Para hablar de esta novela gráfica, primera de una saga, esperamos, debo remitirme a clásicos, como Los Tres Investigadores, Scooby Doo y otros grupos de adolescentes que luchan contra lo paranormal y la farsa que oculta, que hurgan en misterios irresolutos o en otros que alteran la comunidad. No es el caso. Aquí lo paranormal cobra presente, igual que se actualiza el formato a los tiempos actuales. Youtube, redes sociales, clips cortos, impacto inmediato y propagación del mismo.

Eso lo ha aprendido Andrés, leyenda de las búsquedas de lo extraño en su época pretérita, ya sin Blanca, su amor, y sin su compañero Fuertes, con quien sigue en contacto difuso. Para ello ha escogido a un grupo de jóvenes, cada cual por un motivo y especialista en un campo, que deben formar grupo que reactive su viejo programa, El Mapa del Miedo, para ir a comprobar la fuente y verdad de cada mito urbano en la península, y grabarlo en caso que se demuestre lo cierto de la sospecha sobre lo relacionado con el ocultismo, la brujería, los fantasmas o no muertos, los creepypastas, los criptidos y demás caterva de especies que a todes nos vienen a la cabeza.

Ese grupo, con sus discrepancias, conociéndose, formando pequeñas asociaciones, funciona. Y sus expediciones lo petan en la red de redes, tanto que incluso sorprende a su mentor. A partir de aquí, ¿cuál es el objetivo? ¿Qué quiere descubrir Andrés o qué oculta de su pasado? ¿Volverá a la fama y al primer plano televisivo? ¿Hasta dónde van a llegar? ¿Es todo real o un montaje, porque twitter arde…? Streaming puro y duro.

Un cómic fresco, como digo, actualización de un mal llamado subgénero que nunca caerá en el olvido, un neopulp adolescente que mezcla el misterio con la acción y el humor dando ese salto al presente tan necesario. Clásico. El guion es raudo, pasando de unas escenas a otras, dando forma y fondo a esos personajes y sus motivaciones. Ahondando en las reacciones a sus peripecias y en la evolución de dichos personajes de manera individual y como grupo, con el enigma de fondo, qué es real y qué no lo es, qué ocurre para que, justo ahora, haya reunido a dicho concilio de jóvenes dispuestos a todo, tan distintos como determinados.

Pues engancha el argumento, bien compensado con un dibujo ágil, grácil, fresco, también de trazas cartonianas, angulosas, animescas, colores apagados sobre un fondo de azul y gris, adecuado para generar la atmósfera en cada una de las misiones (y representando conocidos barrios y escenarios). Personajes pulidos, que enseñan sus emociones y complicidades por la gestualidad, sobre todo facial. Aporta vida a la trama, con las viñetas y bocadillos justos, sensación de presteza y gancho inmediato para atarse a la historia. Justo lo que esperas de esta novela gráfica, una fusión adecuada para lo que ofrece; diversión y misterio.

Ojo, pues no solo trata estos temas aparentemente superficiales, ya que vemos el efecto de los haters, los problemas propios de la juventud (reflejados por la diversidad de los protagonistas), el aprovechamiento que hacen los adultos de la siguiente generación, y cómo los tiempos nos devoran a todes en prime time, el esclavizador directo en el que vivimos, rodeado de expectativas y un público para el que queremos destacar pero al que en el fondo no le importamos. Redes.

El final… Es un continuará, pero no deja a medias el cómic, solo con ganas, y bien satisfecho de historia e imágenes.

En resumen, Zoe, Erik, Expo y Ari al servicio de Andrés (personajes muy vivos), vigilados por Fuertes, el antiguo socio, junto a la desaparecida y añorada Blanca. Dibujo brillante, local, reconocible, argumento atractivo a medio camino entre lo rabioso de actualidad, la crítica a las redes y a los tertulianos y a la misma caja tonta, el terror y la diversión. Inspirado y auspiciado en los clásicos, situado en la misma Madrid. Me ha encantado, lo reconozco, es de estos productos que me entran por los ojos y no puedo dejar. Que me vuelven. Enhorabuena. El programa El Mapa del Miedo retorna, su cómic ha nacido. ¡A leer!

Pd: qué gozada ver reflejado un monstruo en una okupa del madrileño barrio de Lavapiés. Identificable, reconocible. Más.

Pd II: y pido más para conocer el alcance del Mapa, todas las criaturas infrahumanas y paranormales o extraterrestres de la península.