XII CLUB DE LECTURA DE TERROR: ZOMBI (Joyce Carol Oates – La Biblioteca de Carfax)

por José Luis Pascual

Novela poco conocida, Zombi ha resultado toda una sorpresa debido fundamentalmente a la inmersiva, y a la vez confusa, manera en que Joyce Carol Oates nos introduce en la dispersa mente de un personaje que vive en una realidad distorsionada. La apuesta de la escritora puede resultar arriesgada, pero guste más o menos hay que reconocer que juega sus bazas con intensidad y un retorcido sentido de lo creepy. Es muy de agradecer la reciente reedición de la obra por parte de La biblioteca de Carfax, que nos ha permitido descubrir esta joya de novela.

Sin más dilación, os dejo con mi reseña de Zombi seguida de las opiniones de algunos de los miembros del Club.



ZOMBI (Joyce Carol Oates – La Biblioteca de Carfax)

“Cuántas veces espera Q_P_ a ARDILLA su presa en la furgoneta calmado y metódico. Y cuántas veces Q_P_ es ARDILLA pedaleando en la bicicleta deprisa y despreocupado y ágil y ajeno a todo el peligro como un ciervo que corre y salta y la mirilla del cazador apuntando a su corazón. ARDILLA con la gorra de los TIGERS con la visera hacia atrás sobre el cabello castaño claro y los esbeltos hombros inclinados hacia delante sobre el bajo manillar y el cinturón y la cintura de los vaqueros tan estrecha que parecía que podía rodearlo con los dedos. ¡Y aquella coleta! Y el hermoso rostro bronceado levantado, la frente algo arrugada como suele verse en los niños y te sorprende, un niño pensando o incluso despreocupado. Como si ARDILLA supiera que le espera un DESTINO ESPECIAL. Y vi las nudosas vértebras de su columna y un escalofrío recorrió mi cuerpo”.

El párrafo que podéis leer en las líneas precedentes puede ser, en líneas generales, un perfecto resumen de lo que contiene Zombi en su interior. La prosa desbocada de Joyce Carol Oates, clavada sin remedio en el cerebro de un personaje irresistible, la incoherencia de sus pensamientos, su despersonificación, la sutilidad como método para provocar el escalofrío, la mirada perversa pero inocente de un modo extraño, la distorsión formal como protesta involuntaria contra lo manido… Todos estos detalles, en grandes proporciones, conforman una novela peculiar que nos hace partícipes de un horror difícil de capturar. Todo un ejercicio de estilo y de transgresión para una autora que, no hay que olvidarlo, contaba con casi 60 años cuando se publicó la novela.

Leer «Zombi» es convertirse en Quentin P_, un hombre joven con evidentes trastornos mentales que le llevan a ver la realidad como algo casi ajeno. Quentin es un depredador maníaco guiado por comportamientos sexuales violentos, oveja negra de una familia acomodada en la que las apariencias son de gran importancia. A través de 57 capítulos cortos, y casi a modo de diario macabro, Quentin desvela los retorcidos engranajes que mueven su mente, transportándonos a una perturbada visión del mundo. La primera persona que utiliza Joyce Carol Oates es sumamente inmersiva, aunque en esta ocasión es casi imposible empatizar con el personaje (evidentemente, no hay intención de ello por parte de la autora). Es la suya una narración trepidante, que requiere de cierta complicidad por parte del lector debido a lo descabalado de los pensamientos del protagonista, y que durante algunos pasajes impacta por su crudeza.

Algo que me encanta de «Zombi» es la increíble habilidad de Oates para presentar a un narrador que se muestra muy poco fiable desde el principio, cosa que hace que me cuestione si lo que cuenta el protagonista es real o no, es decir, cuáles de sus “hazañas” son auténticas y cuáles responden a meros deseos. Esta ambigüedad me parece muy difícil de conseguir en una novela, y es posible que a algunos lectores no les convenza, pero bajo mi punto de vista es una genialidad muy meritoria. Respecto a esto, hay que aclarar que una buena parte de la trama viene inspirada por la vida de Jeffrey Dahmer, el carnicero de Milwaukee, uno de los peores asesinos en serie de los Estados Unidos, aunque Oates mezcla acontecimientos conocidos de la vida de Dahmer con otros que son pura ficción.
Junto a esto, la otra característica más importante del libro la encuentro en la historia que se va dibujando, que alterna entre la locura y la violencia exaltada. No es una construcción de trama al uso, sino que se van adivinando partes de ella a través de frases del protagonista. En varias ocasiones vamos a comprobar cómo Q_P_ se obsesiona con algo para luego darle un desenlace apenas sugerido, como si le quitara importancia. Es ese otro gran recurso de Joyce Carol Oates que encuentro muy difícil de lograr, al igual que cuando consigue generar nerviosismo e inquietud en el lector en pasajes en los que, en apariencia, no sucede nada (el capítulo en el que Quentin habla con una estudiante en el laboratorio de la universidad es un gran ejemplo).

