (al tiempo). Y ello nos proporciona todos los datos necesarios para adentrarnos en este mundo hermano con todos los conocimientos. Y gracias a esta protagonista, captan para la donación a una especie de milagro, al Bebé A, donante universal, que mientras dure su sueño de infante le será sustraído el mismo, sin conocer los efectos que tendrá en el bebé para su futuro. En eso se enfrentan los pares, madre abnegada a la causa, padre enfrentando a la misma y defensor de su niña. La brigadista marca el tono de equilibrio con la historia plañidera de su hermana, que la ayuda en esa labor ingente de captación. Así conocemos los diferentes centros, el funcionamiento, o los campos de insomnes. Un mundo subyugante. A ello se le une el Donante Y, el reverso de la moneda que nos regala una pesadilla universal que se traslada por las donaciones en contagio. La peor pesadilla de la historia que se extiende cual plaga. Impecable. 

La historia también trata sobre relaciones. La de la protagonista con los progenitores, sobre todo con el padre. La de la protagonista con la Bebé A. El mundo para con la Bebé A. El mundo para con el Donante Y. La protagonista con sus jefes y compañeros. El contraste entre la Bebé A y el Donante Y. Todo núcleos relacionales que marcan el latir de la novela.

Pero ojo, dentro de la atmósfera, tremenda cuando se traslada a mundos cuasi oníricos, y de la previsibilidad de los personajes, la historia en sí no transcurre como otra cualquiera, no adivino los canónicos presentación, desarrollo o desenlace. Lo intuyo más cual experiencia de un mundo paralelo, que se disfruta por sí mismo, aunque quizá echemos de menos esas características principales de los manuscritos. Aunque su cierre nos deje con ganas de más.

Como digo, la novela parece quedar abierta, a modo de continuación, o quizá para que especulemos en nuestras cabezas cómo seguirá, como llegará la panacea hasta esta realidad que nos toca demasiado cercana. La lectura es fluida, ágil, de rapidez, los personajes generan empatía, y la trama atrapa, pese a faltarle algunas esas cualidades de novela (y no lo digo como pega). Con todo esto, no puedo sino decir que me ha encantado, y que me gustaría saber más. Lanzaos al mundo del insomnio, no volveréis igual.

 

Pd: mi hermano el insomnio, y con todo, me parece poco cruento el reflejo del mismo.

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