Una mujer alquila una lujosa casa rural e invita a sus mejores amigos y familiares para celebrar que cumple 40 años. Una vez allí, les confesará a todos que ha ganado 140 millones de euros en la lotería.
La escasez de películas llamativas actualmente en cartelera, unida a las “malas compañías” (os quiero, cuñaos!), está haciendo que últimamente vea mucho más cine español de lo que recomiendan los mejores médicos. Felices 140, última película de la directora Gracia Querejeta, es un drama con pequeños toques de intriga que pone sobre la mesa una situación comprometida, de esas que te plantean elecciones de difícil resolución.
La trama es lo más potente de la película pese a obviar en gran medida el componente de thriller que se le podía haber dado. La historia hurga en las distintas personalidades de todos los personajes y, pese a que puede ser difícil identificarse con alguno de ellos debido a que son bastante prototípicos, se hace partícipe al espectador poniéndole en la tesitura de “qué harías tú?”. Sin llegar a las situaciones de exagerado mal rollo que podemos ver en la serie Black Mirror, lo cierto es que el dilema que se propone es bastante delicado y, una vez más, deja en evidencia al ser humano. La trama es original y nos da un giro inesperado a mitad de metraje, aunque el desenlace carece de impacto y resulta algo frío.
Técnicamente no se puede poner ningún pero, la verdad es que la película aprovecha muy bien el formato digital. Tal vez podemos decir que la directora ha sacado poco provecho de los espectaculares exteriores que se nos muestran con cuentagotas. Casi toda la película transcurre en interiores.
Estamos ante una película de actores, con un reparto coral bastante importante. Maribel Verdú es la protagonista principal y la actriz más destacada de la función. Acompañando, tenemos a gente como Eduard Fernández, Antonio de la Torre, Marian Alvarez o Alex O’Dogherty entre otros. El nivel es bastante bueno aunque ninguno destaca sobre los demás.
Película correcta con una premisa interesante y original, que sin ser el peliculón del siglo cumple su función con oficio.
Mi nota: 6