Ritual Román 136: El mar de las penas

por Román Sanz Mouta

Título: El mar de las penas

Guion: Rich Douek

Dibujo: Alex Cormack

Editorial: Planeta Cómic

Género: Terror

Nº páginas: 144

Precio: 16,95€ 

SINOPSIS

Unos años después de la Gran Guerra, el Atlántico Norte lo recorren tripulaciones independientes ansiosas por encontrar tesoros. Un antiguo oficial de la marina contrata los servicios del barco de vapor Vagabundo y lo lleva hasta un submarino hundido en el que hay una fortuna en oro. Las tensiones van en aumento a medida que unos y otros en la tripulación van ideando cómo traicionarse. No obstante, la oscuridad del fondo marino esconde terrores terribles ¡para los que no están preparados!

RITUAL

En este cómic nos encontramos una historia oscura, de terror y claustrofobia, encerrados en un barco que a su vez queda encerrado en el océano, lejos de toda tierra, de toda civilización, de toda humanidad. Al desamparo de lo desconocido. De aquello en lo que aún no hemos atrevido a indagar y mucho menos hollar, como sí presumimos de cumbres montañosas o de la misma luna.

Un grupo de personajes dispares, que no parecen capaces de llevarse bien más allá de sus intereses egoístas, han acudido a la llamada del oro, a un secreto que saldrá a la luz si no son raudos para intervenir. Un hombre los ha contratado, reunido, mostrado pruebas, prometido un reparto justo si se hacen con barco y tripulación para tan azarosa tarea en el confín de las mares. El viejo submarino alemán hundido de la segunda guerra mundial guarda un tesoro. Su tesoro, o eso opinan dichas personalidades extrañas, advenedizas, timoratas, violentas. Todos juntos y juntas a bordo del buque entre tempestad, tormenta y oleaje, a un punto cardinal muy concreto, dibujado en mapa, de boca en boca. La desolación. El testimonio de ese testigo lo es todo, eso, y su lingote de oro.

Una vez llegados allí desciende el elegido, batiscafo, especialista en inmersiones. El primero en contagiarse de la locura que las aguas guardan no para siempre. Porque sí, hay submarino, y sí, tal vez exista oro, pero algo más habita la sima de ese océano, en ese lugar cuasi maldito ya donde el dorado yace. Ese algo acabará por trasladar la incordura, incrementando la tensión entre los tripulantes, componente por componente del barco. Revelando una serie de más secretos terribles que arrancan máscaras y desquician. Magnífico.

Un tono de tebeo lúgubre, un dibujo realista que destaca las miradas y los rostros. Y aunque en la primera parte, con la presentación de personajes, quizá estemos algo confusos, por forma y fondo, por colorido, pronto nos haremos con el control de la lectura y los protagonistas, sumergidos hasta el mismo fondo, como nosotros en la historia. Caras de muchos ángulos casi deformadas, rodeadas de oscuridad, lluvia y el zozobrar a merced de olas y viento. Se distinguen casi más por sus pensamientos y ropajes, por sus ojos y sonrisas. Tiene una fuerza en las expresiones que redunda en la psique el modo de ilustración; te miran, te gritan, casi pueden interpretar la emoción en base a ese grafismo.

La historia, estupenda. La némesis, criatura bajo las aguas, milenaria, que seduce al submarinista. A partir de ahí, el enfrentamiento, el caos, cada cual por su cuenta, sálvese quien pueda, tanto a bordo como bajo la marea. Siempre con el oro como horizonte. Y volver a casa o rico o muerto. Las primeras bajas caen. El clima de enfrentamiento aporta un ritmo brutal a la novela gráfica en su segunda parte, fusión de argumento y dibujo, despliegue visual que se plasma de modo perfecto para la historia que cuenta, almacenado a la memoria. Ese dibujo, repito, barroco, anguloso, ominial, plagado de azules oscuros casi negros de cielo y mar, óxido de buque, podredumbre de los hombres, tormenta que arrecia, define bien la historia. Qué mejor. Y se luce con los dibujos de ese ¿monstruo? Ya verás, ya.

Tremendo cómic, descenso al abismo acuático, esbozos de lo que en él se esconde, disfrutable, merecido. Y me voy a por La Carretera de Huesos, de los mismos autores. Recomendado al cien por cien, sobre todo para adláteres y acólitos.  

 

Pd: cómo me gusta que me sorprendan, y lo hará contigo, lee hasta el final…

2 comentarios

Daniel Aragonés marzo 30, 2023 - 3:01 pm

Me gusta la temática. No sé por qué, pero el mar y sus historias me atrapan.

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Román marzo 31, 2023 - 9:41 am

La mar insondable, abisal, y lo que esconde. Jamás sabremos apenas nada. Hasta que me sumerja… Gracias, amigo.

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