Ritual Román 172: Sherlock Holmes y los sirvientes del infierno

por Román Sanz Mouta

Título: Sherlock Holmes y los sirvientes del infierno

Autor: Paul Kane

Traductor: Luis M. Cuena

Editorial: Dimensiones ocultas

Nº páginas: 384

Género: Investigación de terror

Precio: 22 € 

SINOPSIS

Finales de 1895, Sherlock Holmes y su fiel compañero, el doctor John Watson, deben investigar un caso de desaparición. A primera vista, parece un misterio con el que Holmes podría deleitarse, ya que la persona en cuestión desapareció de una habitación cerrada con llave. Pero esto es solo el comienzo de una investigación que pondrá a la pareja en contacto con una organización en la sombra, de la que se habla en susurros, conocida como la «Orden de la incisión».

A medida que desaparecen más personas de forma similar, las pistas apuntan a un siniestro manicomio en Francia y a los bajos fondos de Londres. Sin embargo, Holmes pronto descubrirá un submundo totalmente distinto, ya que se enfrentará no solo a los seguidores de la Orden en la Tierra, sino también a aquellos que la sirven en el Infierno: los Cenobitas.

RITUAL

Comencemos por lo más simple, pero a la vez importante. Esta es una novela de Sherlock Holmes en su mayor parte. Donde nuestro querido Sherlock es el protagonista absoluto, no importa que la narración sea de Watson (cuasi al completo), que intervenga más o menos, o la fusión con la obra de Clive Barker Hellraiser, que deviene en parte de la trama y fagocita el desenlace. Pero esta es una novela de Holmes que une elementos de otra conocida ficción para enriquecer el texto y la historia, para ofrecerle un reto mayor al sabueso de Doyle. Para mostrarnos cómo se comportaría el detective más famoso de la historia ante un horror incomprensible e improbable (sí, también pienso en fusiones con las obras de Lovecraft, pero encaja mucho peor, y haberlas, haylas).

Dicho esto, ya sabemos sobre el tipo de novela de la que hablamos (hay más). Investigación, desapariciones, pistas, deducción, avance a base de instinto detectivesco y trabajo pericial. Y he de confesar que el autor, Paul Kane, sabe lo que se hace. Tiene un conocimiento profuso sobre Sherlock y Holmes, y lo aplica para que su narración fluya entretenida. A lo que suma su experticia en Hellraiser, lo que le da al manuscrito una atmósfera en progresión, y aunque sepamos qué nos vamos a encontrar, se recrea de manera medianamente creíble y se disfruta de igual forma.

Al grano antes de la valoración, que en parte ya está hecha.

Los personajes son los que conoces y mucho más, sobre todo en el trasfondo nuevo que nos aportan, mostrando vulnerabilidad. Reconocibles, distintos sobre todo lejos de sus zonas de confort. Los secundarios, ajustados a sus funciones, sin aportar de más, pero tampoco de menos, quizá alguno excéntrico y excesivo (y conocido). No me cansaré de explicar que el autor es erudito y ha hecho un gran trabajo.

La trama estalla con una investigación relativamente normal que va derivando en oscuridades sobre algo que Sherlock ya intuye (y nosotros también). Con reparto de escenas entre los dos protagonistas habituales, y la suma de némesis y esos entes venidos de allende infernos. Cuando se define, me quedo sin explicación más allá del pandemónium.

La atmósfera es conseguida gracias a lo que comentaremos después, detectivesca de inicio, con momentos míticos, terribles. Deudora y heredera de Barker en todo su esplendor al desenlace. Por medio de las cruentas descripciones del body horror y de la autotortura.

Mística y adversarios retorcidos, demonios, otredad. Además de los secundarios habituales de Holmes, y muchas referencias freaks a novelas, películas y series, que se agradecen.

Lo que no me funciona, pese a entender su uso, es el segundo narrador ajeno a Watson, sobre todo cuando este da por hecho que sigue vivo tras la aventura, y que podría narrar las partes donde no permanece al lado de Sherlock, como en la tradición habitual. Este segundo narrador muestra la psique del detective y lo despoja de su frialdad, pese a otorgarle habilidades y entrenos cuasi místicos, para luego mostrar un Holmes suplicante, que quizá no está a la altura de su leyenda. Además, me da la impresión que se ha introducido sobre todo para salirse de descripciones normales del buen doctor, y exhibir en toda su monstruidad a los sujetos presos del infierno. Así se denota (y las descripciones son subyugantes), pero me chirría, consigue que me salga del tono de la historia pese a su función descriptiva y de acceso al pensamiento del Holmes más vulnerable. Creo que la novela pedía un único narrador, y aunque esto aporte por un lado y reste por otro, sin quitar méritos a la novela y mucho menos a la historia, se intuye como punto débil. Y hablo de esto sobre los dos primeros capítulos que así se trabajan. La guerra es otra cosa.

Acerca de la recta final de la obra y su desenlace, que me imagino traerán polémica para los más canónicos del detective: Supone un desparrame. Se ignoran todas las reglas y normas, absorbidos por el espíritu de Clive Barker, que toma posesión violenta de la trama. Que se la lleva a su inframundo destapando todo el arsenal contra un enemigo improbable. Ya no queda tiempo de concesiones, ni literarias ni de ningún tipo. O lo disfrutas o lo detestas. Es una experiencia que se debe leer sin complejos ni ataduras, para que devenga en gozo de su frenetismo salvaje y su sanguinolenta conflagración hasta que uno u otro lado que podrían ser el mismo se imponga (espectacular orgia de cenobitas). Watson y Holmes lo saben, no se dejan nada en su tintero, renunciando a su sino, y a la vez siendo más humanos que nunca, o infrahumanos. Sea.

Conclusión. La novela es divertida e interesante para leerla sin prejuicios, sabiendo que el setenta y cinco por cien gustará a los acérrimos de Sherlock, y el veinticinco por ciento fliparán con todo lo representado de Hellraiser. Además de los cameos, homenajes, guiños a ambas sagas por medio de representación o mención. Eso la convierte en un producto único, algo absurdo en su recta final, pero sin engañar a nadie y con el propósito de entretener. Sin más. Reconozco que me ha apasionado su arranque, y que me he dejado llevar por el caos conclusivo, siendo más favorable a lo primero que lo segundo. Pero repito, sin prejuicios, y sabiendo lo que vas a leer, es una novela muy disfrutable, pese a ligeras reiteraciones.

Así que, uno de los productos más curiosos de este curso ya tiene verdecito, ahora eres tú quien eliges si es o no es para ti, con los datos de la mano. ¡A leer!

 

Pd: siempre que me fundo con uno de estos delirios imagino todo tipo de mezcolanzas de sagas o personajes, a todo nivel. Y cuasi me propongo escribir, cuasi. Pena de derechos…

2 comentarios

Vicente agosto 9, 2024 - 9:11 pm

Pues yo te animo a ponerte con un mix, seguro que sale tan digno como este (puede que más).
Genial reseña, como siempre. también me rechinaría ese segundo narrador, a no ser que aporte otros datos relevantes.

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Román agosto 20, 2024 - 9:58 am

Es una obra curiosa, provocadora, fusión, y creo que merece la pena, pero con matices, y sabiendo a qué te enfrentas.
Gracias Vicente, en algo trabajo… jijiji

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