Ritual Román 128: Ceniza en las venas

por Román Sanz Mouta

Título: Ceniza en las venas

Autor: Carlos Ruiz Santiago

Editorial: Autopublicado

Nº páginas: 97

Género: Fantasía oscura, western

Precio: 10,39€ – 1,99€ (digital)

SINOPSIS

Una noche, comienza a llover sobre el pueblo de Salthouse. El polvo acumulado se disipa, la tierra se humedece, los truenos asustan a las bestias salvajes. Algo malo va a pasar antes de que amanezca.

Darikson Brumby, que se suponía muerto, ha aparecido el día en el que el poderoso terrateniente Benjamin Dunne iba a quedarse con las propiedades de su padre. Acompañado de una misteriosa bruja del desierto, Darikson se ha dispuesto a frustrar los planes de Dunne. Su llegada va a despertar dolorosos recuerdos, viejas traiciones. Quizás, incluso la lluvia levante cosas nuevas en esa tormentosa noche, algunas amistades y marchitos afectos. Todo puede suceder mientras Darikson avanza en su firme propósito de recuperar algo que perdió hace mucho y, de paso, cumplir su venganza.

Caen truenos esa noche en medio del desierto. Llueve a cantaros. La hechicería oscura se extiende, el plomo vuela de los revolverles y la sangre lo mancha todo.
Antes de que amanezca, la muerte se presentará en Salthouse.

RITUAL

Una novela de Far West, el floreciente western, y no es la primera que ritualizamos aquí. Porque ha retornado, igual que el protagonista, Darikson, desde la nada, desde el olvido, desde el fanatismo de unos pocos y venerables.

Pero no regresa en cualquier forma. Renace. El Far West se ha escapado de sus típicos tópicos para ser usado como ambientación magnifica de historias actuales, lejos de ese romanticismo que tanto une a pistoleros y piratas, sucios rufianes, violadores y cobardes y asesinos en su mayor parte, pero entronizados a más gloria del arte cinematográfico, sobre todo.

Ahora olemos la pólvora, nos sabe la boca a desierto, entendemos los abusos, la invasión de tierras nativas y ajenas, lo enfermo de sus actitudes. Hay ya varias editoriales que nos traen nuevas obras de este subgénero con los novedosos códigos, incluso alguna que apuesta por autoría nacional, demasiado pocas para lo mucho que se ofrece.

Concretemos.

Darikson, un hombre muerto, vuelve en el momento justo, tras pacto con una bruja chapteka, para llegar en tiempo y forma fenecida a la entrega de la herencia familiar, que se reparte el terrateniente de Salthouse, a quien no gusta tamaña interrupción, y mucho menos los poderes que despierta, o las verdades que puede desenterrar.

Pues no está claro cómo se obtuvieron esos bienes, menos aún la manera en que murió el padre de Darikson guardando el mayor de los secretos, de los tesoros, ahogado en la fútil memoria de su hijo.

Tras esto, venganza, justicia, revelaciones. Dentro de una espiral rítmica carente de freno. Un manuscrito corto, pleno de expresiones aceradas, aquellas que se recuerdan, que ya son una visual en sí. La prosa encandila desde lo oscuro, una trama en presente y pasado de lo que desencadenó este drama ominoso.

¿Cómo consigue el escritor Carlos Ruiz Santiago que la historia sea tan redonda como original dentro del Far West?

Añadiendo su estilo, sus claves. Venido desde la más pura fantasía oscura que ha cedido al grimdark. Amante del terror más subjuntivo. Tan joven y osado como para atrever en amalgamas.

Los personajes, el protagonista y su bruja, amistad incipiente tras el telón de intereses. Los villanos, también auspiciados por una hechicera perniciosa. Los motivos que infundieron el delito. Y mucho más. Pues el trasfondo de la historia guarda ese secreto vital antes comentado y que no puedo revelar por peligro de plomo.

La trama, con sus ramificaciones yendo y viniendo del pretérito para que no haya misterios sin desvelar, cerrando cada arco, breves, concisos, arropados por ese argumento principal de amistad, venganza, justicia. Violencia. Muerte.

Y lo más sobresaliente dentro del equilibrio entre estos tres factores fundamentales en cada novela; la atmósfera. Está creada con mimo, un maestro pintor de la letra que nos traslada a parajes y lugares lejos de lo seguro. Al amparo de esa tormenta primigenia que abre el relato y nos persigue durante toda la lectura. La atmósfera sobrecoge y convierte una fantasía oscura en parajes de puro horror. Es el inconmensurable acompañamiento que convierte este texto en destacado, único.

En resumen, no tratamos la clásica novela del oeste (coge lo mejor y desdeña lo peor y más vulgar), sin saloon, duelos al sol, sin indios ni vaqueros ni asaltos a bancos o diligencias. Pero sí luchas de magia, tiroteos, apiolamientos tras confesiones. Muy ligada a la actualidad y a nuestra realidad como muestra de crítica social. Lo que sucedió se repite eterno y cíclico. La verdad soterrada, la violencia, el egoísmo. El hombre olvidado que retorna para clamar justicia junto con su nueva compañera. Muerte y renacimiento.

Obra feroz, fugaz pero imperecedera, de rápido consumo y digestión lenta, al alcance de tu mano. No es la típica y tópica novela del oeste, lector, lectora, y te la recomiendo, sobre todo si no has ahondado las nuevas sendas que muestra este nicho. La vas a disfrutar.

 

Pd: hay pocos mal llamados géneros tan adecuados como el western y susceptibles de llevar al terreno propio, de trasladar en tiempos e intenciones, quizá junto con la piratería. Aquí una buena muestra.

2 comentarios

vicente diciembre 15, 2022 - 1:13 pm

Sin leer la reseña ya se que es buena, pero me la ahorraré hasta que lea el libro, que será la primera lectura del año nuevo.

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Román diciembre 15, 2022 - 6:09 pm

Pues te vas a divertir, esa mezcla de pulp, western, horror y estilo propio de Carlos, te van a seducir. Gracias, amigo.

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