El Multiverso es una serie de 9 números orquestada por el célebre guionista Grant Morrison que aglutina a una gran parte del universo DC para tratar de darle un sentido o crear un caos absoluto, depende de cómo queramos verlo. La cosa se vertebra alrededor del ataque al Multiverso por parte de unas entidades denominadas “La Nobleza”. En los sucesivos números seremos testigos de diferentes crisis en varias de las 52 tierras que componen este Multiverso, siendo cada una de ellas distintos trasuntos del propio universo DC (y algunas con toques del universo Marvel).
Cada uno de los números funciona como una historia independiente que podría leerse de manera unitaria. El nexo que los une a todos son los propios cómics, que aparecen integrados dentro de la trama funcionando a modo de mcguffin y utilizados como un recurso “meta” muy propio de Morrison. Vamos a encontrar un poco de todo en esta colección, ya que tenemos historias de superhéroes al uso, relatos que homenajean a la golden age, tramas futuristas o distópicas, y hasta una guía con la descripción de las 52 tierras.
En cada número el guionista escocés ha trabajado con un dibujante distinto, la mayoría de ellos adecuado para el tipo de historia que cuentan. Algunos de los elegidos son nombres tan destacados como Ivan Reis, Chris Sprouse, Frank Quitely o Jim Lee.
Como es normal en una serie de este tipo, algunos números quedan por encima de otros aunque el nivel general es más que aceptable. Pero sin duda dentro de la serie hay dos números que destacan por méritos propios: el 4 y el 8. El número 8 (llamado Ultra Cómics) es un magnífico ejercicio de metacómic que rompe continuamente la cuarta pared y que utiliza al lector como interruptor desencadenante de sucesos. De hecho, en varias ocasiones se nos ordena que no sigamos pasando las páginas, en un juego psicológico como pocas veces hemos visto en un tebeo de superhéroes.
Pero la joya de la corona es el número 4, llamado Pax Americana. En esta historia, tal vez la más independiente de toda la serie, Morrison crea un auténtico trabajo de relojería con la ayuda de un extraordinario Frank Quitely a los lápices. “Pax Americana” supone un sorprendente homenaje a nada menos que Watchmen, dando una vuelta de tuerca a esquemas y conceptos que poblaban la inmortal obra de Alan Moore. Desde la misma portada (que, como en “Watchmen”, corresponde a la primera viñeta del cómic) hasta los personajes (Grant Morrison adopta aquí a los personajes originales de la editorial Charlton Cómics que Moore no pudo utilizar por problemas de derechos), todo se convierte en un extraño reverso de la obra de Moore, tanto en forma como en fondo. La historia abunda en la circularidad de la obra aportando, como ya hacía “Watchmen”, múltiples capas de lectura. Incluso dentro del propio cómic se nos insinúa que su lectura puede realizarse en diferentes órdenes, pudiendo incluso leerse del revés. Es tremendo el grado de detalle y de simetría que ha conseguido Morrison en apenas 40 páginas, en una historia que sin duda necesita varias relecturas para empezar a captar todo su significado y que por sí sola compensa el hacerse con esta serie.
“El Multiverso” debería haber sido el auténtico evento DC de las últimas décadas, ya que representa un más que decente homenaje a la historia de la editorial y, viendo los unánimes comentarios negativos que está generando “Convergencia”, deja en pañales a los auténticos eventos que deberían haber cambiado la vertiginosa tendencia descendente de la editorial. Lo recomiendo, y si no sois de este tipo de series, hacedme caso y al menos comprad el número 4 “Pax Americana”.
Mi nota: 7
2 comentarios
A falta estoy de leerme el número 9 y último. pero he de decir que hasta ahora esta siendo una lectura intrigante (pues requiere de relecturas) y bastante atrevida. Como bien dices, esos dos números destacan sobre el resto, pero los demás tampoco desmerecen. Me mojo y digo que este multiverso ME HA GUSTADO, que leche !! Original es y se sale de convencionalismos y eventos clónicos y olvidables, cosa que hay cada dos por tres.
Desde luego no se le puede negar que es original, y aunque no cambia nada en el universo DC, ofrece una gran cantidad de personajes y premisas aprovechables en el futuro. Y eso es lo que cualquier evento debería ofrecer, aunque en la realidad pocos lo hacen.Gracias por tu comentario, un saludo!