Visionados en breve XLVIII: En realidad, nunca estuviste aquí, Rifkin’s Festival, Falling, Akelarre

por José Luis Pascual
EN REALIDAD, NUNCA ESTUVISTE AQUÍ (Lynne Ramsay, 2017)

Sobriedad y pausa son las características de En realidad nunca estuviste aquí, película de Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin) que se adscribe al noir desde una perspectiva de cine contemplativo. El guion está exento de complejidades, pero la habilidad de la directora a la hora de realizar un montaje inconexo y repleto de geniales elipsis en las que escamotea toda la acción sin perder contundencia, convierte la película en una experiencia tan arriesgada como original, cosa que siempre merece mi aplauso. Joaquín Phoenix borda su protagonista una vez más, poniendo la puntilla a una producción atípica pero plenamente satisfactoria.
RIFKIN’S FESTIVAL (Woody Allen, 2020)

Hay algo sobrenatural, una magia inexplicable, cuando uno conecta con las películas de Woody Allen. Rifkin’s Festival no es nada nuevo, ya que el director repite aquí sus temas preferidos, nos regala algunas líneas de diálogo brillantes y además homenajea al séptimo arte. Como siempre. Obligado por las corrientes de opinión a rodar fuera de su país, aquí nos regala un maravilloso paseo por San Sebastián, plagado de comedia y drama made in Allen. Los protagonistas, desde Wallace Shawn hasta Elena Anaya, están de dulce. Los que amamos su cine no podemos evitar ver Rifkin’s Festival sin una sonrisa en el rostro, por lo que si te gusta el Allen de los últimos años, estás de enhorabuena. Bienvenido al cine antimillennial.

FALLING (Viggo Mortensen, 2020)

La primera película como director de Viggo Mortensen es un drama originado en la propia relación que el célebre actor tuvo con sus padres. La soledad, la demencia o el miedo al cambio están muy presentes en Falling, a través de una trama que admite ciertos toques de humor negro y que, en líneas generales, consigue tocar la fibra del espectador con elegancia. 
Aunque el propio Mortensen está brillante en su faceta de actor, es de justicia celebrar la monumental interpretación del veterano Lance Henriksen, quien devora la pantalla con un personaje que tiene aristas muy incómodas. Solo por admirar su trabajo, ya merece la pena esta película. 

AKELARRE (Pablo Agüero, 2020)

Aunque le cuesta arrancar de inicio, Akelarre consigue ir involucrando al espectador poco a poco gracias a la historia de un grupo de seis hermanas acusadas de brujería en un pequeño pueblo del País Vasco francés. El director Pablo Agüero, con la inestimable ayuda de las carismáticas actrices que dan vida a las hermanas, construye una película llena de oscuridad, ambigüedad y una magia muy especial que apela a ritos primigenios del folclore, puedan estos o no malinterpretarse. Muy destacable es el duelo interpretativo entre la sugerente Amaia Aberasturi y el siempre cumplidor Alex Brendemühl. Akelarre es de esas películas de perfil modesto que, gracias a su naturalidad y brillante puesta en escena, saben ganarse y satisfacer al público.

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