La construcción del personaje me parece fascinante. El grado de despersonalización del que da muestra Q_P_ es increíble, refiriéndose a sí mismo a veces en primera persona, y a veces en una falsa tercera. El efecto es devastador. Si a eso le unimos una tendencia a las frases largas sin comas, especialmente cuando el personaje está más enajenado, y a utilizar las mayúsculas para reforzar algunas palabras, la sensación de mente perturbada se acentúa hasta el infinito. Vuelvo a insistir en que este tipo de mecanismos literarios pueden rechinar a cierto tipo de lectores, pero estoy seguro de que encantará a los que buscan elementos originales para narrar. Detalles como que el personaje nunca establezca contacto visual a no ser que lleve puestas las gafas de sol nos trasladan a la manera de pensar de Q_P_, que parece consciente de que sus ojos traicionan su verdadera naturaleza de depredador y maníaco sexual.

Debajo de lo evidente, Joyce Carol Oates no desaprovecha la ocasión e introduce cierto subtexto en la obra. En primer lugar, encontramos una crítica velada a la continua desaparición de personas en los Estados Unidos, muchos de ellos casos sin una explicación oficial. Esto nos lleva a una visión del país bastante preclara, en la que vemos representados los verdaderos estátus de sus habitantes. Por una parte tenemos la obsesión por el triunfo y las apariencias, representadas en el entorno familiar del protagonista. Por otra, tenemos a un Q_P_ que representa todo aquello que se oculta tras el brillo artificial, y a sus víctimas, muchas de las cuales vienen a identificarse con los marginados, los desarrapados, los pobres. El mazazo al falso sueño americano se hace perceptible.

Una de las grandes referencias de «Zombi» bien pudo ser American Psycho de Brett Easton Ellis. Pero en oposición a ella, Joyce Carol Oates no necesita de un excesivo número de páginas ni de disertaciones derivativas para crear una ambientación escalofriante. Le basta con presentar una voz fría repartida en una serie de capítulos breves para que seamos plenamente conscientes de la perturbada mirada de un personaje aterrador. Aterrador por la naturalidad con la que se expresa, indistintamente si habla de algo trivial, de cómo elige a sus víctimas, o de cómo acaba con sus vidas. Es en esa visión tan fría, tan lejana, tan fuera de lo que concebimos como normal, donde Oates encuentra petróleo para regalarnos un personaje que se sitúa en las antípodas del canon de un protagonista al uso.
No quiero finalizar sin hacer notar la gran labor de traducción de Alexander Páez, que salda con gran nota un reto que tuvo que ser bastante complicado.
En definitiva, «Zombi» ha sido todo un descubrimiento, un magnífico clásico moderno que gracias a La biblioteca de Carfax podemos reivindicar desde aquí.


Los miembros del Club hablan:

Javier Molano:
“Qué decir de Zombi… es difícil dar una opinión sobre este libro debido al carácter peculiar del mismo. La autora ha intentado mostrar, de la forma más realista posible, cómo es la mente de un psicópata sexual y por ello el libro está narrado de una forma inconexa y caótica. Esta forma de narración me gusta porque me acerca a la realidad de este tipo de personas aunque reconozco que dificulta bastante la lectura del libro. Por este motivo, el libro me produce sentimientos encontrados en su desarrollo y una sensación de decepción al final por la forma que tiene la autora de terminar el libro. En definitiva, creo que es un libro muy original con un final decepcionante”.

Oscar Pico (@oscarpi6 en twitter):
“La fluidez de la trama que nos presenta Joyce Carol Oates es proporcional a la desordenada y trastornada mente del protagonista de la novela, cuyo relato, en forma de diario, da muestra de ello.
Sin embargo, lo que en gran parte de la novela es prometedor, acaba en un final abrupto, un tanto inconexo y bastante más ‘light’ de lo esperado para un depredador sexual como es Q_P_.
Aún así, una novela muy recomendable”.

