Contra la humildad
Os han vendido la moto.
No solo la moto, también una estrella, el puente de Brooklyn y la estatua de la Libertad.
Criaturillas…
Lo siento, la verdad suele doler. “Hay que ser humilde”. Esto es casi dogma ya. A grosísimo modo: ser humilde es bueno, y por tanto ser orgulloso (como Rimbaud: «Volveré con los miembros de hierro, la piel oscura y la mirada turbia. Por mi máscara me creerán de una raza fuerte. Tendré oro, seré ocioso y brutal») es malo. Ya estamos con el pernicioso maniqueísmo. Qué asco.
La palabra en sí, humildad, viene del mismo sitio que humillar, humillarse. Es decir: ponerse de rodillas; y agachar, eventualmente, la mirada y la cabeza. Hay que ser, nos dicen (ellos, ELLOS, protervos y omnipotentes), humilde, debemos agachar mirada y cabeza, ponernos de rodillas. Nos hemos puesto de rodillas ante los poderosos, nos hemos puesto de rodillas para rezar (de hecho es de las cosas en que las tres grandes enfermedades —o religiones— del mundo se han puesto de acuerdo: en la necesidad de que el adepto se humille ante la divinidad y ante sus sagrados representantes en este mundo. Solo el budismo le dice al adepto: tat twan asin, o lo que es lo mismo: tú eres Dios, y no hay Dios sino tú).
Se ha contado esta entre las mejores y más ennoblecedoras virtudes, los fachendosos curas les decían a nuestras abuelas que fuesen humildes (quedaba muy bien junto a fe, esperanza y caridad), y les ponían abstrusos ejemplos de humildad recompensada que se sacaban de sus anchas bocamangas. A menudo recompensada, claro, en el cielo… Y ellas se lo inculcaron —inocularon— a sus pobres hijos, y estos a nosotros, ciencia infusa, paparruchas grabadas en pesadas losas.
Pero a todos se nos enciende la sangre cuando escuchamos la famosa frase atribuida al salvaje asesino Emiliano Zapata, aquello de que prefería morir de pie que vivir de rodillas… ¿Y mientras se nos enciende, como decía, la sangre, acaso nos ponemos nosotros mismos de pie? No, nadie ve la tele de pie, la vemos sentados, apoltronados. De hecho nos encanta ver una súper producción ridícula en que se nos cuente el cuento de la vida ejemplar de Zapata, o de quien sea, Madonna, Freddy Mercury, Marie Curie… —siempre sentados, recordad, en el cine o en casa—, con sus cómodos clichés, su romance y su disidencia descafeinada. Así nos va.
Sin embargo hoy yo os exhorto a que despachéis con desdén este mandamiento. Cuidado con la humildad y nuestro papel de humildes, a menudo es cosa que va contra nosotros mismos por mucho que nos insistan en lo contrario. Y no es lo mismo saber pasar desapercibido que humillarse, que ser humilde. Como no es tampoco necesario ser orgulloso con desmesura loca. El camino del medio, volviendo al Buda, suele ser el más aconsejable por reconfortante, por fructífero. A veces, incluso, ya lo he dicho en otras ocasiones, el camino salvaje, el de un día de furia, el del puñetazo en los morros, el de una noche en el calabozo, lleva también aparejado esos términos: reconfortante, fructífero.
Fin de la diatriba, podéis ir en paz.
Fco. Santos Muñoz Rico
Redactor
6 comentarios
Siendo otro Dios, que ahora mismo, sin complejos, estoy leyendo esto desde mi asiento (el asiento sí es humilde, una silla de camping, para que mis pelotas descansen como merecen), hablo de la humildad, y sobre todo, de la falsa humildad esta que nos venden ciertos deportistas. Porque está claro que para aprender es necesario ser humilde y reconocer que hay otro mejores que tú y pueden enseñarte, pero sin esa falta de la misma no se puede llegar a ningún sitio. Ya sabes que lucho contra el ego, es de mis mayores logros en la vida, pero también lucho contra esa humildad. Un artículo que da para mucho más, como siempre.
Humildemente, solo recomiendo arrodillarse para prácticas sexuales.
Qué cojones es una “diatriba,”…????
Un puto discurso???
Cómo el qué das tú? Oh, dios mi Santo de la sabiduría?
Siempre más listo y más culto que los demás…
Siento no poder ser como tú, mi ,”Santos”
Y a la vez me alegro desde mi humilde ser,
no ser jamás como tu ser… Grandioso y despreciable, como piensas esto último de cualquiera que no te llega a tu suela.
Me grandiosa criticarte, Y sé que te endiosa y divierte. Y por eso lo hago, para que te rías. Pero a la vez te despiezo (Puto corrector, que prefiere que te despiece a que te DESPRIECE, que es lo realmente hago, como te mereces.) Porque tú lo haces con cualquiera que no te guste cómo piensa o actúa.
En fin, (lo utilizo mucho últimamente en “mis tiempos”) QUÉ LA FUERZA TE ACOMPAÑE, Santos
Un saludo desde la miserable Melilla que desprecias
JA JA JA
Y uno de verdad a Dionisio Muñoz y mi Stela del firmamento.
XXX
LOU.
PD:
Debería llamarse:
“Contra la humildad, que no tengo”
JA JA JA
Again
XXX… Tapàn
LOU de mi corazón
Mis comentarios están pendientes de que alguien le dé el OK para ser aceptados.
Pensaba que aquí había libertad de palabras.
Pero estoy a expensas del moderador de la página
Un saludo también para tí, moderador. Que eres el que hace que la gente pueda expresarse o no…
Francisco es un escritor peculiar.
FELIZ RAMADÁN a todos los musulmanes y musulmanas que practiquen el islamismo h