Título: Contemplad el vacío
Autor: Philip Fracassi
Editorial: Dilatando Mentes
Nº de páginas: 370
Género: Relatos de terror
Precio: 18€
Ya tengo candidato a libro del año. Así de claro. Contemplad el vacío es una colección de relatos de Philip Fracassi, autor que alterna su trabajo como guionista cinematográfico y escritor de terror. Personalmente, el estilo de Fracassi como creador de relatos me fascina, ya que podría decirse que abraza sin disimulo el espíritu de un terror pulp y clásico, y lo actualiza añadiendo un trasfondo psicológico que eleva sus textos a un nivel mucho más trascendente para un género tan maltratado como es el terror. Lo que hace este escritor, en líneas generales, es corromper la cotidianidad con un sublime manejo del enrarecimiento de la escena, causando un portentoso efecto que el autor consigue con aparente facilidad. Estamos posiblemente ante uno de los mayores valores del terror literario actual. La mejor ilustración de esto lo vemos en el magnífico grupo de relatos de esta antología, que paso a desgranar brevemente a continuación.
Construcción blanda de una puesta de sol:
Relato en el que Fracassi ya da muestras de su particular manera de entender el terror. Aquí contrapone con elegancia y sobriedad el lirismo de unas bellas estampas oníricas con un horror anclado a una vertiente más truculenta del género aunque sin llegar a ser demasiado explícito. El resultado funciona como un tiro, suponiendo una perfecta y deformada (si leéis el relato me entenderéis) puerta de entrada al imaginario del autor.
Altar:
Maravilloso y terrible relato que por sí solo hace que merezca la pena la compra de esta antología. El autor presenta algo tan cotidiano y banal como un día de piscina para una familia. A lo largo del día, todo va adquiriendo un tono cada vez más irreal, terminando como una pesadilla de proporciones bíblicas. El extrañamiento como tergiversación de la realidad, unido a ciertos detalles inquietantes del niño protagonista que pueden pasar desapercibidos, convierten a Altar en un relato de obligada lectura para cualquier aficionado al terror escrito y un fenomenal exponente de la moderna literatura de horror. Extraordinario.
El ladrón de caballos:
Otra pieza maestra en la que Fracassi se interna en dos mundos oscuros. Uno es el del negocio de la carne de caballo, ya que la trama gira alrededor del robo de un caballo purasangre para venderlo a un comprador anónimo. El otro es la sugerencia de un turbio ritual ocultista de sangre, mezclado con una aparición en la carretera. Todo ello da lugar a un relato tenso e inquietante, que además posee una extraña belleza y un toque de melancolía que, para mi gusto, convierten a El ladrón de caballos en un cuento ejemplar.
El ataúd:
Tenemos aquí una historia que quizá adopta un tono más críptico en lo que viene a ser una visión moderna de los clásicos cuentos de brujas. En El ataúd está presente también el despertar a la edad adulta y sus secretos, así como el abandono de una infancia no demasiado feliz.
La cuidadora:
Con un sacerdote como protagonista, La cuidadora utiliza la figura real de Amelia Dyer, una de las peores asesinas de la historia (se dice que acabó con la vida de más de 400 niños), para crear un relato en el que la duda es el concepto que planea sobre el texto en todo momento. Otra vez Fracassi despliega su estilo, ofreciendo un desarrollo muy interesante con el que engancha al lector (aquí alternando la historia con cartas atribuidas a la asesina) y rematando con un desenlace impactante que cambia el tercio del relato. Brillante.
Surfer Girl:
Relato angustioso que nos mete en la piel de un joven perturbado que presenta todas las señales de convertirse en un asesino en serie en el futuro. El cuento explora una distorsionada visión de las relaciones maternofiliales, y su gran acierto es la capa de ambigüedad con que Fracassi lo adorna. Las sensaciones toman el control en Surfer Girl, y sin duda el desenlace impactará al lector tanto por lo que cuenta como por su contenido metafórico.
Madre:
Como este relato ya fue reseñado en este mismo blog, me remito a lo que ya escribí en su momento sobre Madre. Aun así, diré que es otro cuento extraño, que contiene una fuerte carga de simbolismo y que habla al mismo tiempo del matrimonio y de la paternidad. Ojo al retrato muy poco amable que Fracassi hace del protagonista. Sin duda otra inquietante y misteriosa historia que va más allá de su aparente explicitud.
A prueba de fallos:
Quizás sea este uno de los cuentos en los que la tensión alcanza más altas cotas de toda la antología, y es que aquí el autor consigue crear una escena con un tremendo potencial. Tenemos a una familia formada por un matrimonio y un hijo, y una insólita rutina: ciertas noches, la madre ha de ser recluida en una habitación hermética. A partir de ahí, asistimos a una historia con un cierto componente pulp pasado por el tamiz de la prosa de Fracassi, dando como resultado un relato de los que te engancha hasta el desenlace.
Mandala:
El volumen se cierra con Mandala, el relato más largo de toda la antología y en el que posiblemente pueda apreciarse con más nitidez la influencia de Stephen King. La historia gira nuevamente alrededor de una situación complicada, en la que una serie de desafortunadas coincidencias provocan que un niño quede esposado a unas escaleras metálicas en una cala, viéndose durante todo un día a merced de las mareas y del inclemente sol. De nuevo tenemos un relato que mantiene la intriga de un modo brutal hasta su resolución, y en el que el autor controla fantásticamente bien los tiempos para crear una trama desasosegante. Aunque Fracassi introduce cierto elemento sobrenatural que a priori no es necesario en una historia de estas características, lo hace de modo que aporte una profundidad psicológica que enriquece el texto y le da un poso mucho mayor.
Pocas veces una antología de relatos resulta perfecta. Lo normal es encontrar altos y bajos, y toparse con textos admirables y otros más prescindibles. En Contemplad el vacío todos y cada uno de los relatos me parecen sobresalientes, y resulta muy difícil elegir un favorito —aunque reconozco que estoy enamorado de Altar—. Como podéis comprobar en las breves notas de cada relato, Philip Fracassi ha conseguido aunar un ejemplar conjunto de relatos que conforman un microuniverso coherente, subyugante y, para mi gusto, totalmente redondo. Tan redondo como el ojo que adorna las páginas en esta fabulosa edición —una vez más— de Dilatando Mentes. Espero que esta sea la primera de muchas obras que veamos traducidas de Philip Fracassi. Ardo en deseos de leer más de este autor.
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José Luis Pascual
Administrador