Ava ha sido vícitma de una posesión demoníaca. Afortunadamente, acaba de ser exorcizada por un sacerdote, y ahora tendrá que retomar su vida normal asistiendo a sesiones de “Poseídos anónimos” mientras lucha por impedir que el demonio que la poseyó vuelva a hacerlo.
Dentro del cine de género hemos tenido abundantes producciones sobre posesiones demoníacas que, con mayor o menor fortuna, han intentado siempre trasladar al espectador una sensación de horror ominoso. En este sentido, Ava’s Possessions se diferencia del resto ya que se remite a lo que sucede después de la liberación de la persona poseída, cosa que pocas veces se ha tratado.
Lo que nos escontramos en esta curiosa producción es una vuelta de tuerca al cine de posesiones que, al contrario de lo habitual, huye del terror para ofrecer una visión irónica y original de este tema tan trillado. Lamentablemente, “Ava´s Possessions” fracasa más allá de su novedosa premisa debido a que no tiene muy claro hacia dónde tirar. Tiene toques de comedia negra, de thriller y hasta de drama, pero no acaba de aprovechar bien esa diversidad. Su indefinición hacia un género le pasa factura, ya que no termina de decidirse hacia ninguno en particular.
Visualmente está bastante bien trabajada, con una estética muy indie y por momentos algo retro (al estilo de producciones como It Follows (2014)). El problema es que el tratamiento tan hipster del apartado visual parece ir generalizándose en este tipo de cintas de bajo presupuesto, y es algo que personalmente empieza a resultarme irritante ya que le resta mucho de sucio y turbio, cosa que no le hubiera venido nada mal a esta película.
El peso de la función recae sobre la joven actriz Louisa Krause, que se desenvuelve con una actitud un tanto sosa pero que, sin embargo, desprende un cierto carisma. Me gustaría verla en otros trabajos. Entre el plantel de secundarios podemos destacar la siempre agradable presencia del veterano William Sadler o la estimulante participación de la desconocida Annabelle Dexter-Jones.
En la dirección encontramos a Jordan Galland, que firma con éste su tercer largometraje. Aunque el director le otorga a la cinta un aspecto visual que puede resultar interesante, en mi opinión no ha sabido encontrar un ritmo que enganche al espectador.
La sensación general que nos deja “Ava’s Possessions” es que le falta punch. Pese a contar con un planteamiento original y con grandes posibilidades, el desarrollo de la película decepciona y llega a aburrir en su tramo final.
Curiosa pero fallida. Una pena.
Mi nota: 4