Título: Sombras y otros lugares que recorrer por la noche
Autora: Rocío Stevenson
Editorial: LES Editorial
Nº de páginas: 150
Género: Terror
Precio: 15,95 € / 3,99 € (digital)
SINOPSIS
Durante un sofocante verano madrileño, las sombras de humanos y animales toman el control de la ciudad hasta sumirla en la oscuridad. Clara e Isabel, una joven pareja que busca refugio del calor extremo en las terrazas del barrio de Lavapiés, ignoran que esa tarde está a punto de convertirse en una pesadilla. Cuando las sombras, antes inofensivas, se tornen violentas y sedientas de sangre, comenzarán a atacar a sus propios dueños y desatarán el caos en cada rincón de la ciudad. Madrid se convertirá en un infierno en el que la oscuridad reclamará para sí cada calle y cada hogar, devorando poco a poco cualquier resquicio de luz. Isabel y Clara deben escapar de la ciudad y de las sombras a toda costa, pero ¿a dónde? Y ¿cómo huir de algo que forma parte de ti?
RESEÑA
«Las sombras pueden matar y, de hecho, lo hacen, aunque esta acción suponga su aniquilación. No hay constancia hasta la fecha de ninguna sombra que haya sobrevivido al exterminio de la persona o animal que recibió su ataque. De ello se concluye que las sombras, al buscar la destrucción de sus dueños, persiguen también la suya propia».
Todos hemos visto multitud de películas de catástrofes o postapocalípticas. Seguro que uno o dos títulos acudirán a la mente de cualquier persona mínimamente interesada en el séptimo arte. Lo habitual es que sea la naturaleza la que provoque el desplome de la civilización y nos obligue a reconstruir desde las ruinas. Pero el poder destructivo también puede proceder de agentes externos, ya sean provenientes de otros planetas (meteoritos, invasiones alienígenas, erupciones solares). Otra de las opciones reside en algo mucho más cercano, como un virus mutado de manera natural o alterado en un laboratorio. Rocío Stevenson, en su primera novela, propone un apocalipsis ciertamente novedoso, ya que viene provocado por algo tan íntimo como nuestras propias sombras.
Clara e Isabel, una pareja en busca de algo de diversión en las calles de Madrid en pleno julio, se ven inmersas en una repentina rebelión. Las sombras comienzan a atacar a sus dueños, quienes no ven manera de escapar de las agresiones. Hasta que a alguien se le ocurre apagar todas las luces.
Con un estilo desenfadado que puede recordar al film de culto Zombies party, aunque con mucho menos humor, la autora nos sumerge en un survival que transcurre enteramente en algunos barrios de la capital. El desarrollo de Sombras y otros lugares que recorrer por la noche se inserta dentro de ese pulp que se aleja de disquisiciones y se centra en el entretenimiento raudo e intenso, en el disfrute instantáneo para un lector que no requiera de prosas engalanadas ni reflexiones sesudas (aunque puntualizaré esto más adelante). En este sentido, la obra puede recordar a muchos clásicos de aventuras, resultando ideal para un público juvenil que quiera iniciarse en el género.
Para los que vivimos en Madrid, Rocío nos regala un extra. La trama transita por lugares que, en mi caso, resultan conocidos y reconocibles. La autora describe con precisión, sin extenderse innecesariamente, plegando los recursos ante el arrollador paso de un ritmo que no se detiene en ningún momento. Quizá aquí encontremos un problemilla, pues algunas escenas transcurren demasiado veloces, no dejándonos apenas saborearlas cuando ya nos encontramos metidos en un nuevo capítulo. Sin embargo, también ello supone una de las mayores virtudes de la obra, y es el original cierre de los capítulos, que conectan directamente con el inicio del capítulo siguiente. Literalmente, no existe más pausa que una pequeña descripción académica de los lugares que aparecerán a continuación en la trama. Lo demás es un encadenamiento de situaciones que convierten la novela en un viaje frenético.
Aunque la trama plantea algunas preguntas, me gusta que las respuestas queden a la interpretación del lector. Como decía antes, aunque todo sucede en primer plano, sí que existe cierto mensaje que nos alerta. Vemos a los personajes metidos de lleno en una ceguera perpetua, en una oscuridad que no remite, y esto entronca con una reivindicación de la soledad y con la necesidad de escapar de las urbes, que pasan de lucir su monstruoso esplendor a ser engullidas por la negrura. A apagarse.
Entre tanta oscuridad, los atisbos son, por un lado, desesperanzadores en cuanto a que la falta de luz despierta instintos y comportamientos turbios que suelen estar bajo control a la luz del día. Por otro, esos atisbos son reminiscencias de una vida entregada a lo material, que en realidad es lo que viene a criticar la novela.
Sombras y otros lugares que recorrer por la noche pasa ante tus ojos sin que te des cuenta. Es en verdad una obra veloz y netamente entretenida que, además, nos implica en su sentido de la catástrofe y nos empuja a considerar su mensaje. Apaguemos las ciudades.
José Luis Pascual
Administrador
2 comentarios
Enhorabuena por tu obra, y que lleguen muchas alegrías, Rocío.
Ay, no había visto tu comentario. ¡Muchas gracias!