Mátalos a todos (Antoine Maillard)

por José Luis Pascual

Título: Mátalos a todos

Guion y dibujo: Antoine Maillard

Editorial: ECC

Nº páginas: 152

Género: Thriller psicológico

Precio: 30 € 

SINOPSIS

Las vidas de un grupo de adolescentes cambian de forma dramática cuando dos chicas son brutalmente asesinadas en su hasta entonces tranquilo pueblo. La presencia policial en la zona dificulta los trapicheos de Pola, mientras el tímido Daniel resiste impulsos cada vez más morbosos y los medios de comunicación especulan acerca de la identidad del asesino, alimentando la paranoia.

Con Mátalos a todos, el historietista Antoine Maillard rinde su particular tributo al cine de terror estadounidense de los 80 a través de una aproximación gráfica deudora del noir de los 50. Una obra tan aguda como profunda, que se alzó con el premio a la mejor novela gráfica de género negro del Festival de Angoulême de 2022.

Reseña

Entrar en la mente del asesino es un recurso que la ficción, especialmente el cine y la literatura, ya nos ha mostrado en repetidas ocasiones. Dentro del mundo de las viñetas, hemos vivido hace poco un boom de publicaciones de esta temática, con obras destacables como Haarman, El asesino de Green River o Mi amigo Dahmer. En España también contamos con un magnífico ejemplo en Yo, Asesino de Antonio Altarriba y Keko. Desde Francia nos llega ahora Mátalos a todos, obra que, para mi gusto, rompe afortunadamente con las catalogaciones habituales. 

Antoine Maillard narra la historia desde dos puntos de vista. Tenemos a Dan, un joven asocial y con apenas amigos en el instituto, y a Pola, una chica de familia suburbial cuyo futuro parece todavía más oscuro que su triste presente. Aunque en un par de ocasiones el foco se aleja de ambos, ellos son las columnas del relato y a través de ellos vamos a presenciar los hechos. Y los hechos son una serie de asesinatos perpetrados por un hombre ataviado con una gorra y un bate de béisbol.

Con estos personajes y esta premisa, lo que el cómic nos pone delante es una árida visión de la mente perturbada en la que no hay resquicio para el humor o la ligereza. El dúo protagonista compone una intensa metáfora en la que podemos apreciar la confusión de la adolescencia y el atisbo de la vida adulta en forma de ausencia de oportunidades para gente como ellos. Esa intuición de la desilusión o frustración que ha de significar la vida no puede, en aguas tan revueltas, desembocar más que en violencia.

Sobre todo esto, y con el enigma que suponen los propios personajes, planea la figura del asesino. Es una figura fantasmagórica, de pesadilla por lo incoherente de su apariencia, algo que no parece pertenecer al orden natural de las cosas. Si bien la historia puede entenderse de manera literal, creo que Maillard deja mucho hueco para la ambigüedad y para que, como lectores, exploremos distintas posibilidades de interpretación. A esto ayuda el que, en algunos momentos de la lectura, el tono adquiera un aire manifiestamente onírico o surrealista. Durante estos fragmentos, vino a mi cabeza una obra como Wet Moon, en la que el lector es empujado a dudar de todo a través de escenas o situaciones chocantes. Ese aire oriental, para mi gusto, dota a Mátalos a todos de una mayor trascendencia al ofrecernos otras capas bajo la evidente. 

El dibujo de Maillard es sobrio, presentado en un blanco y negro arenoso que hace hincapié en esa aridez de la que hablaba antes. El autor utiliza el texto justo para orientarnos, pero el peso narrativo se confía a la narrativa visual, muy detallista en algunos elementos y deliberadamente difuminada en otros. El contraste me parece magnífico, convirtiendo a esta novela gráfica en una de esas en las que el ritmo, pese a no anclarse a lo comercial, queda perfectamente medido gracias a los encuadres, a las miradas de los personajes, al granulado de las escenas. Excelente resulta también el retrato de la población donde transcurre la trama, y cómo se nos muestra el lado turbio y los rincones menos transitados del lugar.

Antoine Maillard logra ofrecer algo que desde aquí siempre vamos a reivindicar: una historia plagada de extrañeza. Extrañeza por los sucesos de los que somos testigos, extrañeza por lo que tienen en la cabeza los personajes y extrañeza por todo lo que se transmite al lector. Se me ocurre que, si Jim Jarmusch y Yorgos Lanthimos se hubieran puesto de acuerdo para codirigir un slasher, el resultado sería algo muy parecido a Mátalos a todos.

2 comentarios

Vicente agosto 29, 2023 - 10:38 am

Me gusta esta editorial

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Daniel Aragonés agosto 30, 2023 - 9:11 am

Muy apetecible. Me gusta esa pisada al otro lado del margen, siempre importante para que el mundo editorial siga evolucionando.

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