THE UNKNOWN (Mark Waid, Minck Oosterveer – Aleta)

por José Luis Pascual


Catherine Allingham, investigadora privada y una de las mentes más brillantes del planeta, se ve envuelta en la desaparición de un artefacto que puede desvelar uno de los grandes misterios de la humanidad: ¿existe algo después de la muerte?

The Unknown es una entretenida obra en la que el famoso guionista Mark Waid engloba elementos muy diferentes entre sí para crear una historia cohesionada. Si hubiese que definirla dentro de un género, tal vez sería el del thriller sobrenatural, aunque también tiene mucho de historia detectivesca. En forma y, en menor medida, en fondo, estamos ante un cómic como los que se hacían en los años 70-80 en el sentido en que va directo al grano para ofrecer una historia de lectura ligera y sin complicaciones, lo cual es de agradecer en estos tiempos en que proliferan obras más sesudas. En ese aspecto, es muy agradable volver a sentir lo que los cómics nos daban por aquel entonces, lejos de las complicaciones de universos compartidos o reinvenciones de géneros. 

Podría decirse que la mayor virtud de “The Unknown” es también su peor defecto, y se trata de un ritmo trepidante que apenas da tregua al lector y que nos engancha con fuerza a su historia. El problema es que se nos cuentan demasiadas cosas, sin que el guión tenga tiempo para detenerse en explicar nada minuciosamente y sin poder ofrecer un mayor estudio psicológico de los personajes. Personajes, por cierto, bastante carismáticos. Sobre todo la voluptuosa Catherine Allingham, que supone un poderoso personaje femenino que, además, arrastra consigo una terrible espada de damocles en forma de tumor cerebral. Esto lo aprovecha muy bien Mark Waid para brindarnos algunos de los momentos más ambiguos y a la vez siniestros de la obra.

El guión de Waid busca la sencillez pero cierto es que presenta alguna que otra trampa en forma de resoluciones demasiado forzadas con las que hemos de comulgar sin darle muchas vueltas para poder disfrutar del cómic.
Uno de los aspectos positivos más originales  es la inclusión de varios guiños al mundillo de lo paranormal. Cualquier persona interesada en las teorías de lo sobrenatural, agradecerá de buena gana algunas de las menciones que introduce Waid y que remiten a la parapsicología más clásica.
El arte corre a cargo del malogrado dibujante holandés Minck Oosterveer (tristemente fallecido en un accidente de moto), cuyo trazo clásico con un cierto aire pulp ayuda mucho a dar esa sensación de que estamos ante una obra con varias décadas. Puede que este dibujo le chirríe a lectores modernos, pero a los que empezamos a peinar canas (o a los que nos queda poco que peinar) nos puede traer buenos recuerdos.

La edición en formato rústica que nos ofrece Aleta es muy llamativa gracias a la espectacular portada de Eric Jones, y se completa con un prólogo de la guionista Gail Simone y una bonita galería de portadas alternativas. Sus 112 páginas abarcan los 4 primeros números de la serie que componen un arco autoconclusivo.
En definitiva, “The Unknown” propone un divertido juego detectivesco con tintes sobrenaturales que se lee en un santiamén, y en el que destaca un personaje central con bastante peso específico. Pese a ser una obra menor, nos retrotrae a la plácida época en la que leer un cómic era, simplemente, pasar un buen rato con una historia sencilla pero estimulante.
Mi nota: 6,5

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