THE OLD MAN AND THE GUN (David Lowery, 2018)
Película con la que, aparentemente, Robert Redford abandona el cine. The old man and the gun es una suerte de western moderno que se basa en la vida de Forrest Tucker, un ladrón de bancos que siguió actuando hasta los 80 años de edad. El director David Lowery (A ghost story) plantea un correcto homenaje a la carrera de Redford, haciendo que su personaje se transmute con el propio actor, llegando a utilizar en algunas ocasiones imágenes de archivo del pasado del rubio mito del cine.
Pese a ello, se echa en falta un ritmo algo menos cansino y alguna secuencia que aporte una mayor intensidad dramática. Robert Redford está bastante bien, componiendo un fenomenal trío protagonista con unos espléndidos Casey Affleck y Sissy Spacek.
GREEN BOOK (Peter Farrelly, 2018)
Esta comedia dramática es un buen ejemplo de película diseñada para competir en los Oscars, ya que reúne todos los elementos clásicos que entendemos por película premiable. Encontramos en Green Book una road movie amable y bastante agradecida, que cuenta con una pareja de protagonistas (Viggo Mortensen y Mahershala Ali) en estado de gracia. La trama es la típica de dos personajes totalmente opuestos que terminan forjando una estrecha relación de amistad, y está plagada de clichés y moralinas un tanto vergonzantes. Eso sí, hay que reconocer que la fórmula, esta vez dirigida por Peter Farrelly, funciona como un reloj y ofrece momentos muy inspirados tanto en su lado dramático como en el cómico. Sin ser un peliculón, «Green Book» es recomendable para todo tipo de público.
THE PRODIGY (Nicholas McCarthy, 2019)
Infumable producción de terror que intenta adentrarse sin éxito en el subgénero de “niños inquietantes”. Aunque la intención inicial sea buena, hay demasiados problemas en The Prodigy. Por un lado, el guion me parece vergonzoso, queriendo mezclar la premisa de Muñeco Diabólico (cambiando el muñeco por un niño) con el tema de la reencarnación y las vidas pasadas, con un resultado esperpéntico. Por otra parte, no hay una sola escena que consiga generar tensión, cosa poco recomendable en una película pretendidamente de terror. Para culminar, los actores están de razzie, y la elección del niño protagonista me parece poco acertada, cosa que unida al tono absolutamente telefílmico acaba con cualquier expectativa. Una pena, porque Nicholas McCarthy entregó hace unos años la interesante At the devil’s door (2013).Si quieren ver algo del mismo estilo, pero bien ejecutado, visionen Reencarnación o La huérfana, e ignoren «The Prodigy».
CAFARNAÚM (Nanide Labaki, 2018)
Portentoso drama que parte de una premisa demoledora: un niño de 12 años, que vive en una absoluta pobreza, denuncia a sus padres por haberle traído al mundo. La directora Nadine Labaki articula una odisea de superación casi por inercia, retratando por el camino un mundo de miseria y desarraigo que necesariamente impacta en un espectador occidental acomodado. Pese al devastador contenido de la película, muy cercano al documental, me quedo con lo que considero son sus dos mayores virtudes: la primera es el increíble trabajo del niño protagonista, actor no profesional que se come la pantalla y realiza una de las interpretaciones más naturales y memorables que recuerdo en el cine reciente. La otra es la imagen final, una sonrisa que se queda grabada en la retina y que, al final, supone todo un mensaje de esperanza.
2 comentarios
Al final se me quedó en la cartera \”CAFARNAÚM\” y mira que tenía muchas ganas de verla, voy a hacer lo posible para buscarla y disfrutarla como hice con la comercial \”Green Book\”.Saludos
A ver si tienes suerte y la encuentras aún en cartelera porque, aunque sea una película incómoda, merece mucho la pena.Gracias por comentar, Joan. Un saludo!