Asen Ahab (@Asen_Ahab en twitter):
“No nos encontramos con una novela al uso, en el sentido de poseer un “inicio, nudo y desenlace” normal. El gran aliciente (y vaya si lo es) es mostrarnos, y un poco desarrollarnos (usando también flashbacks), la personalidad de su protagonista, un hombre con una escala de valores “distinta”, que disimula bien en su vida cotidiana, pero que esconde lo más oscuro que puede haber en el espíritu humano. Por hacer una especie de símil, me viene a la mente American Psycho. Mi humilde opinión es que no nos hallamos ante una novela de terror común, es algo que quiere ir más allá, más bien una biografía psicológica de un personaje perturbado y degenerado. Doscientas páginas que vuelan, estilo narrativo peculiar, protagonista inolvidable y momentos de extrema tensión; son algunas características de nuestro libro del mes. Interesantísimo”.

Vicente Barceló (@venamisteriosa en twitter):
“La novela es hiriente, dura y salvaje. No hay eventos sangrientos, ni violencia implícita, pero Joyce nos mete con su forma de narrar directamente en la sucia mente del protagonista. Lo que sucede es que esa mente es perturbadora. Estaremos mirando por los ojos de un asesino en serie, zumbado hasta la saciedad, pero tan creíble que nos hará pensar que podemos estar cerca de alguien así en nuestra vida real. El personaje es normal, pasa desapercibido y podría ser cualquiera. Sin embargo, su interior está corrompido de una forma horrible”. 

(Extracto de la reseña que podéis leer completa en el blog La vena misteriosa)

Luis Llorente (@LlorenteGarcia en twitter):
“Zombi, de Joyce Carol Oates.
Una novela que te coge, y te arrastra a lo más profundo de la mente de un psicópata.
No quieres salir de ahí hasta que terminas la última página y te das cuenta de hasta qué punto puede llegar la depravación humana.
Una joya de libro”.
Juan Carlos Pascual (del canal TOC Libros):
“Aunque para mí Zombi no es una novela de terror, resulta tremendamente inquietante reflexionar sobre la posible existencia de alguien como Quentin, el protagonista de la novela. Su mente caóticamente perturbada está increíblemente desarrollada por parte de la autora. La manera en que no necesita justificar su comportamiento es lo que más me asombró por lo natural que resulta.
Un libro de lo más recomendable”.
Vídeo sobre la novela en TOC Libros 

Olivia:

Zombi, como lectura de este mes, me parecía que trataba un tema interesante porque me atrae la temática de asesinos en serie. Una vez leído el libro, el formato diario en el que está escrito me resulta algo farragoso de leer, porque cuenta solo los pasajes más crudos de la vida del protagonista sin que lleguemos a conocer nada más allá de eso. La forma de contarlo, incluso lo más crudo, es enrevesada y difícil de seguir. Durante la mayor parte de la novela se retrata a un personaje totalmente desequilibrado y errático, y sin embargo la manera que tiene de planear los crímenes no concuerda con esa imagen.
Aunque la escritora no hace referencia, el libro claramente está basado en la vida de Jeffrey Dahmer, y en este caso, como en muchos otros, la realidad supera con creces la ficción. Quizá al conocer la historia real del personaje en profundidad, la novela se me queda muy corta”.


Sergio (@SergioMscmsl en twitter):
“En mi opinión ha sido un libro muy ligerito de leer, a pesar de ello este tipo de estructura me parece demasido enrevesada aún reconociendo que esa misma fuera su finalidad. No he empatizado con el personaje y me parece que justo eso es de lo que se trata, a pesar de ser parte activa de la mente retorcida del protagonista nos mantenemos lejanos y aterrados por los actos y sobre todo de las reflexiones y secretos del personaje.
Me ha parecido novedoso en cuanto a lo que he leído antes pero creo que me quedo con las tramas más tradicionales y ordenadas”. 


Jota García Romero (@jotagarcaromero en twitter):
“Intentar meter a un lector en la mente de un psicópata es una tarea arriesgada, toda vez que no se puede pensar como un psicópata si no eres tal. Pero Joyce Carol Oates maneja esta empresa con mucha habilidad, desgranando una mente retorcida y presentando esta con un amalgama de ideas sin aparente orden ni concierto, tan propio de una mente retorcida, pero redirigiendo este caos hacia una narración perfectamente hilvanada, llena de momentos cruentos que se describen con absoluta normalidad como si de algo cotidiano y justificado se tratara. No es una novela apta para todos los estómagos, puesto que la crudeza del relato puede estremecer a lectores sensibles, pero es perfecta en su intención y creo que poca gente ha conseguido adentrarnos con tanta precisión en la psique de un demente”.




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Próxima lectura : Soy leyenda (Richard Matheson)

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