Entrada publicada originalmente en la desaparecida web Terror.Team
1981 no fue un mal año. Sus doce meses vieron nacer cosas tan grandes como Posesión Infernal, Un hombre lobo americano en Londres, En busca del arca perdida, 1997: Rescate en Nueva York, Scanners o El más allá de Lucio Fulci. Pero para medir la grandeza se necesita un punto de referencia opuesto, que sea pequeño e imperfecto. Y ahí es donde entran en juego obras como Inseminoid.
Con decapitaciones, sierras mecánicas, infectados, canibalismo, inseminaciones extraterrestres…la cosa suena bien, ¿verdad? Pues no, amigos. «Inseminoid», también conocida como Horror Planet, no puede considerarse, bajo mi punto de vista, como una de esas joyitas ocultas del terror ochentero. Eso sí, si la vemos con la mirada adecuada, puede llegar a brindarnos una comedida satisfacción.