WIND RIVER (Taylor Sheridan, 2017)

por José Luis Pascual

El cadáver de una joven nativa americana es encontrado dentro de los límites de una reserva india. Una inexperta agente del FBI llegará para investigar el caso, precisando la ayuda de un avezado cazador local.

De la mano del guionista de una de las mejores películas del pasado año, Comanchería (Hell or High Water), nos llega esta propuesta que busca repetir éxito ofreciendo ciertos paralelismos con la cinta de David Mackenzie. En Wind River, como ya sucedía en Comanchería, el decorado se convierte en un protagonista más que tiene incidencia en la propia trama. El frío que transmiten los nevados parajes se contagia al espectador para ponerle en situación del tono que ofrece este thriller, además de proponer un curioso contraste entre el gélido e inmaculado paisaje y las heridas sin cicatrizar que la mayoría de personajes oculta en su interior.

Estamos ante un thriller bastante canónico, que funciona como un reloj en su planteamiento pero que tal vez adolece de una mayor capacidad de impacto en su desarrollo. Sin ser especialmente predecible, la trama no llega a sorprender salvo en un par de momentos aislados, por lo que todo avanza de un modo bastante convencional en ese aspecto. El trabajo de Taylor Sheridan a la dirección es bastante correcto, dejando a un lado las estridencias para limitarse a contar la película con un ritmo pausado pero muy acertado, y con unas líneas de diálogo muy bien escritas que denotan su calidad como guionista. Es en las relaciones entre personajes donde la cinta da más de sí, alcanzando momentos de cruda intensidad cuando vemos expuestas las tragedias personales de cada uno de ellos. En esos momentos es cuando se nos facilita la empatización con los protagonistas, y al final encontramos que ese es el verdadero corazón de la película y lo que puede quedar en el recuerdo del espectador, por encima de la propia trama.

El reparto sabe adaptarse a un entorno tan glacial para brindarnos unas interpretaciones sobrias, recayendo el mayor peso en las actuaciones de unos solventes Jeremy Renner y Elizabeth Olsen. Cabe reseñar la breve pero intensa aparición de Jon Bernthal, presencia siempre agradecida que suele sumar puntos positivos allá donde aparece. También es grato volver a ver a Graham Greene, un auténtico clásico de películas en las que hay presencia indioamericana.

Aunque «Wind River» resulta muy recomendable, considero que queda un escalón por debajo de esa joya que fue «Comanchería» al faltarle en general la dosis de carisma que esta chorreaba. Por supuesto, ello no debe ser impedimento para que nadie deje de disfrutar de esta buena película.

2 comentarios

Cinéfilo Furioso diciembre 7, 2017 - 1:00 pm

¡Tengo muchas ganas de verla, una pena que no se estrene en cines de aquí, en España! He visto que se estrenará en plataformas digitales el 2 de febrero, esperemos que la espera haya valido la pena ¡que tiene pinta! Muy buena crítica, un saludo.

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José Luis Pascual diciembre 7, 2017 - 3:22 pm

Gracias por la información, desconocía que se saltarían el estreno en salas para ofrecerla directamente en VOD. Una pena, pero sea como sea es una película recomendable.Muchas gracias por tu comentario, Mr. T. Un saludo!

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