Últimamente estamos asistiendo a una especie de revival del cine de espías en muchas de sus vertientes. En este mismo blog hemos podido analizar películas como Kingsman, Misión Imposible: Nación Secreta, u Operación U.N.C.L.E., todas ellas producidas en este 2015. Pero también han poblado la cartelera otras cintas como la española Anacleto: Agente secreto, la comedia Espías o la todavía por estrenar El puente de los espías. A esta avalancha de títulos hay que sumar la nueva entrega del agente secreto más famoso de todos los tiempos, James Bond, que regresa con esta Spectre.
Lo primero que hay que decir es que “Spectre” comienza de manera espectacular, con un plano secuencia rodado en México en plena celebración del día de los muertos. Tras este memorable arranque llegan los clásicos títulos de crédito con la canción de turno (esta vez a cargo de Sam Smith), y a partir de aquí podríamos decir que la película cumple con casi todos los estándares de la saga Bond incorporando todos los elementos más conocidos.
Tal vez las mayores diferencias con anteriores películas de la saga sean dos. Primero, una notable ausencia de sentido del humor. Aquí he de confesar que no he visto Skyfall (2012), pero sí que leí que el tono que imprimía Sam Mendes era mucho más serio de lo habitual. En “Spectre” también se busca la solemnidad y se relega el humor a momentos muy puntuales, siendo además unos chascarrillos muy obvios y poco trabajados. En este sentido, la película se hace mucho menos entretenida que las citadas “Misión Imposible: Nación secreta” y “Operación U.N.C.L.E.”. Entiendo que Mendes le quiera dar nuevos aires a la franquicia buscando una mayor seriedad, pero no estoy seguro de que al personaje creado por Ian Fleming le siente bien la falta de humor.
El otro elemento diferenciador podría ser el villano. Aquí se nos introduce a un personaje misterioso que trabaja en las sombras y que aparenta tener una entidad mucho mayor de lo acostumbrado. La presentación de este villano está bastante lograda, e incluso se le vislumbran muchas semejanzas con el Adrian Veidt de Watchmen, pero según avanza la película vemos como su relevancia se va desinflando hasta quedar retratado como otro megalómano desequilibrado random. Es este uno de los mayores fracasos de “Spectre”, ya que se desaprovechan totalmente unos magníficos mimbres para habernos regalado un villano memorable.
El ritmo de la película es bastante bueno, y aunque hay algún que otro valle lo cierto es que no nos aburrimos a pesar de los más de 140 minutos de metraje. Por cierto que, aunque la trama se puede seguir sin necesidad de haber visto las películas anteriores, se hacen unas cuantas referencias a hechos ocurridos en ellas y que pueden ser considerados como spoilers. Las escenas de acción están bien resueltas aunque no resultan tan impactantes como las que ofrecía la película de Tom Cruise. Dos de los aspectos más destacados son la fotografía (como es de rigor, nuestro agente favorito visita un puñado de espectaculares rincones desperdigados por el mundo) y el sensacional score creado por Thomas Newman.
El numeroso reparto está encabezado por el impertérrito Daniel Craig (lo siento, pero no me convence como Bond) y el poco aprovechado Christoph Waltz. Junto a ellos, la guapa Léa Seydoux, cuya química con Daniel Craig tampoco me parece muy lograda, Ralph Fiennes (que está muy viejo pero tiene una gran presencia), un sorprendente Dave Bautista (luchador de wrestling al que pudimos ver en Guardianes de la galaxia (2014)), y una Monica Bellucci que apenas tiene una presencia testimonial.
No soy un gran seguidor de la saga de James Bond, pero reconozco que debe ser muy complicado reinventarse continuamente a la vez que se respetan los signos característicos de un personaje tan arraigado en la cultura popular. Para mí, el mérito de “Spectre” radica en seguir resultando lo suficientemente atractiva para el público general como para no aburrir, y eso lo consigue gracias a la buena labor de Sam Mendes. Sin embargo, creo que se queda un par de puntos por debajo de “Misión Imposible: Nación Secreta” que resultaba mucho más redonda.
Mi nota: 6